Mi último primer beso

Capítulo 3

El entrenador decidió hablar con ambos ya que no por ser la primera semana de clases íbamos a olvidar los entrenamientos. Lo normal era que la entrenadora se encargara de hablar conmigo ya que ella estaba a cargo de las animadoras, sin embargo, estaba enferma y no asistiría al instituto al menos por la primera semana. Es por esto que el entrenador nos entregó a Kyle y a mí un calendario con las fechas de cada entrenamiento y partido, al parecer habían decidido ordenar todo con la entrenadora. Kyle era el capitán de fútbol, lo sé, un total cliché que sea mi novio, pero el hecho de que nadie lo sepa lo vuelve un poco menos cliché.

_ ¿Por qué no vienes conmigo al baile de bienvenida? –Íbamos en dirección a nuestra sala de clases intentando mantener un poco de distancia por si alguien pasaba-

_ Kyle, los hablamos hace menos de veinte minutos. No pueden vernos juntos a menos que sea peleando ¿no crees que sería extraño que fuéramos juntos al baile?

_ Lo estuve pensando y se me ocurrió algo, podemos decir que el entrenador nos obligó a ir juntos por ser los capitanes. –vaya…no sonaba mal y podía resultar-

_ Está bien, pero no estaría mal que se lo comentaras al entrenador, le puedes decir que es una forma de promocionar el partido que viene… eso sería más creíble.

_ Lo que tu digas preciosa.

Estaba por tocar la puerta para entrar a matemáticas cuando Kyle me detuvo acercándome a su pecho. Me dio uno de esos besos que tanto me gustan y luego me soltó.

_ Te amo preciosa, nunca lo olvides.

_ Y yo te amo a ti… osito. –reí. Kyle odiaba el apodo que le había dado Lily, según ella su hermano era como “un osito tierno y adorable”-

_ Julieta, te amo, pero te juro que si no dejas de llamarme así te besare frente a todo el instituto a la hora de almuerzo. –Mi sonrisa desapareció de inmediato-

_ Manipulador –saqué la lengua y me apuré para entrar.-

Borré la sonrisa que tenía hace unos segundos y puse cara de fastidio, debía seguir con la apariencia de que Kyle y yo a penas podíamos vernos. A veces pensaba en mandar todo a la mierda y gritar que lo amo, que es el novio más maravilloso del mundo. Entonces, recuerdo el día que conocí a su madre y cómo me humilló junto a su hija.

_ Buenas noche familia, ella es Julieta… mi novia. –Kyle se aseguró de tomarme por la cintura para mantenerme firme y tranquila-

_ Estoy feliz de que vinieras Juli ¿jugarás conmigo? Tengo nuevas muñecas. –Lily era encantadora y al parecer era la única feliz de verme-

_ Si me disculpan debo asistir a una reunión urgente. –Habló el padre de Kyle-

_ ¿Necesitas que te acompañe papá? –No recuerdo su nombre pero sé que ella es la hermana mayor de Kyle y Lily-

_ No es necesario Adriana.

Dicho esto tomó un maletín que descansaba en el sillón y se fue sin siquiera mirarme. El ambiente era bastante incómodo y nadie decía ni una sola palabra. Ambas mujeres tenían miradas despectivas y me escaneaban de pies a cabeza buscando todas las imperfecciones que solo ellas podrían encontrar.

_ ¿No dirás nada mamá? –Ahora no era la única nerviosa, al parecer Kyle había perdido toda la tranquilidad que tenía, pero algo me decía que además de nervioso estaba comenzando a enojarse-

_ ¿Qué esperas que diga Kyle? Si querías causarme un disgusto no era necesario que contrataras a esta niñita y la trajeras a nuestro hogar, ya bastante decepcionada me siento con las calificaciones que estas obteniendo. No sé quién eres y no me interesa –esta vez me quedó viendo fijo- Por lo que puedo ver no estás a la altura de mi hijo ni de mi familia, no necesitamos niñitas interesadas aquí, así que de la forma más educada te pido Kyle que te la lleves y que no vuelva a aparecer por aquí.

_ ¡Esto no es justo! –Gritó Kyle enojado, intenté tomar su mano para que se calmara, pero todo empeoró- Julieta es la chica que amo y lo mínimo que pido es respeto hacia ella, no te atrevas a decir que no está a la altura de nosotros porque ella es mucho mejor de lo que tú podrás llegar a ser en tu jodida vida.

_ ¡No le hables así a mamá, mocoso de mierda! – Adriana estaba roja al igual que Kyle- No tienes derecho a traer a una de tus putas a la casa y esperar que te felicitemos por eso, llévatela y no la traigas nunca más. No somos de caridad para ayudar a muertos de hambre.




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