Mi único verdadero amor

Capítulo 16

Lucy y Xavier estaban los dos sentados en el pasto. Después de despedir a Esme en el aéreo puerto se habían ido a un lugar dónde no había nadie más que ellos dos.  El pastizal era enorme y ellos dos allí en el medio de ese terreno inmenso lograban perderse.

-Estoy muy contenta. Desde que Esme y yo hemos vuelto a ser las de antes siento como si me hubiera sacado un peso de encima- le comentó Lucy a Xavier que la escuchaba atento.

-Antes de irse me pidió perdón por haber intentado separarnos- le contó Xavier.

-¿En serio? Eso no lo sabía-Lucy se quedó pensativa- ¿Ves? Yo tenía razón, es una buena chica.

-Nunca nadie insinuó lo contrario.

-Tú sí, y en varias ocasiones-Le reclamó ella.

-Ok, vale. Puede que alguna que otra vez lo haya hecho, pero es que Esme me sacaba de mis casillas.

Lucy puso los ojos en blanco, dispuesta a defenderla.

-Pues no te sacaba de tus casillas cuando eran novios- replicó.

Xavier fue a protestar. Pero cambió de opinión y prefirió cortar por lo sano.

-Ya no hablemos de tu prima. Hablemos de nosotros- dijo abrazándola y atrayéndola más a él.

-¿Y de qué quieres que hablemos? Ya sabes que te amo, que te adoro, que te necesito. No hay nada de mis sentimientos que no sepas.

-Pero hay algo de los míos, que tú no sabes.

Lucy entornó los ojos.

-¿A qué te refieres?- le preguntó mirándolo de reojo.

-Mira al cielo- le dijo él.

Lucy no entendió que tenía que ver el cielo. Pero miró. Una avioneta pasó y comenzó a moverse dejando humo en él. Era de esas avionetas a chorro, con las cuales se podía hacer letras o formas. Lucy pensó que Xavier sólo quería mostrarle que casualmente pasaba una avioneta.

Pero su corazón brincó de emoción cuando en el cielo se dibujaron las palabras.

Lucy cásate conmigo”

Se tapó la boca con las manos ahogando un sollozo de emoción. Los ojos se le humedecieron y no podía dejar de mirar al cielo con alegría.
Se dio vuelta y se tiró sobre él.

-Sí, mil veces sí. Sí quiero. Quiero casarme contigo- le dijo emocionada.

Xavier la arrimó aún más a él y la beso con pasión.

-Te amo- le dijo.

-Yo más- contestó ella.

Le sonrió y ambos volvieron a mirar el cielo.

-No puedo explicarte lo feliz que me haces. No tengo palabras para decirte todo lo que me haces sentir. Te amo, te amo con el alma. Te amo como sé que tengo que amarte, te amo porque nací para amarte.

Xavier pegó su frente a la de ella.

-No sé porque perdí el tiempo sufriendo por otros amores que no valían nada. Sí eras tú mi verdadero amor. Al fin te encontré.

Lucy suspiró.

-Era lo que tenía que pasar. Y todo valió la pena, porque hoy estamos juntos.

Realmente lo creía así. Ya no le dolía el pasado. Ya no se sentía mal por haber sufrido por amores que jamás le correspondieron. Ella debía sufrir aquello que sufrió para en un futuro ser recompensada con el amor de Xavier. El hombre de sus sueños. Su verdadero amor. Su media naranja. Y su razón de existir. Porque cada lágrima que derramó por el equivocado valió la pena, cada rechazo valió la pena. Todo eso la acercó a él, y lo atrajo a su vida.
Nunca antes había sido tan feliz, y ya nunca más volvería a sufrir.

Fin




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.