Mi último viaje

Capítulo 7

Me desperté sobresaltada, un mal sueño, quizá el peor de toda mi vida y se que parece que exagero, pero no es así, he de decir que de pequeña me levantaba muchas veces a medianoche espantada por algún mal sueño, incluso recuerdo una vez que grité a pleno pulmón, tanto que yo creo que desperté a medio vecindario, pero ese sueño, el de aquella noche fue el peor.

Aquella mañana era la ultima que estaría en la India, quizá por eso el sueño de la noche anterior, una especie de estrés postvacacional como dicen. Quedé con Marta para esa noche, para cenar y poder despedirnos mejor, se que no la volvería a ver y eso me tenía un poco extraña.

Me arreglé un poco mas, había quedado con Iván para comer y poder también despedirme de el, iba a ser un día muy triste, no me gustan las despedidas, pero era necesario.

-Hola Iván.-Le saludé con un beso, después de la noche anterior, creo que era lo normal. También he de decir que no dormí con el, se fue a media noche por petición mía.

Hola guapa, que tal, como te encuentras hoy?-Me pregunto animoso.

-Un poco triste, por todas las despedidas que me esperan, realmente me siento como en mi casa o incluso mejor, pero tranquilo, vamos a comer y a pasarnos-lo bien.-Intenté animarme. 

-He reservado cita en un restaurante elegante y de comida India, espero que te guste.-El restaurante era increíble, demasiado elegante para mi pensé, pero era mi ultimo día en este para mi paraíso.

La noche con Marta fue estupenda también, cenemos en un restaurante bastante menos elegante, pero ese era el plan, y la verdad estaba muy bien. Yo nunca he tenido problemas de dinero, mi trabajo me permitía ganar bien y concederme algún caprichito que otro, pero en el tema de restaurantes creo que el mas elegante en el que había estado nunca era al que me llevó Iván, con la comida siempre he sido muy humilde, me conformo con cualquier cosa, excepto con el embutido, lo odio. Esa noche, sí dormí con Iván, al día siguiente quedé en que el me llevaría al aeropuerto, bueno ciertamente le complací ya que insistió hasta la saciedad. La noche sobra decirlo fue estupenda, podría afirmar sin miedo a equivocarme que fue con el que mejor me lo pasé y ya sabéis a que me refiero. Aquella noche, aunque al día siguiente tenía un larguísimo vuelo, dormí poco, aunque no me importaba, en aquel momento solo pensaba en que el reloj se congelase para siempre jamás y el y yo no saliésemos de entre esas sabanas jamás. 



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En el texto hay: viajes, amor, ilusiones

Editado: 16.02.2019

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