CAPITULO IV
Jorge después de dar las indicaciones al jefe de la vigilancia y protección del lugar volvió a la mansión y fue directo a despertar a Oliver -¡tío! ¿Qué te pasa? Hoy es sábado –párate de ahí, no crea que se me va a olvidar lo de anoche -¿anoche? ¿vino la conuquera?
–Preguntó de repente -ah, muy ansiosos… “disque no te gusta el dulce… pero si te empalaga” –no confunda las cosas tío, me aterra que vuelva –pues no has vuelto, no se ni a que hora se fue, nadie la vio salir, se fue como mismo vino, pero se que vendrá, ella no puede vivir sin ese caballo, además, al decirle que se puede enfermar, se que no dejará pasar por alto ese detalle, así que ya di instrucciones a los guachi para cuando venga… en cuanto a ti muchachito, me va diciendo que es lo que hace cuando sale por ahí de noche y sin permiso
–Lo dices como si lo hiciera siempre, solo fue anoche, lo que pasa es que unos de mis amigos cumplía años y… -Uno de tus amigos… ¿te refiere a uno de esos chicos raro con los que te estas juntando últimamente? –“que raro”, no invente tío –te lo voy a decir claro, esos chicos no son buenas compañía, no se porque has dejado de lado tus compañeros de la escuela por ellos ¿Dónde lo conociste? –Fue en la playa, pero no son malos tío, son aficionados a las carreras de caballos -¡aficionados! Pandilleros es lo que parecen –claro que no –quiero que a partir de ahora los trate de lejitos, ya no podrás escaparte por las noches, mandé a doblar la vigilancia. -¿ahora me va a convertir mi casa en una cárcel? –si, después de las 6 –en ese momento un timbrado en el celular de Jorge interrumpe aquella conversación –Dime… ah si, ya salgo, la estaré esperando donde quedamos, gracias –Jorge se disponía salir –¿ya vino la conuquera? ¿Es eso? –Jorge no contestó y salió –Oliver se quedó diciendo solo –conque volviste, conuquera… -una sonrisa placentera se dibujó en su mirada
El Doctor Jorge recibió a Fénix frente a la casa donde la llevó la noche anterior –Me alegra que estés aquí, eso me tranquiliza mucho, por ti y por el caballo –Si, pero solo me puedo quedá por tre mese Comando –me temo que es muy poco tiempo, debería hacer de este lugar tu casa –me gustaría, pero no puedo –buenos, tu sabrá, por lo menos es algo, ven voy a mostrarte todo… -ya conoces este lugar, aquí te quedará, será como tu casa, nadie te molestará, dormirás sola, pero si algo se te ofrece, alguna emergencia solo tiene que apretar este botón, es una alarma que inmediatamente lo presiona se activa, enseguida vendrán los vigilante para ver que sucede, ahora… se que estás ansiosa por correr detrás del caballo, pero debo mostrarte todo lo que será tu área de trabajo primero, quiero que conozca la empresa Happy Horses –¿Japi quee? –jaja, Happy Horses, significa Caballos Felices –ahh -veo que compartimos, ambos, un gran amor por los caballos, así que me imagino que este lugar te va a encantar, luego te dejaré con Nube, será todo tuyo –Fénix hiso una expresión confusa y luego dijo –diculpe comando, aún no me acostumbro a que lo llamen así –Empezó el recorrido:
Mira, aquí están las caballerizas, los caballos que mantenemos aquí encerrados es porque necesitan un trato especial, como nuestro amigo “Tipo” ya que se ha portado muy rebelde -él no e así, lo que pasa e que ta quillao y con razón ¿sabe? –buenos, la verdad es que nos ha dado muchos problemas
–Ella corrió a saludar a Tipo, abrió la puerta del habitáculo donde él estaba y entró, lo mimaba, daba besos y jugaba con su cabeza –ven para seguirte mostrando todo –ta, bien, epera Tipo, ahora vengo –
Jorge continuó el tour –este es el lugar donde se bañan los caballos, tu tendrás un casilleros, para que ponga los materiales y algunas herramientas que vas a usar para el cuidado del caballo, hay algunos aquí, pero, ya mañana le decimos a Tomás que te entregue los tuyos.
Aquí está el cuarto de henos, los toma de allí, si el caballo está en la caballerizas debes chequear que tenga siempre un poco en su comedero automático que está allí dentro, así como no le puede faltar el agua, también tienen un bebedero, si estás en el corral donde los mantenemos atados, es porque están en semis libertad, hay que controlarle la comida, así que si llegas a estar allí tendrás que llevarles el henos según se te indique ¿de acuerdo? –ella asintió con la cabeza -no le puede faltar agua –Mi tipo, lo que comía era yerba y eso lo mantenía redi –es posible, el heno es para los caballos que tenemos en observación, los que mantenemos encerrados en las caballerizas y lo que mantenemos atados en el corral, hay muchos que los dejamos en el campo, libres, con sus yeguas, estos comen pastos, tenemos muy buen pastos aquí, éstos no necesitan tantas atenciones, solo cada cierto tiempo se traen y se controlan, aquí todo está en orden, hay un lugar para cada cosa, hay algunos corrales individuales que son para las yeguas preñadas, allí pueden dar a luz libremente, si hay algo que les encanta cuando están a punto de parir, es la soledad, por eso tienen un lugar especial, donde paren solas, pero al mismo tiempo son monitoreadas sin que ellas se den cuenta, por si el parto se complica –eto ta vacanísimo, jamá vi tanto caballo junto Decía Fénix muy entusiasmada –si, veo que no me equivoqué, te gustan mucho los caballos –¡oye! Me gutan pilas, son muy tierno, buenos panas y no traicionan –si, yo particularmente soy muy celoso con mis equinos -¿con… su equina? –Preguntó Fénix con extrañeza -jaja… -con mis caballos.
Editado: 09.08.2018