Mi Último Suspiro ✔

Capítulo 11

¿Alguna vez te has sentido al borde de la muerte?

Bueno, pues es eso lo que siento en estos momentos, y no solo es un sentimiento, es un hecho... Moriré.
Veo toda mi vida pasar frente a mi mientras me muevo para poder desamarrar lo que me sujeta a esta inútil canoa, o al menos intentar hacerlo, porqué no se nadar .

Lucho para no morir, sin embargo mis ojos se nublan por la frustración, me estoy quedando sin respiración.

Era mi primer cita y terminara con un funeral. 
Cierro mis ojos dejando de respirar.

...

Despierto en la orilla con varias personas a mi alrededor, entre ellas diviso a Patrick. Deberia estar enojada, pero no se porque no siento ningún tipo de resentimiento hacia él, estuve a punto de morir por su descuido.

"Fuimos hacia una parque llamado " El Parque del Buen Retiro", tuvimos un picnic ahí mismo, luego paseamos por las librerías, y él me hizo escoger un libro para comprarmelo (esa parte fue perfecta) elegí " Orgullo y Prejuicio" dicen que es un buen libro, debo corroborarlo.

Aunque en realidad, todos son buenos libros, el verdadero problema es que no estamos listos para disfrutar de tal maravilla.

– Oli – Patrick llama mi atención – he alquilado una canoa para que demos un pequeño paseo en el agua- mi cuerpo se tensa al oir agua 
– Patrick – respondo con cierto dejo de preocupación, él voltea a verme con desconsierto – no se nadar – digo por fin, él eleva las comisuras de sus labios en una sonrisa
– no tocaras  el agua – yo volteo a verlo – estaremos sobre la canoa – explica, supongamos que aquello calmo mis nervios 
– De acuerdo – contesto no tan convencida 
– ¿Vamos? – ya estamos cerca de donde están las canoas y él extiende su mano en mi dirección, llegamos y me ayuda a subir
– ¿será seguro el viaje? – pregunto 
– claro – responde seguro, yo busco alguna forma de asegurarme a la canoa para no caer, por suerte encuentro una correa, o algo parecido y me amarro, volteo a ver a Patrick, noto que evita sonreir (o reírse) – estarás bien – dice después de soltar una pequeña carcajada, confió en él, pero es mejor estar seguro ¿no?, quien sabe que puede pasar.

Él toma los remos y empezamos a andar.
Todo va bien por el momento, todo ira bien, trato de convencerme de que todo estará bien.

Ya vamos a medio camino, disfruto de la vista y veo a las demás personas que también disfruta del viaje en canoa.

Desafortunadamente, ambos vamos tan distraidos que no notamos una roca, y la canoa topa con ella por lo que da vuelta con Patrick y yo dentro. ¡Oh! no puede ser, mi libro también esta aquí, digo mentalmente mientras intento moverme para desatar el nudo que he hecho con la correa para estar " Segura" .

Veo como Patrick sale he intenta ayudarme, aún así creo que no recuerda que yo me he amarrado.

Y así se pasan tantas preguntas por mi mente, mientras intento vivir (cosa que creo un tanto imposible).

¿Alguna vez te has sentido al borde de la muerte?

Bueno, pues es eso lo que siento en estos momentos, y no solo es un sentimiento, es un hecho... Moriré.
Veo toda mi vida pasar frente a mi mientras me muevo para poder desamarrar lo que me sujeta a esta inútil canoa, o al menos intentar hacerlo, porqué no se nadar .

Lucho para no morir, sin embargo mis ojos se nublan por la frustración, me estoy quedando sin respiración.

Era mi primer cita y terminara con un funeral. 
Cierro mis ojos dejando de respirar"

Las personas a mi lado me ayudan a ponerme en pie

– ¿como se siente señorita? –  pregunta un hombre a mi lado
– todo bien – digo sonriendo para calmarlo pues lucía preocupado, él asiente rápidamente
– bien – dice finalmente, yo asiento y veo de reojo a Patrick (mi libro en sus manos) camino hacia la salida
– Olivia – me sigue – yo realmente lo siento, lo tenia todo controlado, yo no se que paso... – empieza a hablar rapidamente, tanto que me marea – Bueno se que paso pero... No debía pasar, yo... Lo siento – baja su vista, cual niño que acaba de ser castigado – nunca debí invitarte a un paseo en canoa, tu me lo advertiste, sin embargo no hice caso...
– caya – lo interrumpo – Me mareas... esta bien, se que no debia pasar eso, simplemente nos topamos y aunque debías ver tu camino, yo no estoy enojada
– ¿tu? ¿no estas enojada?
– no lo estoy – él sonrie con alivio
– ¿te llevo a casa?
– de acuerdo – empezamos a caminar de nuevo cuando veo que él mueve algo entre sus manos 
– esto te pertecene – dice refiriéndose al libro, lo tomo de entre sus manos y sufro mentalmente por el hecho de que esta mojado y que probablemente nunca vuelva ha estar como antes
– gracias – respondo, en el camino no decimos palabra alguna

Llegamos al parque cerca de nuestras casas y al estar por salir de este, siento como él toma mi brazo suavemente y lo observa con culpabilidad.

– ¿qué pasa? – pregunto al ver que no hace nada más que observarlo
– te has lastimado con una roca – observo mi brazo y sí, tengo un raspón a causa de la caída eso explica el ardor – debí ser yo – se culpa 
– no es nada – le resto importancia
– viniendo de algo que yo provoqué accidentalmente... Claro que tiene importancia y mucha 
– pero no me ha pasado mayor cosa
– te juro que si te hubiese pasado algo mayor nunca me perdonaría
– pero no fue así... ¿no te culpes sí? Realmente no fue nada – él hace una expresión seria 
– esta bien

Seguimos nuestro camino mientras pienso que tendre que decirle a mi madre que tuve una cita, claro que omitiré la parte en la que caigo de una canoa, ya vere que invento con el raspón.

– bien ya hemos llegado – sonríe y se acerca a mi para despedirse – nos vemos mañana – camina hacia la otra calle
– adiós – digo moviendo mi mano hasta que desaparece de mi campo de visión

...

– así que tienes novio – afirma mi madre mientras lavamos los trastes



#36801 en Novela romántica

En el texto hay: romance, tren, cruel destino

Editado: 27.09.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.