Narra Jessica.
Un año despues
Levanto una mano para que un taxi pare, lo tomo en seguida el que viene y para enfrente de mí, subo con cuidado dándole la dirección donde quiero ir, estoy preocupada por como estoy, hay tráfico, hace que me desespere ya quiero llegar para tranquilizarme, bajo del taxi pagándole aunque no haya llegado a mi destino.
Camino rápido pero se me hace imposible así que mejor corro para llegar más rápido. También se me hace imposible por mi falda pero no importa, solo troto relajando mi cuerpo, la gente me ve extrañada.
Al fin llego a mi destino, entro en seguida sin perder el tiempo, me encuentro en una farmacia. Una mujer está ahí con una revista, le hago un carraspeo para que sepa que estoy aquí, al escucharme enarca una ceja.
-Por favor – hablo un poco cansada – me puede dar una… prueba de embarazo.
Al escuchar eso, cierra su revista dejando una seña para no perder la página, me hace mala cara y eso hace que frunza el ceño.
-No entiendo – habla mientras busca lo que le pedí - ¿Por qué las chicas no se cuidan?
Eso hace que me enfurezca, ya que me está dando entender que soy irresponsable, así que no aguanto más y carraspeo para llamar la atención de la mujer, ella voltea mientras levanto mi mano dejando que sea visible mi anillo de bodas que me dio mi amado esposo.
La mujer al ver mi anillo, note que trago grueso.
-Sé que me veo muy joven – hago un puchero – pero eso no le da derecho hablarle así a sus clientes.
-Lo… siento – habla preocupada, no debería hacer esos comentarios, me da la prueba y le pago lo que debía, luego me retiro a de ahí para hacerme el examen, no espero un sí o no, estoy nerviosa por la situación, llego a mi casa que es una mansión no tan grande pero es acogedora.
Jackson me la regalo como obsequio de bodas, hace tres meses fue nuestra boda, fue hermosa realmente, mi familia con la de mi esposo llegaron a felicitarnos, los amigos de él y los míos llegaron.
En especial Andrew y Elizabeth quienes son novios, ya me lo temía por las mínimas razones que salían muchas veces juntos cuando salían de la empresa, mi amigo lo contrato Jackson.
Me siento feliz por ellos, merecían una oportunidad por lo que sentían el uno al otro, son una combinación perfecta, entro lo más rápido posible dejando mi abrigo en el perchero para ir a la habitación que comparto con Jackson, me gusta atender del oficio de la casa; pero mi esposo me contrato una ayudante para que me ayudara en la cocina y la limpieza, se llama Josefina tiene más de cuarenta años, es súper buena y la trato bien.
Me da muchos consejos de esposa, ella tiene cinco hijos junto a su marido. Comprendo porque sabe tanto; saco la prueba de la caja donde la guarda, me la hago en seguida; tuve que tomar bastante agua. Jackson anda trabajando, solo está toda la mañana hasta que regresa como las tres de la tarde.
Al pasar el tiempo preciso, me dirijo al baño con los nervios de punta, esperando algo bueno. Reviso y me llevo la mejor sorpresa del mundo ¡Estoy embarazada!
Me lo imaginaba, ya que esa noche con Jackson estuvo bien apasionada y excitante, nunca pensé que fuera tan bueno en la cama, perdí mi virginidad con el chico que amo. ¡No puedo estar más feliz!
Me dirijo a la cocina donde esta Josefina cocinando para el almuerzo.
-¡Josefina! – Le grito desde la sala, al verme se queda impresionada, me abalanzo sobre ella con cuidado - ¡Estoy embarazada!
-¡Qué emoción! – Solo asiento contenta - ¡El señor Jackson se alegrara demasiado!
-Debo contárselo de una manera sorprendente – ella me ve confundida – quiero dejarle un buen recuerdo de esta noche.
-Entonces déjeme ayudarle con la cena – después de ponerme mejor el delantal se queda quieta – pero… ¿no le dirá en la tarde?
-No, quiero que sea en la noche – le respondo guiñándole el ojo.
-Ya entiendo – me entendió la indirecta, mis padres y mis suegros se pondrán feliz, al saber la noticia que tendrán su primer nieto, solo espero no cometer un erro, debo ir primero al hospital para saber si estoy embarazada y si hay un tipo de problema con lo mismo que una vez tuve leucemia.
Pero primero debo comentarle a Jackson, solo esperare que todo salga bien.
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Jackson vino en la tarde, como siempre lo abrazo desde que vivimos juntos, su amor es tan grande como el mío, miramos películas desde la cama, pero de repente nos pasamos a otra cosa, pero él empieza besando mi cuello hasta que no aguanto y hacemos que las sensaciones se sumerjan en una excitación intensa.
Luego de esos divertidos juegos que se le ocurren a mi esposo, era el momento de cenar, nos sentamos en unos muebles cerca de la mesa, al lado de Jackson; soy feliz con él.
Comenzamos a comer lo que nuestra querida Josefina había servido, era bastante delicioso, la comida era bastante apetitosa que tuve que pedirle dos plantadas más, ella al ver que comía demasiado me hizo un gesto de agrado, creo que le entendí por qué me hacía eso, tal vez porque estoy embarazada el apetito se hace más grande, ya llevaba días con esa situación pero no le ponía tanta importancia.
-Cálmate amor – me dice Jackson cuando ve que no paro de comer – nos dejaras sin comida toda la semana.
Rio ante su comentario pero me di cuenta de que era el momento indicado para hablar de la sorpresa.
-Es que tengo que alimentarme yo – toco mi barriga – y a este pequeñín.
Jackson estaba tomando agua cuando se lo dije, he hecho que tosiera por lo que le había dicho.
-¡¿Qué?! – sus ojos estaban brillosos, como que quería llorar.