Capitulo 7: No te confundas

Al despertar cuando sonó mi alarma, vi que Jackson ya no estaba en el lado donde habíamos acordado, tal vez se había ido con su motocicleta, me encogí de hombros y le puse menos importancia, era mejor que se fuera, pues me tenía harta con su forma de querer manipular a las personas, me incorporo para levantarme de la cama e irme a bañarme y a cambiarme después; oí un ruido afuera de mi casa cuando ya estaba lista para irme a trabajar, baje en seguida y encontré a Jackson echando gasolina a su motocicleta, sin su chamarra y solo con su camisa blanca, no negare que se miraba atractivo con su motocicleta. Pero ahorita la pregunta era… ¿Por qué aún seguía aquí?

-¿Qué miras? – Pregunto Jackson con una seriedad hacia mis ojos, le negué aunque no fuera una pregunta con esa respuesta, rueda los ojos y se dedica a ver su moto de nuevo – creo que me iré.

-Bueno, de todas maneras también ya me voy – el me miro como me iba alejando mientras que las manos las tenía ocupadas haciéndome una cola alta con una coleta, tenía que ir a la parada de autobuses, pero me detuve al recordar que los autobuses no estarían hasta en la tarde, no sabía qué hacer en ese caso, no podía ir caminando porque llegaría tarde sin duda, entonces me di cuenta que había una persona que me podía ayudar en este caso aunque no quiera hacerlo, tuve que regresarme para pedirle a Jackson que dejase. Estaba todavía mirando su motocicleta, me arme de valor para decirle.

-Pensé que te habías ido – dijo un poco serio, sin mirarme.

-Sí, pero recordé que los autobuses no estarán hasta en la tarde.

-¿Entonces? – pregunta cuestionándome como si no supiese lo que le pediría.

-Me podrías ir a dejar, te prometo que ya no te vuelvo a molestar. – Jackson se quitó de su motocicleta y me observa frunciendo el ceño, se dirigió a mí lentamente, cuando se encuentra en frente de mí, se inclinó para verme mejor ya que soy un poco pequeña para él.

-¿Crees que ya no me vas a molestar? – mis ojos se plasmaron de los nervios, se inclinó más hacia mí; haciendo que me quedara paralizada. ¿Por qué me pongo nerviosa?

-¿Qué dices? – pregunto apenas pues hasta la lengua se me dormía en ese momento, me agarro del mentón con solo su dedo pulgar y su índice, ante ese acto una corriente atravesó todo mi cuerpo.

-¿Qué si ya no me vas a molestar? – se acercaba a mis labios y eso solo significa una cosa, mi primer beso pero… Hay un pequeño error, obviamente no será con él ni con nadie.

-Sí, no lo creo que te necesite más – respondí alejándome de su agarre un poco nerviosa. – si piensas otra cosa de mí, no te confundas solo somos amigos.

-Yo nunca pensé otra cosa y ni siquiera somos amigos – Se quitó de mí con una seriedad que hace poco no lo tenía, solo me encogí de hombros pues me alegra saber que ni siquiera me toma como una amiga – súbete, está bien te dejare en la empresa.

-Gracias – Jackson se subió, al igual hice lo mismo, hice lo mismo que ayer, agarrando de su chamarra que ya se la había puesto con solo algunos dedos. Movió su cabeza para atrás para ver como estaba, de repente sentí como agarro mis manos para que se las colocara en su abdomen, me puse más nerviosa, quería quitar mis manos de ahí pero me sentí segura, su cadera es muy larga que tenía que acercarme a él para recostarme en su espalda cálida. En seguida nos dirigimos a la empresa, no hablamos nada ya que tenía una presión demasiado grande pero a la vez sonreía, sentía algo hacia el pero no sabía por qué, después recordaba lo que había vivido hace años, mi miedo al no querer tener pareja pues hay familiares que sufrieron infidelidades.

Al llegar allá, Jackson paro su motocicleta para que bajara, le agradecí con todo mi corazón lo que había hecho por mí. Me despedí y solo asintió con la cabeza, solo vi cómo se alejaba más de la empresa, agradecía que no hubiera nadie afuera para que no se llevaran una mala impresión de mí, sabiendo que es el hijo del jefe; cualquiera mujer y más Susana me hubieran llamado “Zorra”, aunque no tuviera nada que ver con Jackson. Entre a la empresa y fui al escritorio de Elizabeth quien estaba contenta, me preguntaba por qué, hablamos muchas cosas y como siempre me retire a la hora precisa a trabajar, estaba distraída en transcurso de la mañana y la tarde, solo podía pensar en Jackson, no creía que se hubiese enamorado de mí, no lo creo tal vez solo me quiere utilizar para sus cosas personales, estaba segura así que de ahora en adelante me alejaría de él para no llevar malas impresiones a mi vida y a la empresa. Salí como siempre del trabajo a agarrar el autobús, estaba feliz porque al fin tenía una semana de trabajar, jamás me había sentido tan alegre, me despeje para poder tomar una decisión de poder ir donde mis padres, ya los había perdonado por lo que me hicieron aquel día, así que fui a la casa, mientras iba en el autobús saque mi celular y mis audífonos para escuchar muchas canciones, mis favoritas eran de Tini, sus canciones como “por qué te vas” y “suéltate el pelo”, eran mis favoritas, aunque no creo en el amor; no negare que me gustan imaginarme cosas bonitas con un chico pero después despierto para dar la realidad de la vida que no todo es como un cuento de princesas, miraba en la ventana para poder ver y dejar ahí mis pensamientos, suspiraba cada minuto soñando con mi vida llevarse mucha sorpresa, sé que es ridícula pero es una buena forma también para desahogarme.

Al llegar donde mis padres, me abrazaron angustiados ya que no contestaba sus llamadas por lo enojada que estaba, les conté todo lo que paso con Carlos quien es un desagradable chico.

-Lo siento Jessica, nunca pensé que hiciera eso – dijo mi madre arrepentida, se le miraba en sus ojos, en seguida la abrase para tranquilizarla.

-No se preocupen ya paso – mi padre también se miraba sorprendido y preocupado, hasta que dijo.
-¿Hija te puedes quedar aquí hasta mañana si quieres? – dijo mis padres con una carita de angelito, no podía negarme.