Capítulo 10★ Edición especial ★

PASADO:

Al día siguiente Rafael salió del hospital, a pesar de que andaba golpeado y saturado de su cabeza, se veía bastante bien y contento, bueno al menos eso era lo que reflejaba.

Isabella y Colin los llevaron al lugar donde vivían, era un lugar muy alejado, y también muy humilde cosa que a Isabella Harris no le gustó, ya que ella estaba acostumbrada a otras cosas, y el estar ahí la hacía sentir incómoda, pero hizo ese sacrificio para estar al lado de ese muchacho, que empezaba a convertirse en un buen amigo para ella.

Su esposo solo la veía con asombro, de la manera tan cariñosa en que lo trataba, y se preocupaba por él, ya que no era un secreto para nadie que Isabella Harris era una mujer muy especial, y qué siempre se relacionada con personas de la alta sociedad, y eso fue algo que a Colin le sacó una sonrisa, al darse cuenta que esa mujer hermosa qué tanto amaba, también tenía humildad en su corazón.

Brown se encargó de ir al supermercado, a comprarles a los muchachos todo lo que necesitaban para el cuidado de Rafael, le compro los medicamentos que iba a necesitar, al igual que algunas cosas que Isabella le encargo especialmente para Daniel.

A pesar de lo poco que tenían de conocerse, ella había logrado conocer un poco más de el,  y ya conocía algunos de sus gustos, y uno de ellos era que le encantaba el chocolate y las fresas, así que no dudo en encargarle a Colin una gran cantidad.

También sabía que odiaba las grasas, que era muy especial y cuidaba mucho su alimentación, alegando que siempre tenían que cuidar su salud.

—Chabela no se de que manera agradecerte, todo el apoyo que me has dado a mí y a Rafa, en estos días difíciles. —mencionó Dany con una sonrisa.

—¿Chabela? —preguntó con una sonrisa sorprendida.

—Tanto que espere escuchar que te dijera así, para ver tu cara, y ni siquiera pude grabarte. —dijo Colin Brown atacado de la risa.

—Bueno le dije que a Colin, que así te llamaríamos en mi país como apodo, pero si no te gusta prometo no volverte a llamar así. —mencionó pensando que se había molestado.

La hermosa mujer solo sonrió, y fue hasta el y lo abrazó.

—Tú me puedes decir como quieras, no me molesta para nada. 

—Qué fue lo que te dije Daniel, ya hasta me estoy poniendo celoso de ver que mi mujer, te quiere más que a mí. —pronunció Colin, con una sonrisa.

—Lo bueno es que soy gay, y no me gustan las mujeres, así que no tienes nada de que preocuparte.

—Eso es un buen punto para ti, si no ya estuvieras muerto. —contestó.

—Jesucristo redentor, ¿serías capaz de matar a un humano?. —le preguntó, con una mano en su pecho asustado.

Colin solo volteó a observar a su mujer, que lo veía con una sonrisa coqueta.

—Por ella, soy capaz de todo, créeme Daniel. —mencionó sincero.

—Pero eso no va a ser necesario amor, porque yo no tengo ojos para nadie más que para ti. —dijo colgándose de su cuello, dándole un beso en los labios.

—Ay el amor, el amor —pronunció Dany con una sonrisa, viendo a los dos abrazados con ese amor que se tenían.

—No quisiera interrumpir este hermoso momento de enamorados, pero quiero agradecerles todo el apoyo.

—Chabela nunca podré pagarte todo lo que has hecho por mí, si no hubieras llegado tú... Si el creador no te hubiera puesto en mi camino en el momento indicado... seguramente Rafa estuviera muerto o talvez hasta yo... gracias... Eso es algo que siempre te voy a agradecer con mi vida, la única manera que tengo de pagarte, es brindándote mi amistad sincera e incondicional. — mencionó Daniel, con lágrimas en los ojos.

La hermosa mujer se separó de su esposo, y avanzó hacia él, lo tomó de las manos con una sonrisa y dijo:

—Estoy más que pagada con tu amistad, y créeme que eso para mí vale muchísimo más, yo también te brindaré mi amistad y mi apoyo sincero, así que basta de lágrimas, la vida se hizo para divertirnos y para disfrutarla no para estar sufriendo. 

Daniel se lanzó a los brazos de la hermosa mujer, enredándose los dos en un abrazo sincero de amistad... de una bonita amistad que empezaba a surgir, de algo que fue una coincidencia... o talvez porque ya estaba escrito en el camino, que ellos dos se encontrarían para cambiar sus mundos, para bien o para mal..eso nadie lo sabía, solo el tiempo para saber qué tan fuerte iba a ser esa amistad.

Los siguientes días transcurrieron con tranquilidad, Daniel volvió a trabajar al restaurante como cualquier día, dejando a Rafael en ese humilde cuarto en el que vivían recuperándose.

Él le dio las gracias a su amiga Claudia, por la oportunidad de haberlo invitado a ese desfile de modas, diciéndole que la señora Iris lo quería para su siguiente colección, que sería dentro de 20 días cosa que lo tenía bastante contento.

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—Buenos días señorita, vengo a buscar al señor Colin Brown. —saludó Dany, a la mujer qué se encontraba en el escritorio.

—Buenos días ¿tiene usted cita? —preguntó.

—No... En realidad no sabía que ocupaba cita, él solo me dijo que viniera a buscarlo.

—¿Es algo relacionado con el trabajo o es personal?

—Bueno en realidad... pues somos amigos, él me dijo que viniera a buscarlo cuando tuviera oportunidad.

—Mmmm.. permítame tantito, déjeme le aviso porque estaba en una junta.

—Mejor regreso otro día. —mencionó Daniel nervioso.

En eso una de las puertas se abrió, saliendo el elegante Rubio con otra hombre.

—Colin te buscan. —alcanzó a pronunciar la mujer.

—Daniel bienvenido, me da mucho gusto que hayas venido a buscarme. —lo recibió yendo hacia el con una sonrisa.

—Sí... pero si estás ocupado puedo, venir otro día no te preocupes.

—Claro que no estoy ocupado, para ti nunca voy a estar ocupado, mira ven deja te presento ella es Liliana mi asistente personal..  Lily él es Felipe Daniel, cada vez que venga no me lo hagas esperar, es un amigo muy querido, y él es Sandro Makris mi abogado. —pronunció.