Mi Último Deseo || Kim Taehyung

20. Venganza.

T/n. 

No sabía que hacer, el semblante de Taehyung me decía que no entendía nada y por un momento pensé que todos esos recuerdos eran delirios de las bebidas, pero no. 

—Hablemos en un lugar más privado—dijo mientras me tomaba de la mano. 

—¿Te recuerdo a mi madre, no es así?—su silencio dijo mucho—Debiste odiarme todo este tiempo.

—Siempre te lo he dicho. Te odio—sonrió y desordenó mi cabello.

—Sabes de lo que hablo—me alejé un poco—Fué… fué mi mamá quien hizo todo eso ¿verdad?—mis ojos se llenaron de lágrimas al instante.

—T/n… no, no estoy seguro—dijo pero sé que miente. 

—Lo peor es que yo también creo que fué ella—baje la cabeza—Por eso voy a tener que dejarte ir. 

Taehyung abrió la boca para protestar pero lo silencié. 

—No quiero que te reprimas por mi culpa. Si mi madre es la culpable, quiero que no te detengas por mí. Hasta que no estemos seguros, tendremos que terminar con esto. 

—T/n, no hagas esto…—me tomó de los hombros y me abrazó. 

Y eso fué lo suficiente para que me rompiera en mil pedazos. 

—Lo siento—me solté de su agarré y sonreí mirándolo a los ojos. Él me miraba con una mirada vacía y sus pupilas se dilataron, lo conocía tan bien para saber que eso le había dolido—No te preocupes por mi, yo estaré bien. Puedes odiar a mi madre todo lo que quieras. 

Fué lo último que dije para marcharme con la visión borrosa, sintiendo mis pasos pesados con un nudo en la garganta y mi corazón en el suelo. 

 

Taehyung. 

No debí que mis sentimientos crecieran. Eso lo supe cuando vi a la pelinegra marcharse lejos de mí. No debí fijarme en ella. Creí que podía tomarla y luego dejarla. Pero fué una idea errónea. Fué solo una excusa… para quedarme a su lado. 

 

***

 

Pensaba en la idea de irme de esta casa, estas últimas semanas han sido completamente incómodas. T/n me evita lo más que puede y trato de hacer lo mismo. Ella aún tiene dudas, pero yo estoy seguro de que su mamá es la asesina de todo esto. Quise dejar ese tema en el pasado, pero a la vez ella es tan testaruda para dejar pasar algo así. 

—¡Voy yo!—dijo Yoongi cuando sonó el timbre. 

Los oficiales del caso de mi hermano entraron enseguida con sus gestos de pocos amigos. 

—¿Pasa algo?—preguntó Leticia. 

—Atrapamos a uno de los hombres que asesinó a Kim Taeyang y Jiyu. Él confesó gran parte, pero no especificó de quienes eran las órdenes.  

—¿Entonces qué?—pregunté incrédulo.

—¿Está la señorita Yun?—pregunté el oficial. 

—Aquí estoy—dijo ingresando a la sala

—¿Reconoce este objeto?—preguntó mostrando un arete. 

T/n miró el accesorio anonadada y balbuceaba palabras que no lograba escuchar. 

—Ese…ese arete es de mi madre…—murmuró entrecortada—¿Cómo… cómo es posible? 

—El hombre señaló este accesorio como el autor. El dueño de este arete, es él quien dió las órdenes para cometer semejante crimen. 

—Mi mamá…—T/n se desplomó y Jimin la sostuvo en sus brazos

—¿T/n, estás segura?—le preguntó Jimin

—¿Jimin no lo ves? Ese es el arete que mi madre y la tuya comparten desde su nacimiento. ¿Recuerdas las iniciales que lo diferenciaban? Pues el de mi mamá está plasmado en ese—sus lágrimas nunca salieron pero su voz la delataba. 

—Para validar la información, tienes que testificar—añadió el oficial y luego se retiró. 

Sentí un gran rencor que lo reprimí en mi puño. Esa fue la gota que derramó el vaso. 

 

T/n. 

Huir. Es lo único que hice para saciar mi dolor. La información no tardó en aparecer en todos los noticieros. Desde que la policía me confirmó que mi mamá fué la autora de todo esto me alejé de todos. Ha pasado una semana y la familia de Taehyung aparece en todos los noticieros locales, según los medios de comunicación aún tomarán medidas, pero todo parece un gran caos. La gente invade los alrededores de la casa de mi madre, rayando, tirando huevos y pintando las paredes con la palabra “asesina”. Odio tanto sentir lástima por ella, pero me duele ver más a las familias de Taeyang y Jiyu. ¿Cómo se descontroló todo? 

—No puedo seguir huyendo. Menos cuando están sufriendo por culpa de mi familia—me dije a mi misma para tener el valor de regresar. 

 

***

 

Cuando llegué a la entrada de la casa me detuve al ver a Taehyung apoyado contra la pared. Se veía demasiado pálido, estaba más delgado y sus ojos hinchados me partían el alma. Apenas sus ojos se mezclaron con los míos me dio una mirada fría, vacía, sin ninguna emoción que me recordaba a cuando lo conocí. Tenía esa misma mirada de rencor y dolor. 

Apartó su vista de la mía para colocar la llave en la cerradura. 

—¿Te encuentras bien? Te ves muy cansado—sostuve su brazo pero él se alejó enseguida. 

—No te preocupes por mí, es mejor que te quedes lejos—dijo con su voz firme y fría. 

—Taehyung…—murmuré con la visión borrosa. 

—Huiste como una cobarde—dijo mirándome con resentimiento—No tienes derecho de querer volver. Aléjate de mí. No me consueles, porque no me rendiré hasta ver a tu madre pagando por todo el daño que les hizo a mi familia y a la de Jiyu. 

Sus palabras se clavaron como espinas. Decidí no responder y dejar que entrara a la casa para entrar más tarde. 

—¡T/n! ¡Dios mío! ¿Dónde estuviste? No sabes lo preocupado que estaba—Yoongi me abrazó y después de mucho tiempo sentí el abrazo sincero de mi hermano. 

—¿Dónde están todos?—pregunté en un susurro. 

—Intentando que…Taehyung no se marche—dudó en decirlo. 

—¿Taehyung…se va? 

Asintió cabizbaja. 

—Todo es mi culpa—alejé a mi hermano y corrí a mi habitación. 

 

***

 

Tiempo después escuché el sonido de los equipajes y las quejas de todos intentando detener a Taehyung. 

 




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