Mi Ultimo Deseo es Amarte (editado)

Capitulo 28: Somos uno

 

Narra Jessica.

 

Leo los mensajes de Andrew, vendrá en dos días y eso me emociona, quiero que este conmigo como un buen amigo, recibo una llamada de Elizabeth, la contesto de inmediato.

“Hola…”

“Hola, ¿Cómo estás? ¿Por qué no viniste a trabajar? ¿Estás enferma? ¿Quieres que vaya a cuidarte?”

“Cálmate, estoy bien, Jackson me dio el día libre”

“Que alivio”

“Te llamare luego”

“Si, me cuentas que paso, debo trabajar”

“Ok, adiós”

Y así cuelgo la llamada, me dedico a hacer limpieza en la casa, primero limpio la cocina para después asear la sala, para finalizar mi cama. Termino cansada y con calentura, duele demasiado esto pero debo seguir, hace poco llame a mis padres comentándole mi desdicha.

 

Querían venir pero les insistí que no, les avisare cuando venir, ahorita estoy pensando que hacer con esta situación, ya lo tengo preparado pero tengo dudas, quiero ir con Jackson a la playa y lo convenceré, sé que no será difícil, me ama tanto que hace lo que quiero pero no me aprovecho de ello.

 

Elizabeth se enterara de lo que hare después que termine de trabajar, ahora solo quiero descansar y si es posible llorar, para quitarme este nudo de la garganta, no podía soportar oír a mis padres llorar en la llamada, pero al final lo hicieron.

Solo quiero vivir, ¿es tan difícil eso?; pero parece que sí.

 

 

****************

 

 

Acabo de comunicarme con Elizabeth, le he comentado lo que hare, al principio no estaba de acuerdo pero… tuvo que aceptar que era un decisión mía sobre ello, pronto llegara Jackson y ya estoy lista, llevo un vestido color rosa de mangas largas que me llegan hasta la muñecas, mi cabello levantado por una coleta.

Me observo en el espejo y veo lo pálida que estoy, me decepciono de este rostro que solo demuestra dolor pero se disfraza de alegría y paz, gracias a Jackson me he convertido en lo que soy ahora feliz.

 

Abre la puerta mi novio, al vernos a los ojos me sonrió con eso labios atractivos, me observa desde abajo hasta arriba.

-¿A dónde vas tan hermosa? – Ahora me mira a los ojos - ¿y sin mi permiso?

-Voy a la playa – respondo cuando me acerco a él con rapidez – con un chico – al agregar eso enarca una ceja – que tiene ojos negros y aparte… - no me deja terminar ya que me besa con pasión y decisión, me agarra de la cintura con posesividad; me gusta que haga eso y sin embargo me dejo por el hombre que amo.

 

-Me imagino que ese chico te beso – dice entre mis labios con una sonrisa, solo asiento contenta – entonces tienes que irte con este chico ahora.

Me agarra de la mano y salimos del departamento decididos a ir a la playa, nos subimos a su moto, aunque es de noche pero se mirara mejor el lugar donde iremos, me lleva a la playa que quería, al que fuimos cuando fue nuestra primera cita.

 

Estoy lista para disfrutar este momento con la persona que amo mucho. Bajamos de la moto para después unir nuestras manos, nos dirigimos al mar, las olas no descansan de estar moviéndose sobre la arena.

El aire frio me hace tener nervios, pero traje suéter y Jackson tiene su chamarra, caminamos en la orilla del mar.

-¿Te gusta donde te traje? – me pregunta con una sonrisa.

-Sí, y me acuerdo de este lugar – respondo y solo de pensar que aquí fue donde se me declaro, me sonrojo.

-Amo este lugar – me habla de manera tranquila – aquí fue donde jugábamos cuando éramos pequeños, perseguía a Vanessa mientras que ella solo huía de mí.

-Podemos hacerlo – le contesto mirándolo a los ojos, solo me mira con confusion – me puedes perseguir.

-Entonces – se acerca a mi oído con una mirada coqueta – será mejor que corras – me lo dice en un susurro.

 

No le digo nada y me alejo de él, solo corro velozmente como puedo, grito de lo nerviosa que estoy, Jackson corre más rápido que yo y me alanza agarrándome de la cintura por detrás, reímos ante la situación.

-¡Te atrape! – me habla cansado.

-¡Suéltame! – le digo riéndome.

-No – me da vuelta para verlo a la cara – no te pienso alejar de mí.

Eso me parte el alma, si se enterara que ni verme podrá le dolería bastante.

-Yo… también – le sonrió, no puedo dejar que caiga ninguna lagrima – sentémonos.

 

Nos sentamos sobre la arena, mirando las estrellas; quito mis zapatos y dejo que el agua del mar me refresque los pies.

-Te hará daño Jessica – me regaña Jackson, le hago caso omiso – más si tienes gripa.




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