Mi Tío al Rescate (serie Brown)

Capítulo 20★ Edición especial★

 

 

PASADO:

 

Hospital general Albany

 

 

—Buenas noches señorita, ando buscando algún familiar del abogado Sandro Makris. —preguntó Dany a la recepcionista.

—Por el pasillo están las salas de espera, en la sala número 4, ahí se encuentran los familiares del señor Makris. —contestó la mujer amablemente.

Dany siguió las indicaciones que la señorita le dio, yendo hacia la sala número 4 encontrando a dos personas mayores, y a un hombre joven.

—¡Buenas noches!. Estoy buscando a Alan Makris. —preguntó Dany, jugando con el pequeño maletín que traía entre sus manos.

—Alan al escuchar su nombre, fue a su encuentro tendiéndole la mano, para saludarlo con educación.

—¡Buenas noches!. Yo soy Alan Makris. ¿En qué lo puedo ayudar. —preguntó el apuesto muchacho.

Daniel por supuesto recibió su saludo, estrechando su mano.

—Soy Daniel amigo de Isabella. ¿Puedo hablar con usted en privado?. —añadió Daniel, aún tomados de las manos.

Alan lo observó curioso con una amplia sonrisa, y lentamente le soltó la mano.

—Claro que si, vamos a la cafetería. —dijo con una sonrisa, le hizo una seña para que se adelantara, y le abrió la puerta con educación.

Avanzaron por el pasillo en silencio, cuando llegaron se dirigieron hacia una mesa, y Alan con educación le ofreció la silla, para que tomar asiento.

Dany con una sonrisa lo aceptó, observando donde Alan se sentó frente a él, y de inmediato colocó el pequeño maletín que traía entre sus manos sobre la mesa, ese que le iba a entregar.

—¡Y bien Daniel!. ¿Dígame en qué le puedo servir?. —le preguntó Alan con una sonrisa, sin dejar de observarlo.

—¡Bueno pues verá!. Me imagino que está enterado de todo lo que pasó, y mi amiga Isabella me dijo que le entregara esto. —añadió, deslizando el pequeño maletín por la mesa para entregárselo.

Alan lo recibió confundido y lo abrió, viendo con claridad que se trataba de unas joyas.

—¿Qué es esto?. —le preguntó con curiosidad.

—Son los obsequios que su hermano le dio a Isabella, en el tiempo que estuvieron juntos. —le respondió Daniel avergonzado y algo nervioso, al ver al guapo hombre que tenía frente a el, y que no dejaba de observarlo con una sonrisa.

—¿Gusta un café?. —pronunció Alan sin dejar de observarlo.

—Si, me parece perfecto, pero con azúcar dietética. —respondió sonrojado, empezando a jugar con los anillos de sus dedos.

—Yo también lo bebo así, y con dos de crema ligth. —dijo el elegante hombre.

—¡Eso es genial!. —le respondió Daniel, tratando de aparentar tranquilidad, cuando en realidad estaba nervioso.

Alan se colocó de pie y fue directo a la fuente de refrescos, dónde estaba la persona que atendía la cafetería, y pidió dos cafés exactamente como a él y a Daniel le gustaban.

Tomó unos sobres de azúcar y también unos de crema, colocó todo en una charola plástica y regresó hacia la mesa, colocando un café frente a Daniel al igual que azúcar y crema, después se dirigió hacia su lugar y se sentó, sin dejar de observarlo con una sonrisa.

Daniel sintió que su corazón se aceleró, al sentir su mirada oscura sobre de él, pero aún así sonrió y llevó una de sus manos hasta el café, para beber un poco.

—La verdad no estoy enterado de todo lo que pasó entre ellos, solo sé que tenían una relación. No se qué debo hacer con estas joyas. ¿Qué me recomienda hacer?. —le preguntó Alan, observándolo con una mirada coqueta, viendo a Daniel sonrojado y que no dejaba de jugar con los anillos de sus dedos.

—¡Bueno pues!. Nosotros como no tenemos nada que ver con ellos, solo hay que tratar de ayudar en lo que necesiten. Quédese con ellas, y cuando hable con su hermano el le dirá que hacer. —dijo Dany sonriendo con nerviosismo.

—¡Tienes razón!. ¿Te puedo tutear?. —le preguntó con una sonrisa.

—¡Sí, claro que sí!. Solo me puedes decir Dany. —dijo coqueto con voz suave.

—Así lo haré Dany, hablaré con mi hermano cuando despierte, ya se encuentra bien solo que está sedado, pero mañana le informaré lo que me estás diciendo, al igual que le entregaré estás joyas.

—Lamento mucho lo que pasó con tu hermano. Todo se salió de control y todo acabó mal, pero Colin tampoco tuvo la culpa, no lo estoy justificando, sé que no debió atacar a tu hermano pero es un hombre ofendido. Pero como te digo, nosotros no tenemos nada que ver con sus problemas. —pronunció Daniel con sinceridad.

—Estoy totalmente de acuerdo contigo. —le respondió con una sonrisa.

—¡Bueno creo que lo mejor es que me vaya!. —mencionó Daniel colocándose de pie…

—¡Espera Dany!. ¿Qué te parece si me das tu número de teléfono, y después te llamo para invitarte a tomar otro café, en un lugar más tranquilo y lejos de un hospital, un lugar dónde no huela a desinfectante ni a enfermo. ¿Qué te parece?. —le dijo sonriendo, guiñándole un ojo sacándole una sonrisa Daniel, por su comentario.

—Sí me parece buena idea. —le respondió buscando el celular en su bolsillo, lo desbloqueó y se lo entregó, para que agregara su número.

Alan con una sonrisa, lo tomó entre sus manos y le agregó su número, después se lo volvió a entregar, se aclaró la garganta y mencionó.

—A ver Dany mándame algo, o tímbrame, no quiero que te me vayas a escapar. —pronunció, haciendo que Daniel se sonrojara todavía más.

Daniel completamente nervioso al ver la actitud del hombre, checó su celular con sus manos temblorosas, y le dio a llamar escuchando donde el celular de Alan empezó a sonar, en el bolsillo de su pantalón.

—Ahora sí me voy. —mencionó Daniel, sin saber que hacer sonrojado y nervioso.

—¡Que te vaya bien Dany!. Me dio mucho gusto conocerte, espera mi llamada pronto. —dijo Alan sonriendo, viéndolo irse de ahí.

 

Hola mis queridos lectores… ❤️

feliz nochebuena y Feliz Navidad, les deseo a lado de sus seres queridos, rodeados de mucha salud y de mucha paz 🌲🌲




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