Mi único verdadero amor

Capítulo 14

Lucy respiró hondo. Habían llegado a la casa de los padres de Xavier.

Él la miró.

-¿Vamos?

Lucy hizo una mueca.

-Aguarda un segundo ¿Sí?

-Lucy son sólo mis padres. No los reyes de Inglaterra.

Volvió a respirar hondo.

-¿Y sí no les caigo bien? ¿Y sí creen que soy una cualquiera?

Xavier se rio.

-¿Tú una cualquiera? Por favor Lucy deja de perseguirte. Todo va a estar bien. En cuanto te conozcan van a adorarte, así como te adoro yo.

-¿Y sí no es así?

-Sé lo que digo. Los conozco, son mis padres.

-Ok.

Bajaron del auto y tocaron el timbre. Era una quinta muy grande pero estaba rodeada de un paredón por lo que no se podía ver el interior.

El portón se abrió y apareció una mujer mayor de cabello rubio y ojos grises. Sonrió con dulzura a Xavier y le dio un abrazo.

-Hijo, que bueno es tenerte aquí.

Luego miró a Lucy y también la recibió con un abrazo.

-Estaba ansiosa por conocerte. Eres una chica muy hermosa.

Lucy le agradeció.

-Vengan, pasen- los invitó-. Mi nombre es Elsa.

-Lucy- se presentó ella.

-Mamá ¿Dónde está papá?

-Preparando el asado. Desde que aprendió a hacerlo lo prepara todos los domingos como indica la costumbre Argentina.

-Pero hoy es sábado- dijo Xavier.

-Sí, pero ya sabes cómo es no iba a perderse la oportunidad de deslumbrar a su hijo favorito.

Xavier sonrió.

La quinta era grandísima, con el pasto bien cortado, con las plantas bien cuidadas y una piscina enorme. La casa no era tan grande, más bien normal. Pero atrás de esta, se veía otra casa un poco más pequeña, pero igual de elegante.

-Allí dormiremos nosotros- le comunicó Xavier apuntando la casita.

-Qué bonita.

Fueron hasta un quincho,  dónde había una parrilla. Allí estaba un hombre de pelo canoso, y ojos marrones.

-Lucy él es Maurice, mi padre.

-Un gusto- saludó Lucy.

-El gusto es mío. Con mi esposa teníamos muchas ganas de verte. Queríamos conocer a la mujer que hace tan feliz a nuestro hijo.

Lucy se sonrojó.

Estuvieron hablando un rato. Lucy se enteró de que Xavier tenía un hermano mayor, pero que no lo veía hace mucho tiempo porque había discutido con su padre y se había ido a vivir a Europa.

Los padres de Xavier hicieron la típica, trajeron el álbum de fotos familiar y mostraron fotos de Xavier cuando era bebé. A Lucy le pareció que era el bebé más hermoso del mundo. Pero él no lo creía  y se había puesto tan colorado como su cabello. Cuando era pequeño tenía rulos, rulos pelirrojos. La mamá de Xavier le regaló una foto a Lucy, una en la que Xavier estaba vestido de marinero para un acto escolar. Aunque el protestó, y hasta casi se enfadó nadie le hizo caso y Lucy se quedó con la foto.

Los padres de Xavier eran amables con Lucy, y lo eran de verdad, no estaban fingiendo. La hacían sentir de la familia. Después de almorzar Xavier y su padre se fueron dejando a las mujeres solas hablando bajo un gran árbol.

-Lucy eres una chica estupenda. Me alegro mucho de que Xavier te haya elegido a ti.

-Gracias. Antes de venir estaba muy asustada porque no sabía cómo serían. Pero la verdad es que me siento muy a gusto aquí.

-Xavier también estaba nervioso. Nosotros le dijimos que te invitara, que queríamos conocerte. Él hablaba tanto de ti, y lo hacía con un amor... Teníamos que asegurarnos de que estaba vez había elegido bien.

Lucy entornó los ojos.

-¿Elegido bien?

-Sí-La madre suspiró-. Tal vez no debería de contarte esto. Pero Xavier sólo ha traído a casa a una novia. Fue una novia de la adolescencia. Leyla, era una joven muy bonita, a decir verdad era una Barbie. Pero no lo quería, como él la quería a ella. Xavier tiene esa belleza que atrae, pero no enamora.

Lucy no creía que sea así. Xavier era bello, y era todo lo que ella quería. Era perfecto como un dios.

-Él quiso mucho a esta chica, pero ella lo engañó y lo dejó por su mejor amigo. Xavier no se recuperó de aquel golpe. Luego empezó a salir con chicas, pero eran todas huecas, lindas, pero sin cerebro. Él no las quería realmente, nunca encontraba una a la que quisiera de verdad. Hasta que apareciste tú.

-¿Usted cree que él me ama?

-Estoy segura. Te mira con un amor que no se puede explicar. Y tú le correspondes del mismo modo. Eres única Lucy, y vales la pena.

Lucy sonrió.

-Gracias-Tomó las manos de la madre de  Xavier-. Le prometo que nunca defraudaré a su hijo.

Elsa le sonrió.

-Te creó.

Luego volvieron Xavier y Maurice. Lucy y Xavier dieron un recorrido por la quinta.

-¿Qué te parecen mis padres?

-Son un amor. Me han caído súper.

Xavier le pasó los brazos por los hombros.

-Ven, te mostraré mi antiguo cuarto. Aún está como lo dejé.

Entraron en la gran casa. Subieron unas escalera y entraron a un cuarto llenó de posters de bandas. Las paredes estaban pintadas de azul, y la cama tenía acolchado negro.

-My chemical romance- dijo Lucy mirando uno de los posters.

-La música era mi pasión. Antes.

Lucy se acercó a una guitarra eléctrica que había en un rincón.

-¿Tocas la guitarra?

-Tocaba- dijo él-. La dejé hace como 3 años.

-Es un instrumento precioso ¿Por qué dejaste?

-Porque no era tan bueno. Además comencé a tener otras metas. Y la olvidé.

-¿Pero te acuerdas de algo?

Él negó con la cabeza.

-¿A qué edad te fuiste de casa?- preguntó Lucy.

-A los 18 recién cumplidos.

-Bastante joven-Comentó Lucy.

Xavier asintió pensando en algo que sólo él podía saber. Se acercó a Lucy, ella se dio vuelta para mirarlo. Él le acarició la sien y la miró a los ojos. Ella sostuvo su mirada porque no había nada más lindo que mirar aquellos ojos grises. No había nada más lindo que los ojos de él viendo a través de ella. La tomó de la cintura sin cortar el contacto visual.




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