Mi Última Voluntad Antes de Decir a Dios

Capitulo 3

La cena estaba muy aburrida, pero ella me seguía viendo como algo raro, como si yo no tendría que pertenecer a esta familia, le iba a decir algo como que me deje de ver o algo, pero me interrumpió una pregunta que hizo su familia.

-¿Y dime luckas conoces a nuestra hija ? Ya que  mira mucho desde que llegamos-

-Si la conozco, ella me habló durante una hora y media en clase desde que entró-conteste mientras mientras dejaba el vaso arriba de la mesa y procedía a mirar al padre para ver su fracción

-¿En serio? Mi vida eso no me contaste, que conociste a alguien tan bueno-

-No se los presente porque él es una persona horrible- dijo ella dejando asombrados a sus padres

-Hija no tenes q…-su madre le estaba regañando cuando mí hermana la interrumpió 

-Tranquila niña, el es así todo el tiempo y más con personas normales como vos..- 

-¡Emili!-exclamó mí mamá para que no cuente más nada

-Pero es la verdad-dijo mí hermana sin preocuparse de las personas que estaban ahí- Desde que paso eso-

-¡Ya basta Emili!- contestó mí madre haciendo que allá un silencio largo hasta que terminamos de cenar.

Cuando ya se levantó todo lo de la mesa, y todos se retiraron al comedor, mí madre se hacerlo a mí:

-Hijo, se que no te agrada la gente, pero estas personas son importantes para el negocio ya que puede ser un futuro socio a la compañía; así que te pido por favor que te lleves a hacer algo con esa chica mientras hablo de negocios ¿puedes?-

Acepté sin pensarlo, ya que sabía que era importante para ella esto. Entonces me acerqué a Angel y le dije que vayamos a otro lado, al principio no quiso, hasta que la convencí y nos fuimos a mí cuarto.

 Ya en el cuarto, ella se sentó en una silla y me miró muy enojada, tardó un rato en formular la pregunta que me quería hacer, aunque yo ya sabía que iba a preguntar, e hizo la pregunta que todos hacen:

-¿Como sabes de mí hermano?-

Suspiré y le dije -mira ya te lo dije- me agarre la cabeza y me apoye en la pared- veo a los muertos, personas que ya no están-

Su cara ya no era la misma de los demás cuando hablaba de eso, sino que era una cara de alivio y fascinación.

-¿Y cómo lo haces?- dijo ella

-Yo no hago nada, solo es una maldición - contesté agobiado

-No creo, si el señor te lo mandó fue por algo ¿no?- dijo ella sin preocupacion

-Si me lo mando para fastidiar y pagar una deuda-

-Yo creo que él no quiere fastidiarte, además ¿que deuda podes tener con el?-pregunto 

-No importa cual es mí deuda, pero tú señor o dios o como quieras llamarlo, le encanta fastidiarme entonces me mandó esto para ayudar a la gente muerta así ellos descansan en paz y yo pago mí deuda- le contesté cansado, pero me asombro como ella me miraba, no me miraba asustada sino atenta.

-Y bueno, pero hay algo que no me queda claro- dijo tragando saliva y tomando aire para hacer una pregunta que se le hacía un nudo en la garganta -¿por qué te tocó ayudar a mí hermano? y ¿por qué él no descansa en paz?-

-Mira, yo no elijo a quien ayudar, así que nosé porque él apareció, pero lo que sí sé es que el no descansa en paz porque decidió quedarse acá a cuidarte o hay algo que no cumplió en la tierra- contesté mirándola fijamente tanto a ella como a él

-Entiendo, ¿entonces lo ayudarás?-me pregunto emocionada

-¿Que?, no- dije exaltado- yo no ayuda ni a suicidas ni asesinos-

-Te entiendo lo de los asesinos, pero¿Por qué no a los suicidas?-me contestó levantándose de la silla rápidamente

-Vos sabes lo frustrante que es ayudarlos a ellos, sabes cuántas cosas dejan sin hacer en tierra, cuántas misiones ¿eh? Tu no sabes lo que es eso…-estaba contestando cuando me di cuenta que ella puso sus ojos en lágrima.

Nos quedamos en silencio un buen rato cuando ella volvió a hablar:

-El.. el estaba bien la última vez que lo vi, ¿que podría dejar en pendiente?- preguntó secándose las lágrimas 

-Ni idea, a veces la muerte es rara, pero podemos hacer algo- le dijo tratando de calmarla.

-¿Que?-

-Puedo preguntarle que porque está acá y así tu lo sabes y después vemos lo que pasa ¿te parece?-dije medio animado 

Como tenía que hablar con él me senté en el piso, mientras ella me miraba raro, predio un incienso y comencé a decir unas palabras

-Potesne mihi dicere cur hic sis?- pregunté en latín.

-Iustum est quod pollicitus sum eam semper custodire, omnes meas missiones iam complevi- contestó esa alma, y dejándome asombrado

Entonces me despedí de él, apague el incendio, y la mire a ella que estaba asombrada:

-¿en qué idioma hablas?-pregunto confundida

-En latin-dije sin preocupación -resulta que una vez muertos hablamos la lengua madre de nuestro idioma, en teoría el español sale del latín, así que si naciste en algún país que su idioma se originó del latín, cuando seas fantasma hablaras latín ¿entendés?-




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