Mi único verdadero amor

Capítulo 10

Lucy estaba en su cuarto con Callie. Quería compartir su alegría con alguien y con la única que podía y quería hacerlo era con su mejor amiga. Le contó todo, detalle por detalle. Callie no dijo mucho al respecto. Es más se mostró indiferente y molesta.

- ¿Te pasa algo?- le preguntó Lucy preocupada. Tal vez a Callie le pasaba algo grave y ella no hacía más que contar sobre lo bien que lo había pasado en lo de su enamorado.

-No- contestó-. Es sólo que estoy sorprendida ¿Ya sé lo has dicho a Esme?

-No, no todavía. Necesito encontrar el momento adecuado. Ahora mismo Esme está muy dolida por todo, creó que decírselo no hará más que ponerla furiosa.

-No es para menos-  comentó Callie por lo bajo.

-¿Cómo?-Inquirió Lucy que la había escuchado.

-Digo. Es obvio que se pondrá furiosa, cualquiera lo haría.

-Sí, pero debe de entender. Yo la entendería si estuviera en su lugar.

-¿Tú entenderías que tu mejor amiga seduzca al chico del cuál estás enamorada?- le preguntó Callie con intención.

-No, yo entendería en el caso de que mi mejor amiga se enamore del chico del cuál estoy enamorada. Porque sí él también está enamorado de ella, entonces yo no tengo porque entrometerme. Uno no elige de quien se enamora.

-No, claro que no- murmuró Callie- ¿Y lo que tú sientes por Xavier es amor?

Lucy entornó los ojos.

-¿Por qué me hablas de este modo? ¿Es por...?-Lucy se quedó callada, no se animaba a desenterrar el pasado. Tampoco quería hacerlo, había sido una cosa de niños que no tenía importancia.

-No, no. Mira... tengo que irme, lo siento-Callie se puso de pie ya que ambas estaban sentadas en el suelo-. Adiós, nos vemos.

Lucy la miró hasta que desapareció por la puerta. Escuchó sus pasos fuertes en la escalera ¿Qué le pasaba? ¿Por qué se comportaba como si estuviera enojada?  Desde que le contó lo de Xavier por primera vez, comenzó  actuar de aquella forma tan indiferente y cortante. Algo le molestaba, y Lucy creía saber que era. Pero le costaba creer que se trataba de eso. Creyó que todo se había arreglado entre ellas ¿Por qué ahora salía a relucir aquel mal entendido?

El teléfono celular de Lucy comenzó a sonar. Ella estaba caminando por la calle, lo sacó de su bolso y atendió.

-Hola princesa.

Al oír su voz sonrió.

-Hola.

-¿Cómo estás? Quiero verte.

-Yo también. Pero no va a poder ser hoy. Estoy algo complicada con la universidad. Ahora mismo estoy yendo a comprar unos libros que necesito y luego tengo que estudiar un montón.

-Me rompes el corazón ¿Mañana?

-¿Mañana qué?

-Quiero verte Lucy. Llevó dos días sin verte y siento que no puedo respirar.

Lucy se rio.

-No exageres nadie muere de abstinencia hacía una persona.

-Seré el primero, te lo aseguro.

-Ok, mañana. También tengo muchas ganas de verte.

-Entonces te pasó a buscar en la parada de autobús ¿Te parece?

-Perfecto.

-Te quiero Lucy, adiós.

-Chau- dijo ella.

Siguió caminando con una sonrisa en sus labios. Hizo 3 pasos más y su teléfono volvió a sonar.

-¿Qué se te olvido decirme?- preguntó suponiendo que era Xavier.

Sé llevó tal sorpresa cuando la que contestó fue una voz femenina.

-Nada, porque acabo de llamarte.

Era Esme.

-Oh lo siento Esme-Se disculpó-. Creí que eras otra persona.

-Ya veo- contestó cortante- ¿Dónde estás?

-Estoy yendo a comprar unos libros ¿Por qué lo preguntas?

-Necesito verte, ahora- aclaró.

-Bueno, termino de comprar y voy a casa...

-No, en casa no. Te espero en el shopping. Estaré en el patio de comidas- dijo, y cortó.

Lucy miró el teléfono con confusión ¿Y ahora qué? Esme nunca le hablaba así ¿Habría pasado algo en casa?

Lucy compró los libros. Hizo todo apurada para poder llegar al shopping. La tenía preocupada. Quería saber que sucedía, porque seguro que algo sucedía.


 

Cuando llegó al patio de comidas desde lejos vio a Esme sentada en una de las sillas. Tenía cara de fastidio y tamborileaba con los dedos  sobre la mesa con la vista fija en quien sabe qué. Lucy respiró hondo y se acercó.

Estaba más que preocupada.

Cuando estuvo a unos pasos Esme la vio. Se puso de pie mirándola con dureza.

-¿Qué ocurre?- preguntó Lucy con cautela.

Entonces Esme hizo lo que Lucy menos se esperaba. Le plantó una bofetada en la mejilla. Resonó tan fuerte que muchos de los presentes las miraron, incluso un camarero estuvo a punto de intervenir, pero no lo hizo por intriga a ver qué pasaba luego.

Lucy se llevó la mano a la mejilla que le ardía y latía con fuerza. De seguro tenía la mejilla colorada, y con los dedos de Esme marcados.

-¡Vamos! ¡Dime que no entiendes porque acabo de hacer lo que hice!- le espetó Esme con furia.

-Yo...

-¿Tú qué? ¿Quieres que te diga porque te di una bofetada?

Lucy agachó la cabeza. Lo sabía. Se había enterado que ella era la razón de que Xavier la haya dejado.

-No- contestó enfrentando su mirada-. Sólo deja que te explique.

-¿Explicarme? ¿Qué vas a explicarme? Me tomaste de estúpida, te burlaste de mí. Te robaste a mi novio.

-Xavier nunca fue tu novio- aclaró Lucy.

-Lo que sea. Pero yo lo amaba, y tú estabas al tanto. Creí que éramos como hermanas...

-Somos como hermanas- dijo Lucy dolida por las crueles palabras de Esme.

-No, tú ya no eres nada para mí. Bueno sí, eres la zorra que se robó a mi novio, eso eres.

-Esme por favor, sólo escúchame. Deja que te explique.

Esme apretó los dientes y se acercó a Lucy, por un momento Lucy temió que volviera a pegarle.

-¿Qué vas a explicarme? No tienes nada que explicar, te burlaste de mí. Y eso no te lo voy a perdonar ¿Me escuchas? Y quiero que entiendas esto. No te lo voy a dejar fácil, ni creas. Ahora me tienes como enemiga, así que cuidado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.