Mi triste historia romántica, entre otras cosas.

El amor de mi vida

Al día siguiente de la apuesta, estaba muy emocionada porque claramente había ganado y obtendría un beso de ella, mi primer beso de una mujer; pero no me hice muchas ilusiones, no quería emocionarme por nada, ella tenía novia y a mí nadie me aseguraba que yo le gustara o que ella quisiera besarme a mí, solo estaba la pequeña posibilidad de que eso sucediera. Pero ¿me ilusionaría? ¿Enserio ella me quería? ¿Porque hablaba conmigo de esa forma si tenía a su novia? Y yo solo era ‘amiga’ de su novia si aún tenía derecho a llamarme amiga.

El lunes llego después de un largo fin de semana y por fin me dieron las 12:00 p.m., tome el camión que me llevaba a la prepa, no podía contarle a nadie mi felicidad, nadie sabía de mis gustos y no esperaba que nadie lo supiera no quería que actuaran de una manera depresiva; porque ya me había pasado en la secundaria al contarle a unas compañeras y esperando su aprobación me gane su desprecio y que me dejaran de hablar. Tome la primera clase todo estaba bien por poco lo había olvidado, casi olvidaba mi felicidad de ese día. Salimos tarde pero teníamos hambre mis amigas y yo, fuimos a la cafetería por algo para comer, la cafetería era un cuarto lo suficientemente grande para que adentro cupieran 6 mesas con sus respectivas sillas y un cooler medio usado que estaba en una de las paredes colgado y solo tiraba aire frio para cuando se llenaba y que era temporada de verano, a nadie le gustaba comer ahí adentro con el calor insoportable por tanta gente respirando el mismo aire. Una vez que salimos de la cafetería comenzamos a caminar por la escuela sin rumbo, al menos yo esperaba encontrármela y mis amigas querían caminar para distraerse un pequeño momento antes de tener que volver a entrar al salón, al casi terminar la vuelta íbamos de regreso a la cafetería cuando a lo lejos mire una silueta muy parecida a la suya me sonrió y me llamo para que platicáramos, les dije a mis amigas que se adelantaran que ahorita iba a subir al salón.

  • ¿tienes clase o podemos hablar?
  • Tengo clase pero claro que podemos hablar, es más si quieres podemos caminar en lo que charlamos.
  • Claro

Y comenzamos a caminar sin rumbo en lo que todos los de la escuela entraban a sus salones, al fin todos se habían metido y ella me dijo que fuéramos a unos arbustos que estaban afuera de los laboratorios porque quería mostrarme algo que estaba ahí y yo todo una niña ingenua acepte.

  • Mira, te acuerdas que me hiciste perder la apuesta – dijo karolina-
  • Yo no te hice perder nada, tu sola aceptaste un equipo que iba perdiendo.

Ambas nos quedamos calladas porque no sabíamos que decir, y me di la vuelta porque unos chicos gritaron al fondo donde estaba la cancha, cuando volví hacia donde estaba karolina paso lo más hermoso que en mi vida me pudo haber pasado, ella estaba ahí enfrente de mi besándome, lo único que podía pensar era que mi primer beso de una mujer había sido de ella, y me sentí inmensamente feliz que me olvide por completo de todo lo que nos estaba rodeando, sentí una paz interior, me sentí amada, y muy feliz.

  • Quieres ir a caminar – dijo karolina-
  • Claro que sí.

Yo solo sabía que quería estar con ella, para platicar, para sentirla, para lo que fuera pero quería sentir su presencia. Al estar obscureciendo nos sentamos en unas escaleras pequeñas donde no había nadie.

  • ¿Sabes que pronto me iré a la universidad, verdad?
  • No me recuerdes mis desgracias.
  • Pues, me iré a otra ciudad, no quiero ni puedo estudiar aquí, lo que quiero no está aquí.
  • No me gustaría que te fueras

Después de decirle eso, me acosté en sus piernas y comenzó acariciarme mi pelo, y me dio otro beso. Yo me olvidaba del mundo cada vez que ella me besaba. Y me repetía una y otra vez que se sentía culpable por hacer eso cuando ella tenía novia y era mi amiga, pero le seguía repitiendo que no se iba a enterar, que nadie tenía que decirle porque nadie nos miraba. Me senté aun lado de ella y la abrace, le sonreí y le pedí otro beso cuando termino de dármelo le dije al oído con la voz medio quebrada

  • No quiero que te vayas nunca de mi lado., pero ella no respondió y solo me abrazo.

Los días pasaban cada vez hacia más por estar conmigo, por irnos juntas en el transporte, inclusive una vez me presento a su hermana ella tenía una tienda en donde vendía ropa por el centro de la ciudad cerca de mi casa, la tienda era grande, y ahora cada vez que la miraba tenía un pretexto para saludarla y hablar con ella.

Cada día que transcurría era un día más en donde me ponía muy feliz verla y me ponía celosa verla con su novia cuando se iban juntas, pensé que ella la dejaría por mí, pero claro que no! Porque habría dejar a su novia por alguien con quien solo se divertía así que eso jamás iba a pasar.




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