Leticia se queda en silencio unos minutos pensando en las palabras adecuadas. Por mi parte, intenté relajarme para escuchar algo que realmente no sé si quiero escuchar.
—Esta no es una verdad que me corresponda contar. Es la verdad de T/n, sin embargo, se que ella va a preferir mil veces autoconvencerse que fué su culpable en vez de incriminar a alguien más—volteo y nos quedamos mirando en silencio—En la preparatoria. Allí T/n conoció a tu hermano y a Jiyu.
—¿Hace… 6 años?—pregunté
—Así es, recuerdo perfectamente como nuestros padres se rehusaban a matricularnos en una preparatoria de “bajos recursos” pero T/n insistió tanto que al final aceptaron. Las primeras semanas fueron difíciles, a los 3 nos separaron en clases distintas y nadie se acercaba a nosotros por el hecho de venir de una familia adinerada. Pero, Taeyang y Jiyu fueron la excepción, a pesar de que eran 2 años mayor que nosotros se hicieron muy amigos de T/n, y el resto es historia—sonrió nostálgicamente—Esos 3 estaban todo el día juntos, Jimin y yo llegamos a sentir celos porque no veíamos a T/n como antes, pero mientras más pasaba el tiempo nos llevábamos mejor, así fué como pasó un poco más de un año…pero… un día algo cambió…
—¿Qué…cosa?
17 de Abril del 2016.
T/n
—¡Bingo!—gritó Jiyu emocionada.
—Bueno, siempre hay una primera vez—se burló Jimin
—Pero que mal perdedor—suspira Leticia
—Pero Jimin tiene razón, ¿Cuántas veces hemos jugado ya? ¿Unas 50? y es la primera vez que gana—agrega Taeyang y Jiyu le lanza una mirada asesina.
—Digan lo que quieran, pero nuestra pequeña Nabi está de mi lado ¿no es así?—Jiyu me mira y solo asiento con una sonrisa de boca cerrada.
—¿Nabi?—Jimin frunce el ceño—Ha pasado un tiempo y aún no me acostumbro a ese apodo.
—Nabi, significa “Mariposa” y como a T/n le encantan las mariposas le pusimos así, no es tan difícil de entender—Taeyang pone los ojos en blanco.
—¿Alguien más tiene sed?—pregunta Jiyu—¿Nadie? Bueno, iré por un vaso de agua a la cocina.
—No es necesario, le puedo decir a mi mayordomo que te lo traiga—sugiero pero Jiyu niega con la cabeza y desaparece entre los pasillos.
—Iré con ella, no queremos que inunde esta casa—bromea Taeyang y sale a su alcance.
Una hora después Taeyang y Jiyu regresaron, pero ambos estaban completamente callados.
—¿Por qué demoraron tanto?—pregunta Leticia levantándose del suelo
—Estaba empezando a creer que fueron a preparar el agua—sonrió Jimin
—Nabi—Taeyang se acercó y me tomó de los hombros—Hay algo que tienes que saber.
Su voz aguda me hizo saber que algo había pasado.
—¿Qué sucede? Me estan asustando—dije
—Tienes que ser fuerte ¿de acuerdo?—los ojos de Jiyu están rojos como si contuviera las lágrimas.
—Nabi, tu no-
—¡T/n!—el grito de mi madre interrumpe a Taeyang—A partir de mañana, está prohibido todo tipo de visitas. Además dejarán de asistir a la preparatoria, sus clases ahora serán en casa.
—¡¿Qué?!—todos, excepto Taeyang y Jiyu, nos sorprendimos.
—Pero tía…
—Nada de peros, la decisión está tomada—su voz autoritaria nos dejó sin palabras—Bueno, ahora es tiempo de que tus invitados se retiren.
—Mamá, tienes qu-
Intenté acercarme a mi madre pero Taeyang me detuvo del brazo.
—Nabi, está bien, ya es tarde de todos modos—sonrió—Todo se va a solucionar ¿de acuerdo?
—Pero no entiendo nada, no sé por qué se está comportando así.
Taeyang y Jiyu se dan una mirada cómplice.
—Es mejor que no lo sepas—agrega Jiyu—Cuidate ¿sí? ya nos veremos pronto—ambos me abrazan.
20 de Mayo del 2016.
Aburridos.
Así han sido nuestros días de clases en casa. Ha pasado alrededor de un mes y aún no entiendo porque mi madre se comportó así. De vez en cuando veo a Taeyang y a Jiyu afuera de mi casa, nos saludamos desde mi ventana, pero aún así extraño salir.
—La clase de hoy a terminado, nos vemos mañana—dice el profesor
—Pero qué lento pasa el tiempo—se queja Jimin
—Traeré algo para comer, ahora vuelvo—salgo corriendo de mi habitación.
A esta hora Taeyang y Jiyu pasan por aquí. Los esperé unos minutos y luego aparecieron, intercambiamos unos cuantos saludos y se fueron.
—Bueno, ahora si voy por la comida.
Camino sigilosamente por los pasillos de la oficina de mi madre. La puerta está entreabierta y me detengo al escucharla hablar con mi mayordomo.
—¿Entonces todo está listo?
—Así es señora.
—No quiero fallas, tiene que salir perfecto y sin ninguna prueba.
—Todo está controlado, será lo más casual.
¿De qué estarán hablando?
—¿Los boletos también están listos?
—Si, señora Yun. La fecha de viaje es pasado mañana.
—Muy bien, prepare las pertenencias de los chicos. Por favor.
¿Qué? ¿planea que nos vayamos de viaje?
Para mi mala suerte pierdo la estabilidad y me caigo encima de la puerta.
—¿T/n? ¿Estabas escuchando detrás de la puerta?—pregunta
—Lo siento, solo pasaba por aquí—me puse de pié.
—Sr. Sanchez, puede retirarse—ordena y él obedece—¿Cuántas veces te he dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?
—Demasiadas—bajo la cabeza—¿Entonces es verdad? ¿Nos vamos de viaje?
Asiente—Nos mudaremos a Canadá.
—Pero aquí están mis amigos, no puedes hacer eso—protesto pero a mi madre no parece importarle—Mamá…
—Hagamos una cosa—suspira—Mañana tendrás el día libre para que te puedas despedir de tus amigos. Después de eso no los volverás a ver. Así que aprovecha el tiempo que te estoy dando.
Mi madre me dejó con la palabra en la boca y salió de su oficina.
21 de Mayo del 2016- 5:38 pm.
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Editado: 24.08.2022