T/n.
He estado durante una hora mirándome al espejo asegurándome estar completamente lista para ir a la secundaria.
—¡Jimin! ¡Leticia! Llegaremos tarde—grito mientras bajo las escaleras.
Cuando llego a la puerta principal me doy con la sorpresa de que el cielo estaba completamente oscuro.
Juraría que vi el Sol resplandecer. ¿Fué una ilusión? o ¿esto es un sueño?
Sin darme tiempo de asimilar mejor la situación, el escenario se cambia por uno más triste. Nostálgico diría yo.
—¡Pequeña nabi-ah!—al escuchar ese apodo de una voz masculina me tiemblan las manos.
—¡Nabi!—corrige una voz femenina.
No puede ser…
—¿Tae-yang? ¿Jiyu?—mis mejillas se humedecen—¿D-De verdad…son ustedes?
No sé en qué momento empecé a llorar, pero no puedo parar de hacerlo.
—¿Por qué estás llorando?—refunfuña Jiyu.
—Deja de perder el tiempo y vámonos—quiero avanzar pero mis pies no se mueven.
—¿Qué te sucede?—pregunta Tae-yang frunciendo el ceño.
—Si esto es un sueño… por favor déjenme quedarme con ustedes—corro a prisa y los abrazo—Los he extrañado mucho. No tienen idea..
—Hoy día amaneciste un poco extraña—se burla Jiyu pero ambos corresponden al abrazo.
Sentir los latidos de su corazón me hace sentir más aliviada. Me siento en casa.
—Bueno, se nos está haciendo tarde—Tae-yang se separa y señala su auto—es importante llegar a tiempo, especialmente tu pequeña butterfly—me mira.
—¿A dónde vamos?—subo al auto rápidamente. Me siento en la parte trasera y ellos van adelante.
No recuerdo qué es lo que está pasando, solo sé que ambos están muy emocionados, eso sin mencionar que he pasado por alto el hecho que según yo, todos aquí somos menores de edad, ellos me llevan 2 años pero aún así…¿cómo pueden conducir un auto? eso es ilegal.
—¿No lo recuerdas? Si tú fuiste quien causó todo esto—dice Jiyu mirándome por el retrovisor.
—Realmente no recuerdo a dónde nos dirigimos. ¿Alguna fiesta?
Tae-yang detiene el auto y ambos giran a verme, y de repente recuerdo lo qué está pasando. Es algo terriblemente traumático, las ganas de llorar aparecen nuevamente y sofoco un grito justo cuando ambos me dicen:
—Nuestro funeral.
***
Me despierto de golpe y me encuentro en el suelo con las piernas enterradas en mi cuerpo.
—No, no, no—digo sin cesar—no, no, no,no—me cubro los oídos con las manos.
<<Nuestro funeral.>> recuerdo las voces de Tae-yang y Jiyu en mi cabeza.
—¡No, no es verdad!—sollozo.
—¡Mierda! Me quedé dormido—Jimin se levanta del suelo y se acerca a mi—Esta bien, esta bien, estoy aquí, no pasa nada—coloca sus manos encima de las mías.
Salgo de mi trance y veo una mirada triste en él—Jimin, yo no tuve la culpa—consigo decir.
—Yo lo sé, todos lo sabemos—quita mis manos de mis oídos delicadamente.
—Entonces… ¿por qué sigo soñando con ellos?—me aferro a su pecho.
—Quizá porque después de años vuelves a esta ciudad. Es obvio que todos los recuerdos vengan consigo.
***
Me término de dar una ducha y me alistó con lo primero que encuentro. Cuando bajo las escaleras Jimin y Leticia me esperaban ansiosos.
—¿Estás mejor?—pregunta Jimin y asiento.
—Por cierto, no le digas a mamá lo que sucedió, apenas hemos llegado hace unos días y no quiero que nos mudemos al extranjero nuevamente. Para terminar con mis pesadillas… tengo que afrontar mi pasado. Aquí en Busán.
—Tienes razón. No te preocupes, no le diré nada a mi tía.
—¿Nos vamos? —Leticia replica.
—¿A dónde se van mis chicos?—la voz de mi mamá hace eco por toda la sala.
Apenas la vemos hacemos reverencia—Hoy se cumplen 5 años de la muerte de Tae-yang y Jiyu. Iremos a visitarlos. T/n quiere verlos.
—¿Tan rápido ya?—mamá no parece contenta—Wow, es como si fuera ayer cuando estaban los 5 jugando en el patio.
Mi mirada oscila entre Jimin y Leticia. Están esperando una respuesta.
—Como sea, el chofer los llevará. No quiero que se pierdan, las calles han cambiado mucho desde la última vez que vivimos aquí.
Todos asentimos y nos vamos.
Taehyung.
5 años.
5 años han pasado ya desde que te fuiste.
<<Kim Tae-yang, recuerdo de tú mamá y hermano.>>, reluce en su tumba.
¿Halla arriba es mejor que aquí? Supongo que sí.
Aquí es una porquería. Mi vida lo ha sido durante estos años. Un infierno.
Sabes, a veces por mi mente pasa la cara de esa mujer, la que te arrebató la vida. Jamás podré olvidar lo que dijo. La forma tan desalmada que te asesinaron. Nunca lo olvidaré. Pero por ahora no puedo hacer nada, tú mejor que nadie sabe que ahora mi prioridad es ...salvar a mamá.
—¿Segura qué es por aquí?
—¡Estoy segura!
—Sí nos perdemos, juro que las haré pedazos. No me importa sí son chicas.
Unas voces se empezaban a aproximar. ¿Quienes serán? Durante estos últimos 5 años, no he visto a nadie venir a visitar a mi hermano y a Jiyu.
Me coloco mi capucha rápidamente y salgo sin que puedan verme.
Minutos después, me encuentro en un escondite secreto.
—¡Hey! ¡Bienvenido!—dice Jungkook abriendo la puerta.
—¿Están todos?—chocamos manos.
Asiente—Te estábamos esperando.
—Pero miren quien llegó. El menor de nuestra pandilla—sonríe Jin.
—Y tú eres el anciano—me burlo.
—¿Quieres beber algo?—pregunta Yoongi con una bebida en mano.
Todos los que estamos aquí, de alguna manera nos hemos familiarizado. Creo que nuestras vidas jodidas han hecho que nos llevemos bien. Estamos aquí...para olvidar la realidad.
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Editado: 24.08.2022