Narra Jessica
La puerta fue tocada una vez, sin duda era Andrew quien vendría a recogerme, abrí con rapidez y efectivamente era el, venía con una camisa manga largas negra y unos jean, su cabello rubio luce con sus ojos azules.
-Hola – dice cuando me hace un ademan – ¿nos vamos?
-Hola – respondo para luego asentir a su pregunta – vámonos.
Agarre mis llaves de la casa y cerré, bajamos las escaleras, mis ojos se abrieron como platos al ver un mercedes color negro en la calle.
-Te presento a mi bebe – dice y reí por su comentario - ¿Qué? Me costó un ojo de la cara – exclama sarcásticamente.
-Sigues siendo el mismo Andrew – me sonrió al decirle eso, subimos al auto, fuimos a la gasolinera donde hay una tienda que vende ramen, estaba dispuesta a decirle todo a Andrew, no quiero que me apoyo económicamente si no que este conmigo hasta que… aún no sabemos nada pero quiero que mis amigos estén conmigo.
Andrew estaciono su mercedes, baja primero y después abrió la puerta de mi lado, no se le quita lo caballero, le agradecí para luego encaminamos a la tienda. Tiene algunos asientos para sentarse adentro, entonces aprovechamos que estaba solo, siempre al pedir aquí, nos ofrecen que si lo preparan.
Andrew pidió dos platos de ramen, dijeron que tardarían cinco minutas, mientras que conversaba con mi amigo.
-Me acuerdo que yo te protegí cuando Michael quería golpearte – dice Andrew entre risas contando algo que me pasaba cuando iba a la universidad – si la pasabas mal.
-No tanto – respondo seria de repente la señorita cajera llego con los ramen servidos – gracias.
Comenzamos a comer, la verdad no tenía tanto apetito y sabía que esta comida no era parte de mi dieta que me ha dado la doctora Patricia.
-¿Por qué no comes? – Pregunta un poco preocupado ya ve que no quiero comer – ¿acaso ya no te gusto?
-No es eso – digo evitando que se sienta mal, suspiro – debemos hablar – le digo seria apartando el ramen para cruzarme de brazos.
-Qué bueno que quieres hablar – pone sus palillos chinos en el ramen – porque yo también quiero decirte algo.
-Entonces empieza – digo dejándole el paso libre a él.
-Jessica… - corta la voz – hace años te he querido decir esto, pero… me gustas – mis ojos se pusieron como platos de la gran impresión, jamás creí oír eso de parte de mi amigo.
-¿Escuche bien? – pregunte sabiendo la respuesta.
-Si – asiente con la cabeza también – pero quiero decirte que puedes tomar la decisión que te parezca conveniente – dice y mi mente volaba aun pensando que estaba en un sueño y que debía pellizcarme, era el momento de confesarle.
-Mira Andrew – digo cuando agacho mi rostro a dirección del ramen – tu eres una persona importante para mí y debo confesarte el motivo por el no quiero que salgas herido – frunce el ceño al escuchar eso.
-La verdad es que… tengo leucemia crónica – ahora él es el que pone sus ojos como platos – sé que no lo creerás pero así es la situación.
-¿Pero cuando te lo detectaron? – Su voz se escucha afligida -¿Cómo paso todo esto?
-El lunes me lo dijo – respondo y unas lágrimas comenzaron a caer en mis mejillas – es difícil de asimilar.
-Lo siento mucho – responde reaccionando triste, acercando su mano para quitarme unas lágrimas.
-Mañana tengo la primera quimioterapia – le dije sin nada más que decir, ya que Andrew se acercó a mí para abrazarme.
-Ya tranquila – dice susurrándome cuando me sobaba la espalda mientras que seguía llorando – yo estaré contigo en las buenas y en las malas.
-Gracias…- corte la voz ya que un nudo en la garganta me dejo sin habla.
Después de desahogarme, unos sonidos de paz, unas motos nos interrumpieron, ¡No puede ser!
-No por favor… - dije sin terminar mi oración, ya que me acerque a la ventana y para mi sorpresa era Jackson y sus amigos, pero lo que más me sorprendió fue Daniela bajándose de la moto de su hermano Max, se colocaron en el porche de un auto que sin duda no era de ellos.
-¿Qué sucede Jessica? – me pregunta Andrew.
-Es que el chico de chamarra negra es mi jefe y… - digo pero corto la voz al pensar bien lo que diré, enarca una ceja de inquietud – es mi ex novio – confesé.
El solo me escucho y dio la mirada a los chicos, no me habían visto y eso era bueno pero tendría que pasar en la par de ellos para irnos, porque da la casualidad de que el auto se encuentra al lado de ellos.
-Quiero irme – dije porque realmente no quiero estar aquí, no quiero verlo más cuando Daniela está ahí a su lado.
-No te preocupes –dice sonriéndome cuando pone su mano en mi espalda para encaminarme hacia afuera de la tienda, todos nos vieron en seguida en especial Jackson quien al verme junto a Andrew frunció el ceño – no le pongas importancia.