Mi Tío al Rescate (serie Brown)

Capítulo 6 ★ Edición especial ★

 

 

 

MUCHOS AÑOS DESPUÉS: 

 

 

 

—Padrino me dijo Toñita que querías hablar conmigo, qué era muy importante ¿Qué es lo que pasa?.. No me asustes por favor. —preguntó Renata, viendo a Dany que se limaba las uñas, cruzado de piernas en el sofá de la sala.

—Así es... es muy urgente, recuerdas que le dije al zoquete de Cristian, que una persona lo había grabado orinando a plena calle.

—Sí padrino... ¿No me digas que te descubrió? y se dio cuenta que era un invento tuyo.

—Jaaa... ¿Qué se va a dar cuenta?.. si no es más bruto porque no es más grande. 

—¿Y entonces? 

—Pues fíjate... cómo me enteré que el ratón de alcantarilla de Colin le pasa todo lo que hace... ¿Te diste cuenta que paga las multas por adelantado? le solapa todo lo que  hace... pobre de Lupe si se entera es capaz de desmayarse. Entonces yo he decidido hacer algo al respecto, para darle un buen susto, y se le quite lo zángano, descarado, eh irresponsable qué es. —pronunció sin dejar de limarse sus uñas, con insistencia...

—¿Y qué piensas hacer padrino? —preguntó Renata emocionada, ya que cualquier cosa que hiciera en contra de Cristian o de Patricio, ella era feliz y por supuesto que lo ayudaría.

—Pues te cuento!!. —mencionó dejándo la lima sobre la pequeña mesa del centro de la sala, cambio de pierna cruzándola, acomodándose de lado y pronunció.

—Me voy a hacer pasar, cómo el hombre que lo grabó, para sacarle un buen susto, lo voy a llamar por teléfono y le voy a decir qué tengo su grabación, y que estoy dispuesto a subirla a las redes sociales.

—¿Y tú crees que te va a creer padrino? 

—¡Es Cristian!!.. Claro que me va a creer, acuérdate que tenía 15 años y todavía creía en Santa Claus.

—Eso es verdad. —pronunció soltando en carcajadas, ya que recuerdo que años atrás lo encontró haciéndole una carta para colocarla en el pino navideño, con una serie de cosas que le había encargado.

—Aquí el detalle, es que hay que darle un escarmiento.

—Pues cuenta conmigo para lo que quieras.

—También lo que no me queda muy claro es como el ratón de Colin se atreve a pagar las multas por adelantado, voy a hablar con él muy seriamente porque en lugar de ayudarlo lo está perjudicando ya casi cumple los 19 años, Patricio está a punto de asumir la presidencia y los gemelos lo van a ayudar.

—Eso sí es preocupante Padrino, van a mandar todo a la quiebra, lo que con tanto sacrificio sus padres hicieron.

—Cállate... Qué la boca se te haga chicharrón, ni lo mande Dios. —dijo Dany persignándose una y otra vez.

—Siguiendo con el plan, es lo que voy a hacer.. Ahorita mismo le voy a hablar y me voy a hacer pasar por ese hombre, pero quiero que me acompañes a un teléfono público, no puedo hablarle de mi teléfono o del tuyo y mucho menos de aquí de la casa, porque se va a dar cuenta que somos nosotros, aunque es tan bruto que ni así se a de dar cuenta.

—Pues vamos, aquí en el parque hay unos teléfonos de monedas.

—Pues ve por mi cartera y vamos de inmediato, quisiera estar presente en un lado de él, para ver la cara qué va a poner. —mencionó Dany divertido.

 

★★★★★

 

Después de unos minutos los dos salieron emocionados, rumbo al parque a buscar esos teléfonos públicos que ahí se encontraban, para hacerle la broma a Cristian, ya que Dany estaba dispuesto a darle un escarmiento, pero sobre todo para hacerlo entrar en razón, que la vida desordenada que estaba llevando no le dejaría nada bueno.

Daniel sacó un pañuelo de tela, y lo enredó en la bocina del teléfono para que se distorsionar su voz, y no lo reconociera, después le colocó las monedas y Renata le empezó a dictar el número del gemelo.

Solo se aguantaban la risa, ya que les causaba gracia la cara que iba a poner el gemelo cuando escuchara todo lo que él le iba a decir, en eso se escuchó dónde empezó a sonar.

 

★—★—★—★

 

{Cristian} —¡Aló!... 

{Daniel} —Qué bueno que me contestas cabrón. —dijo en la línea fingiendo la voz de macho… aguantando la risa. 

{Cristian} —¿Quién habla?... 

{Daniel} —Tu peor pesadilla… 

{Cristian} —Eso no es verdad, porque los espíritus no hablan por teléfono… 

Daniel al escuchar su respuesta por poco y suelta en carcajadas, se tapó la boca con una de sus manos y empezó a patalear en el piso de la risa que sentía, mientras que Renata lo veía sin saber porqué, ya que no escuchaba nada de lo que decía el gemelo. 

{Daniel} —Yo no soy ningún espíritu, soy el hombre que te grabó orinando en plena calle, tengo el video en mi poder, y te hablo para decirte que lo voy a difundir en las redes sociales, hasta al noticiero matutino lo voy a llevar. —pronunció Dany saliéndosele un gallo, tratando de aguantar las carcajadas, sin dejar de golpear con uno de sus pies el piso. 

Renata de inmediato pegó su oído también a la bocina, para tratar de escuchar las respuestas del gemelo, ya que veía a su padrino rojo de la risa que le daba y no poderse reír. 

{Cristian} — No señor no sea si, tenga piedad de este pobre ser humano. 

{Daniel} —Lo siento mucho jovencito pero yo estoy en contra del vandalismo, y de esos muchachos que son hijos consentidos de papi, que hacen lo que quieren. —dijo tapándose nuevamente la boca para no soltar en carcajadas. 

{Cristian} —Señor yo no soy un muchacho de vandalismo, ni tampoco soy un consentido de la casa, mi papi es bien malo conmigo, me golpea, y a veces me deja dormir a la intemperie, es sufrido de calor y frío, no sea malito regáleme ese video. —mencionó asustado. 

{Daniel} —Eso nadie te lo cree, eres el hijo del empresario Colin Brown, es un hombre respetable y educado. 

{Cristian} —Eso es puro cuento, pura pantalla para tapar el qué dirán... viera cómo me grita, y me maltrata, me tiene trabajando por muchas horas y ni siquiera me da un sueldo. 

{Daniel} —Como ya veo que contigo no se puede llegar a un arreglo, estoy decidido a entregarle esa cinta a tu padre, tal vez el pague mucho dinero por esa información. 

{Cristian} —No señor yo también le puedo pagar lo doble, o el triple de lo que mi padre le pueda pagar por esa cinta, podemos llegar a un acuerdo. 

{Daniel} —Pues no estás diciendo que te maltrata, que te tiene trabajando y ni siquiera te da un sueldo ¿de dónde me quieres pagar tú a mí hasta el triple de lo que tu padre me puede ofrecer? 

{Cristian} —Usted no se preocupe por eso, usted solamente dígame la cantidad, y yo ya veré de qué forma me las arreglo, para darle el monto. 
—mencionó muy seguro. 

{Daniel} —Bueno… pues siendo así creo que tú y yo vamos a hacer buenos negocios. —dijo con lágrimas en los ojos de la risa, donde ya no se aguantaba mas. 

{Cristian} —Usted solo dígame la cantidad que quiere, y a dónde se lo puedo mandar, también nos tendríamos que poner de acuerdo para que usted me entregue esa cinta. 

{Daniel} —Eso me parece muy bien, en un par de horas me comunicaré contigo para darte instrucciones. —mencionó colgando la llamada, en eso el y Renata soltaron en carcajadas. 

Iban avanzando por la calle muertos de la risa, Daniel llevaba una de sus manos hasta su estómago donde se cansaba de tantas carcajadas, al igual que Renata que no daba crédito a qué Cristian se creía de todo. 

—Y espérate tantito ya no tarda en sonar mi celular. —comentó Dany tratando de llevar aire a sus pulmones, de toda la risa que sentía. 

—¿Por qué lo dices padrino? 

—Ya verás porque te lo digo, espérate unos cuantos minutos más. 
—pronunció un poco más tranquilo, en eso su celular efectivamente empezó a sonar con insistencia. 

—Ves que te dije, Felipe Daniel nunca se equivoca. —dijo llevando su mano hacia su bolso, buscando el celular que sonaba una y otra vez sin detenerse, checó en la pantalla del aparato y vio el nombre registrado, en eso atendió la llamada y lo escuchó decir. 

—Tío… Necesito que me ayudes voy para allá. —gritó el gemelo en la línea desesperado, cortando de inmediato la llamada.  

Daniel y Renata volvieron a soltar en carcajadas, mientras iban avanzando de nuevo a la casa, y después de casi 30 minutos el timbre se oyó con insistencia, dándose cuenta que Cristian Brown ya había llegado. 

—¿Pues qué pasa? se está acabando el mundo ¿o qué? De perdido saluda cabrón… entras como perro por tu casa. 
—preguntó Dany en la puerta, viendo al gemelo que ingresó con apuro. 

—Hola tío… Hola lagartija… es que pasó algo muy grave y necesito que me ayudes. 

—A ver dime qué es lo que sucede, para que hayas venido a esta hora tan temprano, cuando tú apenas te estás despertando a media tarde. —dijo Dany con una sonrisa, viendo a Renata que también se reía de la actitud del gemelo. 


—Ese hombre que me grabó, el que tú me dijiste ya dio señales de vida, quiere que le dé una fortuna para entregarme esa cinta, y no solo eso me amenazó con decirle todo a papi, y secuestrarme si no aceptaba llegar a una negociación con él. 

—Santo Dios… pero qué hombre tan más maldito. —contestó Dany llevando una de sus manos hasta su pecho, fingiendo preocupación aguantándose nuevamente la risa. 

—Y no solo eso tío, también dijo que enviaría la cinta al noticiero matutino. ¿Sabes lo que eso significa? 

—¡Qué vas a salir en el noticiero!  
—dijo..  

—Peor que eso tío. —contestó Cristian mordiéndose las uñas.. 

—¿Hay algo peor que eso? —le preguntó Dany, esperando su respuesta. 

—Eso significa que Guadalupe siempre ve ese noticiero, entonces si ella lo ve, si estaré muerto. —mencionó Cristian preocupado, ya que su madre era más estricta que su papá, y a ella sí le tenía miedo. 

—Tienes razón, hay que ir cavando tu pozo… porque tu madre es capaz de todo. ¿Y dime qué piensas hacer? —preguntó Daniel sentándose en el sofá, cruzándose de piernas esperando su respuesta. 

—No sé tío… por eso vine hablar contigo para qué me apoyes en estos momentos tan difíciles que estoy pasando, que tal y ese hombre es un secuestrador y me quiere secuestrar. 

—Fíjate que en eso no había pensado, y tienes razón dicen que los secuestran y les cortan los dedos, las orejas, y hasta el pirrin, para pedir rescate. 
—Por los clavos de Cristo… mira en que lío te has metido,  todo por andar orinando donde no debes.—comentó persignándose una y otra vez, aguantando la risa al igual que Renata, que solo veía divertida todo lo que estaba pasando. 

—Tío yo no quiero que me corten el pirrin, ni mis dedos, ni nada.. ayúdame por favor. —dijo asustado y desesperado. 

—Está bien… te voy ayudar pero con una condición.. 

—Lo que tú quieras tío. 

—Primero déjame te recuerdo que estás apunto de cumplir los 19 años, ya debes de tomar conciencia, no puedes estar haciendo lo que se te dé tu gana. 
—En un año les van a entregar la presidencia y todos los negocios de la familia, y tanto tú, como tú hermano, y Patricio, se van a quedar a cargo de todo y tienes que madurar. 
—El apellido Brown siempre ha sido muy reconocido por ser buenos hombres y buenos empresarios… y tú y Pato solo se han dedicado a barrer con él, haciendo cada barbaridad, si no los meten a la cárcel, están enredados en problemas de faldas, o de apuestas, Pato hasta con mujeres casadas se enreda. Así que si quieres que yo te ayude, vas a tener que prometerme que ya te vas a portar bien, O al menos vas a tratar.  

—Te lo prometo tío, pero por favor ayúdame. 

—Renatita está de testigo, y una promesa es una promesa, y tienes que cumplirla. —le dijo en eso el gemelo se puso de pie, y se lanzó a los brazos de su tío, lo cargó  dando vueltas con el de la emoción que sentía, ya que su tío siempre lo ayudaba en sus problemas. 

—Bájame bruto me vas a despeinar mi cabello. —gritaba Dany mientras soltaba en carcajadas, junto con Renata. 




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