Mi Ultimo Deseo es Amarte (editado)

Capitulo 4: La noche desagradable

No sabía que hacer estaba desilusionada por mis padres, tenía que ir a trabajar y después ese hombre estaría en un creo restaurante La glorieta, bueno empecé a trabajar, esté día sentí muy corto, será porque salí muy temprano, estaba saliendo del ascensor para dirigirme a mi departamento a terminar mis quehaceres y después cambiarme, iba caminando entre la calle de la empresa, pero debía sacar el dinero del pasaje para el autobús, me quede inmóvil sacándolo cuando de repente alguien paso sobre mí golpeándome como si lo hizo de intención, mire en todas partes y lo encuentro a él mirándome de frente con sus ojos negros y sus cejas fruncida.


-Tú, nunca me dejas de causar problemas idiota. – Me dijo casi acercándose como si me quería dar pero gracias a la gente es que no lo hacía, no le dije nada solo lo mire con mala cara y me retire a la parada. Realmente no quería amargarme la vida, así que fui directo a casa.


Hice el quehacer, cocine mi almuerzo de mañana para solo calentarlo el día siguiente, me fue a mojar el cuerpo y me amarre el cabello para no mojarlo, me hice una trenza francesa, me coloque un vestido color azul cielo, que me gustaba mucho y solo por complacer a mis padres valía la pena, de último me puse unas zapatillas negras; ya era la hora y tenía que ir, pero no sabía cuál restaurante era, solo conocía la calle pero bueno salí del departamento y me guie si veía un letrero que dijera el nombre del restaurante.


Llegue e hice lo que quería hacer y de verdad funciono, vi el letrero pero al mirar abajo me di cuenta que era un antro, por qué me pasan estas cosas, a mí no me gustan ir a estos lugares ya que soy alérgica al alcohol pero solo por complacer a mis padres como siempre y de costumbre, al entrar vi a muchas personas que bailaban y tomaban, apestaba a cigarrillo y si no me equivoco también mariguana, no entiendo por qué mis padres no le dijeron al chico que a mí no me gustan estos lugares, entonces ahí donde me di cuenta, no, no puedes ser debo irme de inmediato; mis padres que les pasa, están psicópatas o que, entendí que me querían llevar lejos con esto, pensaron que no lo analizaría por algo soy ingeniera, cuando iba subiendo las gradas de la salida, oí mi nombre que decía un hombre.


-¿Eres tu Jessica? – Pregunto con aceptación - ¿la de los padres Díaz? – Asentí con la cabeza – ven aquí esta nuestros puestos.
-¿Cómo te llamas? – le dije porque realmente no sabía su nombre.
-Mi nombre es Carlos – dijo acercándose a mí un poco, en seguida su aliento me llego y se sentía el alcohol, si me pasa algo esto será culpa de mis padres.
-¿Por qué no elegiste otro lugar? – pregunte dudosa - ¿pensaba que sería un cita?
-Me gustan los lugares así – afirmo con una carcajada – y si es una cita.
-Te confirmo desde allá, que solo estoy aquí porque mis padres me suplicaron – me miro muy curioso, resaltando sus ojos negros – así que si pensabas hacer otra cosa, lo dudo.
Se ríe como si estuviera diciendo un chiste pero en seguida afirmo un si con su cabeza. Nos sentamos en unos asientes cerca de una mesa donde servían las bebidas.
-¿Quiere un poco de alcohol Jessica? – dijo Carlos con su mirada de cachorro, caía mal como me trataba como si ya me conociera.


-No, gracia no me gusta el alcohol. – le repetí varias veces que no ya que insistía, me di la vuelta para ver en mis alrededores cuando escuche mucho escándalo de gritos y risas, solo recordé aquella vez que le di duro al hijo de jefe pero cuando vi de dónde provenía el ruido, eran los mismos amigos de Jackson, los reconocí bien porque se burlaban de mí cuando él me molestaba. Pero no lo miraba a él, sin duda solo estaban ellos.
-¿Qué haces aquí idiota? – Oí una voz casi susurrada en mi derecha, voltee y me encontré con Jackson. Quien me miraba enojado pero sus ojos negros se iluminaban con el brillo de las luces del antro.
-Yo estoy donde me dé la gana – respondí frunciendo mi cara. Carlos en seguida dijo.
-¿Jessica lo conoces? – Jackson mira a Carlos con rabia.
-Sí, lastimosamente.
-¿Y ese idiota es tu novio? – pregunto Jackson con una mirada seria queriendo saber con ganas.
-Oye – dijo Carlos enojado - ¿Qué te pasa?
-Se ve que son iguales de estúpidos. – Carlos se levantó queriéndole dar un golpe a Jackson pero solo lo amenazo.
-Carlos tranquilo – le dije con una sonrisa, no quería hacerlo sentir mal por eso le sonreí, vi a Jackson que me miraba riéndose un poco. – sabes, acaba de decirme a mí también estúpida, pero sabes que hago.
-¿Qué haces Jessica? – respondió dudoso Carlos de lo que diría. Mientras que el hombre Jackson nos miraba furioso.
-Solo lo ignoro, ¿sabes? Por qué sé perfectamente que hombres como el – señalo a Jackson queriendo saber qué le diría. – solo lo hacen para llamar la atención.
Mire a Jackson enojado, imaginándome que se le salía fuego de la nariz.
-¿Si quieres Jessica, nos vamos de aquí? – pregunto Carlos y asentí alegremente.
Dejamos a Jackson, mientras que nosotros salimos para ir a otro lado, sabía que Carlos estaba muy borracho porque hablaba como uno de ellos. Ya era muy tarde y le dije a Carlos que ya me iba le agradecí, pero cuando ya iba a dar mi primer paso el me agarro del brazo.
-No te vayas – dijo con una sonrisa – porque no pasamos las noches junto. – me quede pálida por lo que había mencionado, en seguida lo negué con mi cabeza.
-No, ya te dije que no esperes más de esta cita. – quería irme pero él me agarro fuertemente con sus brazos al alrededor de mi cintura, yo lo golpeaba fuertemente el pecho para que se quitara era imposible, así que quería hacer la misma técnica que le hice a Jackson, pero cuando se la iba a hacer, alguien lo golpea la cara tirándolo al suelo sin poder levantarse, al voltear veo a Jackson mirando mi expresión a lo que había hecho.
-Como siempre eres una estúpida. – respondió enojado y sus ojos brillaban como si estuviera asustado.
-Disculpa, pero no necesitaba tu ayuda. – respondía confundida.
-Ah no, ¿Por qué no hacías nada al respecto? – dijo con carcajadas, jamás lo había visto riéndose de esa manera, la mayoría de las veces solo enojado pasa.
-Ya se te olvido que te di tu merecido aquel día, y sin ayuda de nadie, pues…. – Carlos se viene levantando pero cuando intentaba le di una patada con fuerza para demostrarle que si puedo defenderme. – Ves, puedo hacerlo sola.
Me retire para irme a mi casa pero Jackson me detuvo agarrándome del brazo.
-¿Qué quieres? – le pregunte con un coraje, me mira y no me dice nada - ¿Qué tengo algo en la cara o qué? – después volteo a ver abajo en mi brazo y cuando miro donde él miraba, vi un rasguño, me quede pensando a donde me lo había hecho pero no recordé, quizás fue cuando Carlos abusaba de mí. – es solo un rasguño ya me lo voy a curar, ahora suéltame.
Él no me soltaba, pero vi que con la otra mano sacaba detrás de su pantalón un pañuelo negro, y me coloco en mi brazo cubriendo la herida, solo miraba sus ojos brillosos, este Jackson de repente cambia su forma de ser, no sé si tiene doble cara pero bueno.
-Bueno muchas gracias pero ya debo irme. – mire su cara y cambio de repente con enojo.
-Vete, no tenías que decirme. – solo lo escuche lo que dijo y me fui en seguida caminando por toda la vereda hasta llegar mi departamento; me iba a ir a costar pero recibí una llamada y por casualidad era mi padre. No quise contestar y me fui a costar, estoy muy enojada por lo sucedida, nunca pensé que me hicieran pasar eso.
 




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