"El día que ella llegó, su sol y su luna se iluminaron."
Entré a la habitación donde estaba mi pequeña después de haberme lavado las manos durante 30 minutos, sin exagerar.
—Señor, recuerde estar desinfectado
La miré con impaciencia, sabiendo perfectamente que debía estar limpio, por eso había tardado tanto.
—Señorita, eso lo sé. Además, no es como si hubiera estado tan "contaminado"
La enfermera asintió y luego nos dejó solos. Yo tomé a la niña en mis brazos y me di un suave beso en la frente.
—No tienes nombre, tu madre ni siquiera se preocupó por elegirlo, pero yo tengo un nombre para ti. Sé que no me entiendes, pero... Me gustaría que al menos escucharas mi voz por primera vez. Al menos escucharla
—Señor, la mamá debe amamantarla. Le daré 5 minutos más
—Sí, sí, no se preocupe, enfermera. Solamente serán unos minutos más y después se la daré
La enfermera salió y yo me quedé con la pequeña. Acaricié su manito, que tenía una manopla, y su cabeza, que llevaba un gorrito
—Tu nombre será... Cloe