T/n.
Mi mamá trató de mantenerse serena, pero sus ojos empezaron a humedecerse y su timbre de voz cambio tanto que no podía hablar porque iba a llorar.
—No estés preocupada por nada—me dijo con dificultad—Lo hiciste bien.
Me sonrió con la tristeza en sus ojos.
—No se lo que vaya a pasar conmigo, pero... —mis palabras salían entrecortadas—No estés triste por mí.
Le devolví la sonrisa con las lágrimas apuntó de caer.
—Mamá esperará por tí—dijo entre fuerzas.
En ese instante me desplome a llorar, no podía seguir viendola a los ojos sin siquiera echarme sentirme triste.
—Cuando te sientas sola... —continuó—Ven a visitarme mi niña—sonrió—Mi corazón sentirá cuando vengas a verme.
Algunas lágrimas corrieron sobre sus mejillas pero ella lo apartó de inmediato. Incluso se hacía la fuerte, hasta el final.
Asentí—Vendré, lo prometo.
—No lo dudo... Cada primavera, me recordará a tí. Gracias por ser una excelente hija. Y, perdón por no ser la madre que merecías.
—Yo ya te perdoné, incluso antes de que pidieras perdón.
—Mamá siempre te amará.
Esas palabras fueron suficiente para que sus lágrimas se desbordaron, pero aún así seguía teniendo una sonrisa en su rostro.
***
La noche llegó tan pronto como amaneció, ahora que lo pienso... las horas pasan más rápido, como si me estuviera advirtiendo que cada vez me queda menos tiempo.
Mi mamá tuvo que regresar esta misma tarde, desde entonces me quedé dormida, no estoy segura de quienes estén aún en el hospital, pero lo más probable es que estén todos. Los conozco.
—¿Estás despierta?—mi padre tocó la puerta de mi habitación delicadamente.
—Papá...—dije cuando lo ví.
A este punto, todos ya deberían saber lo de mi enfermedad. Lo puedo ver en su rostro decaído y triste.
El ambiente estaba en silencio, por lo que hacía esto más doloroso.
Nunca ví a mi padre de esta manera, estaba destruido pero no quería demostrarlo frente a mí. Y eso me dolía más. Que esté sufriendo en silencio por mí.
—El médico dijo que te tienes que quedar un tiempo, aquí—dijo mientras se sentaba a mí lado de la cama.
Abrí la boca para hablar, pero él se adelantó.
—Sabes que cuando llegaste a casa fuiste lo mejor que me pasó, junto con Jimin...
Tenerlos a ambos como hijos fué el mejor regalo... —sus ojos se nublado recordando—Pareciera ayer cuando corrían por toda la casa...
—Papá... —dije entre lágrimas.
Me quedé mirando su rostro cansado. El alzó la mirada y luego puso sus manos sobre las mías.
—Una vez me dijeron, que solo se olvida a quien quiere ser olvidado. Y sinceramente, yo no te olvidaré, aunque me lo pidas.
—Papá... —murmuré entre sollozos y lo abracé.
Sentí sus cálidas manos dando palmadas en la espalda a las vez que sus lágrimas caían.
—Tranquila hija—musitó—Papá está contigo, mí niña.
—De verdad tengo, tengo mucho miedo papá—lloré
He reprimido este sentimiento por mucho tiempo, y ahora tengo la necesidad de decirlo.
—Perdóname por dejarte solo... —escuché un resoplido en mí espalda—Fuiste el mejor papá que pude haber tenido. Gracias por siempre cuidarme como tu hija. Te amo, de verdad muchas gracias.
—Fuiste, eres y serás mí hija. El que debería estar agradecido soy yo... Ya me diste tus mejores recuerdos. Ahora puedes volar, mí pequeña mariposa.
Al día siguiente.
—¿Cómo estás?—me preguntó Yoongi, con una sonrisa de boca cerrada.
—Cansada—dije—Pero no te preocupes, estoy bien.
Ví como todos entraban a la habitación menos Taehyung. Lo busqué con la mirada, pero no lo encontré.
—Él está en camino, no te preocupes—me dijo Leticia.
—¡Mamí!—gritó el pequeño Chan Hee—¿Estás enferma?
Sus ojitos inocentes me conmovieron tiernamente.
—Pequeño, estás aquí—sonreí—¿Quieres sabes porqué estoy aquí?—asintió—Por no comer mí comida. Entonces, ¿sabes que debes hacerle caso a tu papá Jin, cierto?
—¡Si! pero mamá ¿Cuando regresas a casa? Todos siempre están tristes, y mamá Leticia llora todos los días. Te extrañan mucho.
Los miré un momento, hasta que Jin asintió con la cabeza. Luego tomé a Chan Hee de las manos.
—Chan Hee, ¿recuerdas al jardín de las mariposas?
—¡Si! ¡El tío Taehyung me llevó muchas veces!
—Bueno, yo... yo ahora seré una linda mariposa. Me quedaré a vivir ahí, por un laaaargo tiempo.
El pequeño me miró fijamente a los ojos, luego dió una vista alrededor y sus mejillas se inundaron de lágrimas.
—¿Qué pasa? ¿No te gusta la idea?
—Mamá.... ¿Te irás al cielo verdad?—me preguntó y me quedé perpleja—Por eso no regresaras...
—Chan Hee, escúchame—le limpié las mejillas, mientras los demás hacían el esfuerzo para no desmoronarse delante del niño—Yo no te voy a dejar, siempre estaré contigo. No te dejaré solo. Seré tu mamá, por mucho tiempo.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
El pequeño limpio sus lágrimas.
—¿Prometes que obedeceras a tus tíos?
—Te lo prometo mamá. Comeré todos mi comida. Iré todos los días a la escuela, sacaré buenas notas, para que estés orgullosa de mi.
—Buen chico—sonreí acariciando su cabello—Ahora, ¿puedes esperarnos afuera? Necesito decirle algo a tus tíos.
Asintió.
—Te amo mucho mamá—me dió un abrazo y un beso.
Cuando Chan Hee salió todos suspiramos.
—Jin...
—¿Todo bien?— dijo mientras se acercaba.
—Quiero darte algo
Saqué un pequeño librito que tenía de bajo de mi almohada y se lo entregué.
—¿Qué es esto?—preguntó confundido.
—Es mi estado de cuenta. Son todos mis ahorros. Ahora está a nombre de Chan Hee.
—No, no, no—me lo intentó devolver pero lo alejé.
—Por favor acéptalo, es para los estudios de Chan Hee. Trabaje algunos años atrás, sin qué nadie se enterara. El dinero que mi madre me dejó, lo doné. Así que el dinero que te estoy dando viene de mí, no de ella.
—Aún así, es tuyo. Nosotros te debemos mucho.
—La que está en deuda con ustedes son yo. Me dieron una familia y sobre todo, me brindaron su amor y amistad. Eso no tiene precio.
—T/n...
—No aceptaré un "no" de respuesta.
Jin bajo la cabeza y asintió.
—Confío en ti—sonreí y el también, aunque el ambiente seguía tenso.
Jin me dió un beso en la frente y se alejó para que Leticia de acercara.
—Oh, mí querida hermana—sonreí—¿Por qué llevas esos ojos hinchados? ¿Sabías qué te ves más fea así?
—¿Me dices eso cuando estas en esa posición?
—Bien, bien, tienes razón. Yo estoy peor que tú—pude ver su sonrisa, pero se esfumó rápidamente—¿Estarás bien sin mí no?
—¡Obviamente!—dijo rápidamente—¿Eres tonta?
—La supuse—sonreí.
Leticia me miró fijamente—Obviamente no podré seguir sin tí—me abrazó—¿Que debo hacer?
—Seguir adelante. Ahora tienes por quien continuar. Te encargo mucho a Chan Hee. El te va a necesitar más que nunca.
—Siempre serás mi mejor amiga—terminó de decir.
Los siguientes fueron Jungkook y Jimin.
—Compañera de Videojuegos, debo decir... que eres mejor que yo. Lo reconozco—dijo Jungkook tímidamente.
—¿Qué acabo de escuchar?—me burlé
—No voy a repetirlo—sonrió.
—Debes cuidarte, ¿de acuerdo?
—Yo estaré bien, he encontrado algo que me gusta, empezaré a realizarlo. Gracias por apoyarme en mis sueños.
—Fué un placer, cuando quieras, puedo escucharte.
Jungkook sonrió y antes de salir me plasmó un beso en la mejilla.
—Jimin, lo siento...
—¿Por qué te estas disculpándo?—pregunta
—Papá me dijo... qué siempre me estuviste cuidando, a pesar... a pesar qué yo te traba mal.
—Lo haría mil veces más
—Muchas gracias, enserio.
Ambos sonreímos mientras recordabamos nuestra infancia.
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Editado: 24.08.2022