Mi Tío al Rescate (serie Brown)

Capítulo 12 ★ Edición especial★

 

 

 

MUCHÍSIMOS AÑOS DESPUÉS:

 

 

— A ver mi querido ratón... Vamos por partes, le regalaste el apartamento a Cristian para que madurara, y fuera independiente, al igual que le regalaste uno a Carlos.. ¿hasta ahí voy bien?... —preguntó Dany con las manos en la cintura, esperando su respuesta.

— Afirmativo. —contestó Brown, con una sonrisa en el rostro, mientras le daba un trago a su copa de vino orgulloso.

— ¿Y entonces por qué asustarlo?. ¡No te comprendo! ¿porque les regalas un apartamento, para que se hagan hombres independientes y maduren?.. y resulta que en la primera oportunidad que tienes, mandas a los del equipo técnico, para que programen las luces de todo el apartamento, para que le hagan creer al pobre zoquete, qué hay algún ser sobrenatural ahí.

— Es que ya no me quitaba de encima a Guadalupe regañándome todo el tiempo, que tenía que dejarlos madurar y hacerse responsables por ellos mismos, pero yo en ningún momento quise que se fueran de aquí, yo extraño mucho a mis hijos. —dijo triste.

— ¿Entonces la única culpable de todo esto es Lupe?

— Sí... pero no le vayas a decir nada, porque es capaz de mandarme a dormir al sofá, o en el peor de los casos divorciarse de mí. 

— ¿Le tienes mucho miedo a Lupe? — le preguntó Daniel con una sonrisa, mientras veía el esmaltado de sus uñas.

— No es miedo... Solo es precaución. Pero ya hablando en serio, ¿me vas a ayudar a que mis hijos vuelvan a la casa? —le preguntó Colin ilusionado, ya que era su única esperanza.

Dany camino un poco de un lado a otro, viendo sus uñas y los anillos que traía, sonrió, levantó su mirada, y observó al Rubio, que esperaba una respuesta ansioso, mientras que jugaba con la copa de vino entre sus manos.

— Está bien mi querido ratón, te voy a ayudar pero con una condición. 

— ¿Pídeme lo que quieras? 

— Necesito unos mocasines nuevos en color hueso, los vi por internet pero aquí no hay... hay que mandarlos conseguir a Francia.

— Cuenta con eso.. no solo un par, te traeré cuatro.. es más cinco pares, de los colores que tú quieras.

— Y no solo eso.. aparte quiero una pintura. —mencionó Daniel sonriente.

— ¿Una pintura? ¿Qué tipo de pintura? —preguntó curioso.

— Una pintura que vi en el Gran salón, de la casa de Los Reyes.

— ¡¿Qué?!.. eso es imposible, y tú lo sabes, pídeme cualquier otra cosa, porque soy capaz de conseguirte hasta la misma corona de la Reina Isabel.

— ¡¿Ah caray?!.. Eso suena muy tentador.. cómo me veré Yoo... Felipe Daniel, con una corona en la cabeza... Divino...  ¡Pero nooo! .. quiero la pintura que está en el Gran salón de la casa de los Reyes. 

— ¿Y como pretendes que yo te la consiga? ¿Qué se la compre? Sabes cómo es Reyes... además yo no lo soporto, y créeme que yo sería al último al que él, le quisiera vender una de sus grandes obras de arte, que tiene el muy cabrón, porque también me odia.

— Los dos son un par de viejos exagerados.

— ¿A quién le estás diciendo viejo? 

— ¡Pues ya no tienes 15 años papá! —mencionó Dany sentándose en el sofá, y cruzándose de piernas.

— En serio Daniel pídeme cualquier otra cosa, nada que tenga que ver con Benjamín Reyes.

— Quiero esa pintura, y los cinco pares de mocasines sino, no hay trato. —dijo seguro.

— ¿Qué te parece si tú le hablas a Reyes?  y le dices que te venda la pintura, y yo con gusto te doy el dinero.

— No puedo hacer eso ratón, porque va a terminar por regalármela.

— Ya ves... Así está mejor, yo me ahorro el dinero y tú tienes tu pintura.

— Le eh quitado como 12 pinturas, ya no le puedo quitar más..  me da pena ser tan abusivo, por eso quiero que tú me la consigas. 

— No... cuál abusivo, si tiene más dinero que el mismo Elon Musk, para el es como si le quitaras un pelo a un gato.

— Pues quiero esa pintura. —mencionó Dany rabioso.

Colin solo pasaba sus manos por su rostro y cabello con frustración, ya qué las cosas entre Benjamín Reyes y él nunca estaban bien.

— Daniel en serio eso es imposible.

— No entiendo porque se odian tanto.

— Te parece poco que me haya secuestrado el muy maldito, y que por poco me mata.

— Aaaah.. bueno... pero ese fue un mal entendido, y ya pasó hace mucho tiempo, ya se arregló, no debes de ser rencoroso ratón.

— Un mal entendido que por poco y me cuesta la vida, así que no pienso discutirlo más, yo con Reyes no quiero tener ningún tipo de trato, pídeme otra cosa. 

— Pues entonces no hay trato. —dijo Daniel muy convencido, viendo la cara de Colin de asombro, donde no podía creer que le estaba negando su ayuda.

— !!Aaaah!!.. está bien, voy a ver qué puedo hacer, pero ay de ti, que llegue a pasar algo, te voy a hacer responsable solamente a ti... sí ese cabrón y yo nos partimos la madre. —amenazó Brown.

— Eso sería fantástico, me gustaría verlos cómo se agarran a trancazos, tal vez y eso es lo que necesitan, para que ya limen sus perezas —pronunció Daniel divertido.

— Y eso que eres mi amigo... que digo mi amigo, casi, casi mi hermano... qué puedo esperar de otra gente. —mencionó Colin Brown ofendido.

— Aunque eso puede llegar a ser peligroso, porque ese pelafustán de porquería está loco de su cabeza, y si es capaz de ponerte una recia, que no te la quitan ni el santo padre.

— Ni que yo estuviera manco, para andarme dejando. —dijo Colin Brown seguro, dándole un trago a su copa de vino.

— Por sí o por no, mejor hablando se entiende la gente, no quiero ser el culpable de que Lupe se quede viuda. —le dijo Daniel aguantándose la risa, viendo la cara enfurecida de Brown.

— ¿Cuándo vas a empezar a trabajar, para que Cristian regrese a la casa? —preguntó cambiando el tema.

— Ahora mismo. —dijo con una sonrisa, buscando en su bolso el celular.

Daniel empezó a checar sus contactos, hasta que hizo una llamada esperando que del otro lado le contestaran, todo a la atenta mirada de Brown.




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