Narra Jessica.
Acabo de confesar mi amor por Jackson, miraba en sus ojos una felicidad, sé que me ama con tantos deseos, él se está acercando a mí con lentitud, se acerca para darme un beso y no se lo negare ya que necesito sus labios.
Cierro mis ojos para esperar ese momento que tanto ansió, hasta que un fuerte rayo cayó casi cerca del hotel, haciendo que abrazara con fuerza a Jackson por el susto que provoco.
-¿Qué pasa amor? – dice Jackson entre risas.
-Me asuste – exclame siguiendo abrazándolo.
-No te preocupes, yo te protejo – me dice con ternura, me alejo de Jackson.
-Me tengo que ir – hablo mirándolo a los ojos con una sonrisa – ya es muy noche.
-¿Piensas irte así con esta tormenta? – diablos, por estar mirándolo no me di cuenta de que estaba lloviendo.
-Ayyy no, entonces que hago; no me puedo quedar aquí, mañana debo ir a trabajar – digo con nervios, no puedo quedarme aquí – espera que se valla pronto la lluvia.
-Que, acaso te doy miedo – dice pero no con enojo sino con risas.
-No, la verdad me gusta estar contigo – agarre su mano para que viera que no mentía.
-Entonces, ¿quieres comer? – miraba mis ojos esperando una respuesta digna.
-No me digas que sabes cocinar – digo sonriendo.
-Claro, pero como tú eres mi novia – se acerca mucho a mi cara, para después hacer un puchero con sus labios – cocíname tu, te queda muy deliciosa tus comidas.
-Lo siento Jackson, no puedo cocinarte – en seguida entendió la indirecta pero no era nada malo, solo que su cuerpo no lo podía cocinar, comenzó a reír a carcajadas; me asombre a su risa tan guapa.
-Jessica, cocina la comida para mí – se acerca de nuevo agarrando de mi cintura para acercarme a su cuerpo – por favor hermosa y yo te ayudo.
-Está bien – respondo un poco sonrojada por su petición – pero tú lavas los trastes después.
Jackson asintió para después acercarse a mis labios, dejando un beso suave que me hizo sonrojarme más de lo que estaba, nos alejamos para tomar nuestros puestos, me dedique a hacer la cena, revise en el refrigerador y había muchas cosas, pero mejor agarre tomates ya que había visto en la cocina macarrones para hacer una deliciosa pasta, mientras hacia la salsa y hervía el agua para agregar la pasta mire al interior de la casa, donde se encontraba Jackson en un sillón mirando su celular, se miraba como un niño pequeño arre costado.
Termine de hacer la salsa y la pasta y la convine en dos platos; mire de nuevo en el refrigerador para encontrar jugos de naranja y en efecto lo encontré, en seguida llame a mi novio – se me oye extraño hablándole así pero me acostumbrare – él se levantó para después sentarse en la isla de la mesa, puse los platos y los jugos ahí para poder comenzar a comer pero antes que me sentase una mano me detuvo haciendo que volteara para ver que sucedía; veo un chico mirándome tiernamente.
-¿Qué pasa? – Pregunto preocupada - ¿Por qué me miras así?
-Es que nunca te había dicho lo que siento – dice acercando su mano a mi mejilla izquierda – pero realmente eres una persona especial para mí, eres muy hermosa.
Unas lágrimas cayeron sobre sus mejillas, nunca lo había visto llorar; ¿Por qué llora? ¿Por qué me dice esto ahora.
Realmente no sabía lo que le pasaba pero me acerque a sus mejillas, colocando mis manos a sus mejillas para poder quitar sus lágrimas, después de ese momento comenzamos a comer para irnos a dormir.
Narra Jackson.
Hay algo que nunca le he contado a Jessica pero ella me recuerda mucho a Vanessa, mi hermana; sus mismos gestos tiene pero de la belleza Jessica es más hermosa. Cenamos y después empecé a lavar los trastes como prometimos, no me tarde mucho; la tormenta no terminaba y mi novia se estaba preocupando, por suerte tengo dos habitaciones; quisiera dormir con ella abrazarla y tenerla sobre mi pecho pero dudo que ella lo desee, no soy de esa personas que demuestro el amor con sexo; solo con caricias, besos y abrazos siento suficiente cuando estoy mi chica, aunque las sensaciones no se dejan de dar.
Mi amor estuvo en el baño, para cepillarse y luego salió con su cabello recogido con una coleta, es fantástica toda ella, sus vestidos le quedan perfecto; aunque no sean muy apretados las caderas se ven bien, cualquier chico que tuviera un buen ojo se enamorarían de ella; pero que estoy pensando, espero que nadie le ponga un ojo a mi novia, porque las pagaran conmigo.
-Jackson, ¿Qué pasa? – de repente mi novia me saco de mis pensamientos.
-Nada, es solo que quiero ir a fumar un rato – cuando casi me iba, Jessica me sujeto del brazo con fuerza.
-No, cuando estoy aquí, tu no vas a fumar – dice muy enojada, que por cierto se ve hermosa hasta enojada.
-Valla, ¿y a qué se debe ese enojo? – me cruzo de brazos mirándola fijamente.
-Sabes que fumar provoca cáncer – habla cambiando su mirada de enojo a preocupada.
-Está bien amor, solo lo haré por ti – pero cuando se valla me fumare cinco, es broma.
Jessica asintió felizmente, quisiera darle un montón de besos en esas mejillas muy cálidas.
-Ven, te enseñare tu cuarto – la agarro de la mano y ella me sigue – este va a hacer el tuyo – le enseño el cuarto de huéspedes.
-Muchas gracias Jackson – dice sorprendida mirando a todas partes – bueno feliz noche, me iré a dormir.
-Ok, descansa – me acerco a ella para dejarle un cálido beso en su mejilla derecha – sueña conmigo – sus mejillas comenzaron a cambiar de color en un segundo a rojas.
Me retiro de la habitación, cerrando la puerta para que este en privacidad, tiene que descansar ya que trabaja mucho.
Me dirijo a mi habitación para acostarme en mi gran cama, este departamento más parece una suite, me quito mi chamarra, luego la camisa y los pantalones, me coloco un short para dormir así ya que aunque este lloviendo un vapor recorre todo el cuarto haciendo que haya calor; me acuesto en medio de la cama para descansar mejor.
Mis ojos se cierran para tener un largo sueño, pensaba muchas cosas mientras lo hacía, más que todo de Jessica.
Me salí de mis pensamientos al escuchar una puerta abrirse, estaba todo oscuro pero en seguida encendí la luz para ver quién era, para mi sorpresa era una Jessica con una carita de angelita.
-¿Qué sucede Jessica? – pregunto un poco preocupado.
-Es que en ese cuarto asustan – saco una media risita que hace que ella se enojó – Hablo en serio.
-¿Qué quieres que haga? – Pregunto entre risas – que te valla a espantar el fantasma.
-No bromees, solo quiero que vallas averiguar por qué me asustan – hace un puchero que me agrada.
-Claro que no – digo seriamente – mi cama está fresca y no pienso moverme de aquí.
-¿Entonces qué hago? – pregunta asustada mientras mira mis ojos, no puedo evitarla verla tiernamente.
Me muevo de la cama para hacerme a una esquina, luego levanto la cobija y toco el colchón indicándole que puede dormir conmigo, Jessica se admira a lo que le indico.
-No, de ninguna manera – dice cruzándose de brazos molesta – estas sin camisa.
-Vamos Jessica – digo riéndome – confía en mi – le alzo mi brazo para que ella acepte – soy tu novio.
Se mira angustiada pero sé que ella quiere esto también, asiente con su cabeza, agarra mi mano que le ofrecía y se acuesta poco a poco a mi cama, se dio la vuelta para mirar mi rostro; es hermosa, su cabellera la tiene un poco alborotado pero se mira tierna y angelicalmente.
-Sabes – dice cortando su voz – aquel día que dormimos juntos, tenía miedo ya que nunca había dormido con alguien. Solo con mis padres.
-¿De verdad? – pregunto observándola su mirada, aun no apagaba la luz ya que quería verla – ese día fue maravilloso para mí.
Jessica saca una sonrisa tímida que me hace reír.
-Nuestros nombres lucen, tienes razón – afirme lo que le había dicho en su casa.
-Sabía desde el inicio que serias mía – digo guiñándole el ojo de picardía.
-No me hables así – dice riéndose – me da vergüenza.
-Lo sé, pero me gusta decirte lo que siento – me acerco a ella arrastrándome para tocarle su mejilla y acercarla para darle un suave beso en su frente, Jessica solo sonríe de felicidad, después se acerca acurrucándose en mi pecho, quería estar conmigo y con una mano toco su cabeza y la otra agarro su cintura, nuestras piernas se envolvieron en ellas mismas, así fue como ella pudo dormir tranquila al igual que yo.