Mi Último Suspiro ✔

Capítulo 5

6 de junio 2002

Estoy empezando a... No lo se, quizás me estoy volviendo loca.

Jamás me ha gustado un chico que he visto en un tren.

Chico de ojos azules, Patrick, tengo que decirte algo, pero claramente no puedo decírtelo, es decir, nunca te he hablado, pues simplemente no me he atrevido, así que esta vez me limitaré a pensarlo y quizás enviártelo mentalmente, se que no es posible pero quedaré tranquila sabiendo que te lo dije en sueños.

Patrick debo decirte que... Me estoy enamorando de tus ojos, pero ellos aún no me conocen, sí, me he enamorado locamente de tus perlas azules y no hallo como olvidarme de ellos.
No puedo sacar de mi mente el simple hecho de que me he enamorado... de ti.

Y creo que ese es un serio problema, no dejas que me concentre en clases.

Patrick, no sabes cuánto deseo con locura el poder hablarte.

Quizás si fuese más guapa, más bella, una chica más sociable... quizás solo así me atrevería a cruzar el vagón, a cruzar esa pequeña distancia que hay entre tu y yo.

Me pregunto, si te hablara ¿me ignorarías?, tengo miedo del simple echo de que me rechazes y me veas solo como una chica que se ha enamorado de ti.

Me pregunto ¿como pudiste entrar a mi mente en tan sólo 3 meses? 

Ya no he ido a la cafetería, pero lo he visto en el tren seguido, y ese es el motivo por el que no puedo dejar de pensar en él.

¿Sera posible que algún día sientas exactamente lo mismo que yo?.

¿Es que acaso no se puede ser feliz?

Pero lo cierto es que soñar no cuesta nada, y lo mejor es que la mayoria de los sueños se vuelven realidad.
Es la esperanza que tengo de poder estar con él algún día.

Acostada en mi cama recuerdo que he quedado en juntarme con Beca esta tarde a las 3:00 pm
Reviso el reloj de mi celular, las 3:30 pm.

Me incorporó de inmediato en mi cama como si esta estuviera echa de resortes y del ropero saco cualquier prenda y me visto con ella, veo por la ventana, se ve que lloverá pronto por lo que saco una míni sombrilla y la guardo en una mochila en la que llevo unos cuantos cuadernos.

Corro hacia el parque sin tomar el tren, es demasiado tarde como para esperar, siento las primeras gotas callendo en mi cabeza, pero no pienso en ello por ahora.
Al llegar busco con mi vista a mi amiga, veo que alguien se levanta rápidamente de una banca, es Beca y sale corriendo del parque cubriéndose con lo poco que le permiten sus brazos.

– ¡¡Beca!! – grito los más recio que puedo, ella voltea a ver en mi dirección y niega con la cabeza sonriendo 
– ¡¡eres muy puntual!! – grita ella también corriendo hacia mi 
– me he quedado dormida– miento – vamos a esa cafetería– le digo señalando la cafetería en la trabaja Patrick
– claro corre – ella empieza a correr bajo la lluvia mientras yo saco la sombrilla, avanzó rápidamente hacia ella y la cubro también con mi sombrilla.

Llegamos a la cafetería y entramos sin pensarlo dos veces.

– haya hay una mesa libre – señalo una esquina de la cafetería

Nos sentamos y esperamos a que llegue alguien a pedir nuestra orden.

– ¿café para las señoritas? – esa
voz, es la misma que llevo metida en mi memoria desde hace unos meses. 
Es Patrick, levanto mi vista y él está con una hermosa sonrisa

– si por favor – dice mi amiga, Patrick anota en la libreta y voltea en mi dirección 
– yo quiero chocolate – digo finalmente
– ¿algo más?
– no, sólo eso, gracias – responde esta vez Beca, él asiente y se dirige a la cocina

Beca y yo nos quedamos en silencio.

– aquí tienen, un chocolate y un café – esta vez es otro chico el que trae los pedidos, chico al que Beca se queda viendo enbobada, es lindo, ojos cafés, lindas facciones, definitivamente haría buena pareja con Beca. El chico se retira y quedamos de nuevo sólo ella y yo.

Carraspeo para llamar su atención, ella voltea a verme y yo levantó una ceja con una sonrisa divertida.

– ¿Qué? – pregunta haciéndose la desentendida 
– ¿Sólo eso dices?... ¿Que?
– ¿Que quieres que te diga?
– no lo sé, tal vez que tuviste un flechazo por el chico guapito – le comento guiñando un ojo, ella se sonroja 
– e... eso no es verdad, en cambio tu si que lo tuviste por el otro chico
– bien, no lo puedo negar, pero no se vale que cambies de tema sólo para no admitir que te gusta... si gustas hacemos otra cita para que lo volvamos a ver – digo aguantando las ganas de reír, sacó mi libreta y mi lapicero, buscó el calendario – a ver... – muerdo mi lapicero pensado– ¿te parece el viernes dentro de dos semanas? ¿O está muy lejana la fecha?... También puedo el martes de la próxima semana – Beca se pone lo más roja que puede
– el próximo martes – dice finalmente, la verdad no esperaba que respondiera, pero ya que lo dijo, tengo que cancelar la ida a la casa de mi abuela, puedo ir el miércoles, pongo una equis en el día martes.

– ya termine mi café, ¿ya has acabado tú? – dice Beca de repente 
– si ¿es que ya te quieres ir?
– ya dejo de llover 
– buen punto 
– vamos entonces
– un segundo, la cuenta por favor – digo viendo al chico que le gusto a mi amiga
– ¿es que acaso te gusta fastidiarme? – dice mi amiga mientras vemos como se acerca él chico
– aquí tienen – dice él chico viendo a mi amiga, él le sonríe, bueno al menos dio el primer paso
– toma – le digo dándole el dinero – vamos Beca – le digo y ella se levanta rápidamente

Salimos directo a nuestras casas.

Espero volver a ver a Patrick en la semana.

 



#40021 en Novela romántica

En el texto hay: romance, tren, cruel destino

Editado: 27.09.2019

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