Capítulo 11

_ Fue un gusto tenerlos aquí chicos, pueden volver cuando quieran y aprovechan de que el malagradecido de mi hijo me visite. –Reclamó la madre de Theo mientras lo besaba por décima vez-

_Mamá ya sabes que estoy ocupado no seas así. –Se quejó Theo-

_Nada de excusas, te apuesto que Julieta no olvida a su madre.

_Porque vive con ella. –Susurró Theo a lo que su madre le respondió con un golpe en la cabeza-

_Solo visítame… -Cambió su cara cuando nos vio a Sam y a mí- Enserio chicos, vuelvan cuando quieran.

_ Ya déjalos mujer o perderán el vuelo. –Indicó el padre de Theo-

Luego de recibir varios besos de la madre de Theo por fin pudimos subirnos al taxi.

_ ¿Te sientes mejor? –Preguntó Sam-

_ Sí chicos, de verdad no es necesario que me pregunten cada cinco minutos, no estaba preparada para lo que sucedió, pero estoy acostumbrada a Ava, soy fuerte así que nada de lo que diga hará que yo me sienta inferior.

_ Esa es mi chica –Me abrazó Theo- Tienes toda la razón, además sabes que Ava siempre te ha tenido envidia, es una mujer insegura, aunque no lo quiera admitir, y necesita hacer sentir mal a los demás para ella sentirse superior.

_ Exacto –Complementó Sam- Además, no sé dónde sacó que tener su horrible cara en la portada de una revista, que por cierto nadie conoce, es tener éxito.

_ No puedo creer que ahora ella y Charlotte sean mejores amigos, quién iba a pensar que tuvimos a una serpiente junto a nosotros tanto tiempo. –Señaló Theo-

_ Lo mejor es dejar de pensar en ellas, no hay que darles tanta importancia. –les dije para cambiar de tema-

Habíamos llegado al aeropuerto con bastante tiempo de antelación, por lo que decidimos ir por un café para hacer tiempo. Pretendí que si esta mañana despertaba con un pensamiento optimista y colocaba una sonrisa en mi cara todo iría bien, obviamente era muy sencillo para que funcionara.

Justo por la puerta de la cafetería parecieron las personas que menos deseaba ver esta mañana.

Kyle iba unos pasos por delante de Charlotte y Ava que cuchicheaban algo, mientras que un chico que no dejaba de ver su celular venía un poco más atrás de Ava.

Creí que podríamos ignorarlos, al parecer ellos no querían evitarnos. A penas Charlotte se dio cuenta de mi presencia se adelantó para tomar la mano de su novio mientras Ava llamaba la atención del chico que la seguía para que le tomara la mano. Sin pudor caminaron directo a nuestra mesa.

_ ¡Vaya! –Charlotte fue la primera en hablar- No sabía que conocían el aeropuerto ¿Trabajan aquí?

_ Creo que es un poco temprano para recibir tu veneno matutino Charlotte ¿Por qué no te vas y nos dejas en paz? –Respondió Sam-

_ ¿Podemos hablar Julieta? –Para mi sorpresa esa era la voz de Kyle dirigiéndose a mí-

_ Espera cariño, no tienes nada que hablar con ella. –Le recriminó Charlotte-

_ Solo será un instante Julieta –Charlotte iba a hablar pero Kyle la interrumpió- Cállate Charlotte, no quiero un escándalo aquí compórtate como una adulta.

_ Julieta no quiere hablar contigo. –Dijo mi amigo-

_ Debería ser ella la que me lo diga.

No quería más discusiones y para ser sincera sentía curiosidad por lo que me tuviera que decir. Sin mirar a nadie me levanté y caminé fuera de la cafetería, no muy lejos de la puerta de forma que mis amigos me pudieran ver en caso de cualquier cosa. Al darme la vuelva Kyle ya estaba a unos pasos de mí.

No podía negar que seguía igual de guapo, al parecer el poco tiempo que ha pasado le había sentado bien. Ahora llevaba el cabello rubio un poco más desordenado, pero esos ojos azules que tanto me gustaban un tiempo atrás ya no causaban el mismo efecto en mí, al parecer esos ojos que antes eran los más perfectos ya no estaban, o la estupidez en mi cabeza ya había desaparecido… probablemente se trataba de lo último.

_ ¿Qué quieres? –Pregunté de inmediato-

_ ¿Por qué viniste? –Reí mentalmente. Y yo que pensaba que esto sería una disculpa-

_ Si mal no recuerdo esta era una reunión para todos los ex alumnos. –Remarqué las últimas dos palabras-

_ No te hagas la estúpida –Se escuchaba un poco enfadado- Sabías perfectamente que iba a estar aquí, ¿por qué tenías que venir y hacer el ridículo frente a todos? Si lo que querías era demostrarme que estás bien o alguna estupidez de esas ten por seguro que no te funcionó.