Mi Último Deseo || Kim Taehyung

22. Esta soy yo.

T/n

Taehyung dió pasos acelerados hacia la camilla pero rápidamente me quité la sábana del cuerpo y me tiré al suelo. Si, gran elección T/n. 

Mis manos chocaron en el frío suelo causando que diera un tambaleo. 

—¡T/n!—Taehyung reaccionó de inmediato pero lo detuve antes que se acercara a ayudarme.

—Estoy bien, estoy bien—me apoyé en la camilla y me levanté del suelo. 

—Necesitamos hablar—dijo en un jadeo. 

—Yo…Yo necesito ir al baño—mentí y comencé a correr hacia la puerta para poder salir al pasillo. Grité de dolor al sentir que la aguja que estaba enterrada en mi mano se salió por la fuerza con la que había salido. ¿Cómo es que no me di cuenta que la tenía conectada? 

—Te estas haciendo daño—emitió Taehyung. 

—Esto es nada, debo volver—respondí dándole la espalda. 

—Detente—ordenó con mucha firmeza. 

Apreté los labios y giré a verlo. 

—¿Ya olvidaste nuestra situación? 

—Lose. Pero eso n- 

—Entonces cada vez que me ves…—lo interrumpí—Debes sentir desprecio ¿no es así? te recuerdo tanto a mi madre y lo entiendo, puedes sentir todo el odio del mundo. Quiero que te enfades de tan solo verme. Quizá sueno egoísta, lo siento. 

Taehyung negó con la cabeza. 

—¿Por qué te disculpas? Tu no eres la responsable de nada de lo que sucedió antes. Tu forma de actuar me irrita. Deja de ser tan testaruda y no sigas culpandote. 

—Lo único que puedo sentir es culpa. ¿Qué quieres que haga?—mis ojos se nublaron—Solo sigue por tu lado, deja que yo haga lo mismo y….

No pude terminar porque mi cuerpo se tensó cuando Taehyung me jaló del brazo y me llevó a él para envolverme en un abrazo. 

—No puedo—susurró en mi espalda

—¿Por qué?—mi voz salió como un suspiro. Noté que se me hundía el pecho.

—Porque me gustas—confesó y mis lágrimas salieron— No creas que esto fué fácil. ¿Sabes lo que se siente no poder estar con la persona que amas? Cada vez que te veía quería abrazarte, preguntarte si estabas bien, sentía que estaba agonizando. No quiero seguir torturándome ni torturarte de esa manera. 

Me tomé unos segundos para grabar su olor y luego soltar su agarre e irme sin decir nada, lo último que pude ver de Taehyung fué su mirada perdida. 

Salí hacia el pasillo desolada, pero felizmente vi al chico rubio que estaba conversando con una de las enfermeras. 

—Jimin, tenemos que irnos—dije tomando su mano.

—¿T/n?—me miró de pies a cabeza—¿Porqué estás aquí? Deberías estar descansando. 

—Luego te explico, vámonos—insistí. 

—Aún no puedes irte—dijo el doctor interrumpiendo—T/n tú perfectamente sabes-

—¡No hay tiempo! Lo siento doctor, pero no puedo esperar—dije 

—T/n…—Jimin murmuró

—Por favor, sácame de aquí—supliqué.

 —Doctor, yo la cuidaré, no se preocupe—le dijo y luego me tomó de la mano.

—Tengo prisa—repetí. 

—Oye, espera, ¿Dónde están tus zapatos?—preguntó y miré a mi habitación.

—Los olvidé… no puede ser—dije frustrada. 

—No tengo otra opción, sube—Jimin se agachó y señaló su espalda—Date prisa antes de que cambie de parecer. 

Le hice caso alejando mis pensamientos y nos pusimos en marcha. 

 

***

 

Media hora después, habíamos llegado. Jimin se encontraba en la cocina con Jin mientras que el resto no dejaba de mirarme con los brazos cruzados. 

—¿Y bien?—pregunto Jungkook—Desapareces unos días y llegas en esas condiciones ¿qué está sucediendo contigo? 

—Así es, ya no me cuentas nada de lo que haces—dijo Leticia en un puchero. 

—¡Mamá!—Chan Hee corrió hacia nosotros y le sonrió a Leticia—Oh, Noona—me abrazó—¿Sabías que tengo una nueva mamá? incluso salimos todos juntos como una familia. 

No pude evitar reír al ver la cara roja de Leticia. 

—Al parecer, es otra la que tiene que contar muchas cosas—me burlé. 

—Bueno es que… ¡Como sea! La que está en falta aquí eres tú—respondió avergonzada. 

—Ya, basta, T/n tiene que descansar—apareció Yoongi y le sonreí en agradecimiento. 

—Toma esta bebida caliente—dijo Jin entregándome el vaso. 

—Jimin—continué—¿Podemos hablar un segundo? en mi habitación. 

—¿Qué se traen esta vez?—agregó Jin y todos se quedaron en silencio.

—Está bien, vamos—respondió Jimin confundido. 

 

*** 

 

—¿Entonces? ¿Qué es?—preguntó Jimin cerrando la puerta. 

—¿De casualidad no encontraron un sobre rojo ayer cuando me desmayé?

—Ah, ¿te refieres a este?—dijo buscando en mi escritorio

Asentí—Es ese, que alivio. 

—¿Y qué contiene? ¿Es importante?—el chico rubio me miraba con sus ojos curiosos. 

 

—Esto es para tí PERO, tienes que abrirlo solo cuando estés con tu primo. 

—¿Con Jimin? ¿por qué? 

—Solo hazme caso—insistió y acepté

—¿Puedo hacerle una pregunta? Pero tiene que prometer ser sincero. 

—Adelante. 

—¿Cuál fué el trabajo en el que mi mamá falló para que usted la odie tanto? 

—Ay, niña, has vivido en una mentira—negó con la cabeza—Tu familia no es millonaria por ser dueños de grandes inmobiliarias. 

—¿Entonces? 

 

—Jimin… tenemos que hablar—dije quitándome el recuerdo de aquella noche. 

—¿Está bien?—ladeó la cabeza confundido. 

Le hice un gesto para que se acercara y se sentara al lado mio. Cuando sentí su peso en la cama dudé en abrir el sobre. 

—Sea lo que sea, estaremos bien ¿verdad?—sentí su mirada pero yo no pude verlo a él. 

 —No quiero que esto sea muy doloroso para tí. Yo podría soportarlo porque he visto cosas peores, pero tú…—dejé la palabra en el aire. 

—T/n, no soy un niño. Puedo soportarlo—insistió. 

Miré una última vez a Jimin quien sonreía para darme aliento. Desearía que esa sonrisa no se apague nunca. 

Abrí el sobre de donde salieron algunos documentos, conversaciones para ser más específica. 




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