Mi ultima lagrima

Capitulo 22

Daniel Gabao

Me despierto en mi cama por el ruido que los vecinos tienen, miro la hora y me doy cuenta que ya es bastante tarde, no recuerdo ni a que hora regrese. 

Intento volver a dormir, pero el ruido en el baño me pone alerta.

Mierda sigue aquí. 

Escucho la puerta abrirse y cuando abro los ojos lo veo enfrente mío con solo una toalla alrededor de la cintura y me doy cuenta que yo solo estoy en bóxer. 

— Hola— me saluda y aparece su gran sonrisa, ¿Cómo puede estar tan animado?— Espero no haberte despertado. 

— No lo hiciste tranquilo— se comienza a cambiar y me doy cuenta que lo estoy mirando demasiado así que comienzo a mirar al techo.

— Perdón por usar el baño sin pedir permiso. 

— No hay problema— casi no hablo porque me duele demasiado la cabeza y aun estoy procesando lo de anoche. 

— Por cierto, una chica vino a buscarte, se llama Alexia creo— dice y automáticamente lo miro—. Le dije que aun estabas durmiendo y dijo que regresaría mas tarde. 

— Mierda.

— ¿Es tu novia?— pregunta preocupado— Si la engañaste no quiero tener problemas con nadie.

— No es mi novia— aseguro— No tendrás problemas con nadie. 

— Okey— termina de ponerse los zapatos— Por cierto lo de anoche estuvo demasiado bien— sonríe y no puedo evitar hacer lo mismo. 

— Si, estuvo muy bien. 

— Me tengo que ir— camina hacia la puerta— Adiós Daniel— termina de salir de mi cuarto y escucho que sale de la casa.

Me quiero quedar un rato acostado, pero siento la necesidad de hablar con Alexia. Me doy y un baño y cuando termino voy a su casa, antes de acercarme lo suficiente me aseguro de que ella este sola y cuando estoy casi seguro me salto la reja, los perros ladran al verme, pero después se tranquilizan, voy al segundo piso y justo esta entrando a su cuarto.

— ¿Qué haces aquí?— pregunta y se acuesta en su cama— Pensé que estarías muy cansado después de lo de ayer. 

— No se de que me hablas.

— Claro, no sabia que te gustaba jugar con espadas, Daniel— ríe y le tapo la boca y me subo en ella.

—  Basta, solo fue una vez— le quito la mano de la boca para que pueda hablar. 

— ¿Te gusto?

— Era bastante lindo de hecho— se a que se refiere, pero hablo del chico. 

— Se que era lindo lo vi, pero no me refería a eso.

— No estuvo mal, pero no lo volvería a hacer y este es el fin del tema, jamás paso. 

— ¿Por que? no tiene nada de malo, solo lo hiciste para experimentar, ¿Cierto?

— Si— solo fue para experimentar.

— No deberías avergonzarte, solo disfrutaste de tu sexualidad— la miro— Por cierto Amaia esta molesta porque anoche ya no le respondiste.

— Estaba ocupado no podía responder. 

— Dile eso a ella. 

— ¿Por que estas sola? 

— Mis papas fueron a comprar unas cosas y no quise ir como siempre— responde— ¿Te puedes sentar a lado y no encima de mi o no te puedes sentar?

— Basta— digo riendo y me quito de encima— Tengo mucho sueño. 

— Es muy lógico. 

— ¿Me dejas dormir?

— Me encantaría, pero no se a que hora lleguen mis padres.

— Hoy te vas a tu casa, ¿Cierto?— asiente— ¿Te puedo acompañar?— asiente una vez mas— Mejor me voy antes de que lleguen, me avisas cuando te vayas.

Regreso a mi casa y me duermo el resto de la tarde.

 

Me despierto por el ruido de mi celular sonando. 

— Mande— respondo. 

— Ya me voy. 

— Te espero en la siguiente calle— termina la llamada y yo salgo de mi.

Espero a que ella llegue, ya anocheció bastante, hace mucho frio y comienzan a caer algunas gotas de lluvia, no sera buena noche. 

— Hace mucho frio— dice cuando llega y veo que tiene un vestido y no trae suéter. 

— ¿Cómo no vas a tener frio?— me quito mi suéter y se lo ofrezco— Toma.

— Ya vámonos es tarde— dice mientras se pone el suéter y cuando termina comenzamos a caminar.

Casi nunca voy a su casa por su hermano, el casi todo el tiempo esta acompañándola a ella así que la mayor parte del tiempo que paso con Alexia es cuando viene con sus papas.

Seguimos caminando hasta llegar a la calle en donde se encuentra su casa, no llegamos hasta esta, nos detenemos unas cuantas casas antes.

— ¿Estará tu hermano?

— No lo se, ¿Por que? 

— Es que quería pasar a tu casa y pasar el tiempo.

— Ya es tarde— sonríe y asiento— Voy a ver si esta, ahorita regreso. 

Veo como se va a su casa y después de unos minutos me manda un mensaje diciendo que no esta así que voy hacia su casa.

— Deja me cambio— va hacia su cuarto y yo me quedo en la sala.  Espero unos minutos y regresa con la pijama puesta y despeinada.— ¿Quieres comer algo?— asiento, no he comido nada en todo el día— Te puedo ofrecer cereal con leche— dice con una sonrisa y no puedo evitar sonreír. 

Me entrega un tazón y se sienta a mi lado, mira al techo y se comienza a tocar los dedos , se que lo hace cuando esta nerviosa o pensando en algo y ahora mismo esta haciendo ambas.

— ¿No vas a cenar?— pregunto y me mira.

— No tengo hambre— mentira, pero la dejo pasar.

— ¿En que piensas?

— En nada— y de cierta forma es verdad, cuando no esta ocupada su mente se llena de pensamientos, pero a la vez no esta pensando en nada.

— ¿Qué pasa?— pregunto cuando noto que aun me mira. 

— Nada— vuelve a responder, dejo el tazón en la pequeña mesa que esta al frente y me siento enfrente de ella.

— ¿Dónde estas?

— Aquí— realmente no esta aquí, pero noto un cierto brillo en sus ojos. 

Me acerco a ella esperando a que se aleje como todas la veces anteriores que lo intente, pero la diferencia es que esta vez no se alejo y sucedió. 



#4474 en Joven Adulto

En el texto hay: drama, drama -romance

Editado: 22.10.2021

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