Mi Último Deseo || Kim Taehyung

16. El percance.

Meses antes

T/n.

—¿Entonces lo hizo? ¿Te rechazó?—Leticia no podía creerlo. 

Asentí con una sonrisa. 

—Ahora que lo dices en voz alta, si duele—puchero. 

—¿Quieres hablar de eso?

—Lo único que quiero es ir a casa, estoy muy agotada—bostecé. 

 —Pediré un taxi desde mi celular…—rebuscó sus bolsillos—Que claramente se quedó en el bolso que se llevó Yubi. 

Se encogió de hombros.

—Tranquila Yubi no debe estar muy lejos, iré a alcanzarla, espérame aquí. 

Leticia aceptó mientras me ponía en marcha. 

 

***

 

¿En dónde estará? ¿Se habrá ido por otro camino? Se suponía que no debía estar muy lejos pero no la encuentro. Intento llamarla pero me manda directo al buzón. Mejor le dejaré un mensaje de voz. 

—¿Yubi? ¿Estás-

Dejé caer el teléfono al suelo por la escena que tenía delante. 

Taehyung besando a Yubi. 

De todos los contextos, jamás me imaginé encontrarme con algo como esto. Aún así, recogí mi teléfono y regresé. 

Una vez más… la lluvía se volvió tormenta. 

 

Tiempo actual.

 

Taehyung. 

Terminada la ceremonía, regresamos a casa. Durante todo el día he intentado hablar con T/n pero siempre algo nos interrumpe. Ni siquiera actúa como si lo supiera, todo este tiempo ha estado como si nada, como si no me hubiera visto besar a … mi media hermana. De tan solo recordar ese hecho se me pone la piel de gallina. 

—¡Taehyung!—T/n golpea mi hombro desde atrás.

—¿Eh? ¿Decías algo?

—Que si me das permiso para entrar—dijo señalando con la mirada a Chan Hee dormido en sus brazos. Realmente no me di cuenta en qué momento me detuve en la puerta. 

—Ah, si, lo siento—me puse a un lado para que ella entrara—¿T/n? 

—¿Sí?—giró a verme

—De casualidad tú…—es hora. 

—Yo…—frunció el ceño 

—Tú me viste…—pero ¿por qué tengo la necesidad de explicárselo?—No, nada, olvidalo. 

—¿Okey?—se fué algo confundida. 

 

Será mejor enterrar ese recuerdo. De todos modos, ya eso no importa. 

 

T/n. 

A la mañana siguiente apenas termino de ducharme y vestirme veo a Jin sentado en el sillón con una hoja en la mano. Su semblante es muy serio pero a la vez tiene una expresión de preocupación. 

—¿Malas noticias?—pregunto colocandome delante de él. 

—¿Chan Hee está despierto? 

—Está con Leticia en la habitación ¿por qué? 

Jin me mira un segundo y luego inclina sus brazos encima de sus muslos para luego cubrirse la cara con ambas manos. 

—Estás asustandome—musité. 

—Es mi hermana…—al fin dice—Quiere verme esta tarde, y quiere que lleve a Chan Hee conmigo. 

—¿Tienes miedo de que se lleve a Chan Hee con ella?—me puse de cuclillas. 

—Si… osea no, no puede hacerlo ¿verdad? Ella lo abandonó… no tiene ningún derecho—decía mientras tiraba de su cabello. 

—Deberías ir, tengo un presentimiento. Todo saldrá bien—le dí pequeñas palmadas en su espalda. 

Después de todo, él ha sido el padre de Chan Hee todos estos meses. 

 

Jin.

Chan Hee corre por toda la orilla del mar siguiendo a las aves. Ese pequeño niño que extrañaba a su mamá, hoy por fin podrá verla. Pero aún así, no puedo estar del todo feliz. 

—Cuánto tiempo—dice mi hermana. 

—Parece que te ha ido bien—respondo y ella sonríe levemente—Chan Hee, ven un momento. 

Él obedece y corre hacia nosotros. 

—Hola, Chan Hee. Soy mamá—mi hermana se agacha pero Chan Hee se esconde detrás de mi pierna—¿No me darás un abrazo?—él pequeño me mira y asiento con la cabeza para que se lo dé. 

—Hijo mío ¿Qué tal si nos divertimos?

 

***

 

El cielo se oscureció fácilmente, de tanto jugar Chan Hee se quedó dormido y tuve que traerlo en mi espalda mientras caminaba de regreso con mi hermana. 

—¿Por qué volviste?—pregunté entre el enorme silencio—Hace unos meses estabas decidida a abandonar a Chan Hee. ¿Para qué llevarlo?

—Creo que estás confundido—se detuvo—No volví para llevarlo conmigo. Es para despedirme. 

—¿Qué? Él es un niño, necesita a su mamá. Ni siquiera sé porqué te estoy pidiendo esto, cuidé a tu hijo durante estos meses y me encariñe con él, pero no puedo ser egoísta, tienes que llevarlo contigo. 

—Me mudaré a Canadá, mi nuevo esposo…—se detuvo al ver mi gesto de sorpresa—Tiene un trabajo estable ahí, él no sabe que tengo un hijo, por eso… solo vine a verlo una última vez. Para que recuerde a su madre con una sonrisa. De ahora en adelante, serás su padre—su voz temblaba pero me entregó un sobre—Esa es la custodia completa. Solo tienes que firmarlo. 

—Solo espero que no te arrepientas de tu decisión. 

—Tú…. tú lo cuidarás mejor que yo. Lo dejo en buenas manos—suspiró—Por favor, asegurate que Chan Hee viva feliz—sus ojos se llenaron de lágrimas—Adiós, y lo siento. 

Me dió un abrazó veloz y salió corriendo. Incluso aún le queda el sentimiento de madre. 

—Mamá se fué…—dijo Chan Hee sobre mi espalda—Mamá no volverá—su voz entrecortada me destrozó el corazón. 

—¿Estabas despierto?—lo bajé y me senté sobre mis pantorrillas para verle la cara—¿Escuchaste todo? 

—Ella jugó conmigo toda la tarde, no regresará ¿verdad?—sus mejillas se inundaron de lágrimas y las mías no tardaron en salir—Me he quedado solo…

—No, no, no estás solo—tomé su cabeza y la arrimé a mi hombro. Chan Hee comenzó a llorar con más intensidad mientras acariciaba su cabello—Desde hoy, yo seré tu papá y tú serás mi hijo. 

—Papá…—decía mientras lloraba—Por favor no me abandones. 

—Chan Hee ¿Qué pasó?—T/n salió corriendo y lo puso entre sus brazos—¿Por qué estás triste? ¿Eh? ¿No me quieres contar? 

—Mamá…—Chan Hee abrazó a T/n—Mamá…




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