Inhalo el aroma del café recién salido mientras lo sirvo en una taza y enciendo el televisor para ver alguna película.
Hubiese preferido que me dieran el descanso un día domingo para poder pasar el rato con Olivia.
Le doy un trago a mi café, le falta azúcar así que voy a la cocina para endulzarlo.
– interrumpimos este programa para informarle sobre los 4 ataques terroristas que se dieron esta mañana a eso de las 7:36 y las 7:40, nos informan que tres de ellos fueron en las estaciones, Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, el cuarto fue frente a la calle Téllez – la taza resbala de mis manos, vuelvo corriendo a la sala – En un momento volvemos con más detalles – llamo al celular de Beca, son las 9:30 ya debería estar ahí Olivia.
– hola – contesta
– Beca por favor dime que Olivia esta contigo
– no señora aún no ha llegado... ¿Por qué la pregunta?
Regreso mi vista al televisor – informan que han sido 10 bombas en total, se sabe hasta ahora que hay 192 fallecidos – mis lágrimas empiezan a salir. Mi niña. No mi niña.
– acaban de decir que hubo un ataque terrorista, que fueron puestas 10 bombas en 4 trenes
– ¿e... Eso a que hora fue?
– entre las 7:36 y las 7:40
– ese es el tren en el que viajan Patrick y Olivia
Me dejo caer, el teléfono aún en mis manos.
Sollozo con tanto dolor.
...
– ¿Por qué tenían que ir en ese tren? – lloro sin poder creerlo, Johan me abraza con fuerza, estamos sentados en una banca en el parque.
Salí de la universidad camino al trabajo de Johan en cuanto me entere.
En la salida habían muchas personas hablando de lo ocurrido.
Cuando llegue, Johan salió y pude ver sus ojos llenos de tristeza, supe de inmediato que ya se había enterado.
– el destino suele hacer cosas que nosotros no esperamos – contesta a mi pregunta, el también llora, su mejor amigo y mi mejor amiga, nuestros amigos, han muerto el mismo día, se han ido, y no tuvimos la oportunidad de verlos una última vez.
De despedirnos.
Con esto no me dan ganas de ir a Africa.
No sin ella.
Ella me apoyo tanto, sin ella no lo hubiese logrado, ella lo deseaba tanto como yo y ahora no podrá ir. No puedo ir sin la persona que me ayudó tanto.
Seco mis lágrimas.
– la madre de Olivia ya se enteró, vio el noticiero está mañana – le informo a Johan – la madre de Patrick seguramente aún no se ha enterado, hay que llamarla – Johan asiente buscando su celular
Contesta al tercer tono.
– hola señora...
...
Camille despierta de su pesadilla
Nuevamente soñaba con que su hermano no volvía nunca más.
Algo dentro de ella le hacia saber que esta vez verdaderamente sería así, ya no lo volvería a ver.
Sale de su cama y va directo al cuarto de su madre.
Llora entre sus brazos.
– ¿Qué pasa cariño?
– Patrick se fué
– lo sé cariño, pero volverá por la noche
– no, no lo hará, no volverá mami
Se oye el sonido del teléfono por toda la casa, baja seguida de Camille.
– ¿sí? – contesta, Johan está al otro lado de la línea telefónica
– hola señora – su voz se escuchaba con un tono triste
– ¿Johan? Hola ¿qué pasa?
– ¿ya vio las noticias? – ella se asustó un poco
– no ¿qué ha pasado?
– Patrick... – no pudo seguir, sus lágrimas salen y empieza a sollozar
– ¿qué pasó con Patrick? – voltea a ver a Camille que aún llora abrazada al muñeco que le regaló Patrick hace un año
– bombas... habían bombas en el tren en el que viajaban Patrick y Olivia – su corazón empieza a later cada vez más rápido presa del pánico, empieza a llorar al igual que Johan, igual que Camille. No entendía como Camille lo sabía, pero quería que no fuera verdad.
Camille ve que su madre llora, se acerca a ella y la abraza.
...
Todas las personas empezaban a reunirse en el lugar del accidente.
Cada una esperando que no haya sido alguno de los familiares que salio esa mañana para abordar alguno de esos trenes.
Lamentablemente en aquel accidente fallecieron más de cien personas y salieron heridas más de mil.
Realmente nosotros no sabemos cual será nuestro destino al salir de casa. Sabemos que por la crueldad de una persona pueden salir heridas muchas más, perjudicando los sueños de estas mismas.
Aquella mujer que intentó advertirles, no pudo con el cargo y decidió suicidarse. Llevaba un gran cargo con el hecho de escuchar a dos hombres hablar de lo que tenían planeado.
Nunca creyó que fuese cierto.
Sin embargo al ver a tantos niños, ancianos y jóvenes subir en aquel tren, quiso advertirles.
Pero fue demasiado tarde.
A la mañana siguiente fueron enterrados los cuerpos de Olivia y Patrick, uno al lado del otro.
Los familiares y amigos lloraban su pérdida.
La madre de Olivia entraba a su habitación a veces para sentirla cerca, simpre veía aquel joyero en forma de rosa que algún día había sido regalado a Olivia.
Y Camille siempre dormía en la habitación de Patrick, lo extrañaba tanto, al igual que su madre.
El vacío que habían dejado nadie lo llenaba
El silencio reinaba en tantos hogares, esperando aún que no sea más que un sueño.
Pero como muchas peticiones más esta no se cumple.
Ahora se puede decir que cada una de esas personas se ha ido a un lugar mejor, a uno lleno de luz, sin peligros, como alguna vez fue en este planeta, como nos gustaría que fuese.
Es increíble como las personas desean un mundo mejor, pero no hacen nada para colaborar a la causa. Este mundo se está quedando con la peor parte de la humanidad, la que esta matando este planeta.
Debemos hacer conciencia de lo que hacemos por maldad, por venganza. Pensar un poco más las cosas antes de actuar.
Solo así lograremos un mundo mejor. Sin peligros. Un mundo en el que se pueda salir a la calle sin tener miedo a ser asaltados, o a morir camino a la escuela, casa o trabajo.