Mi vecino es Kim Namjoon

9.

Ha pasado un mes desde que Diego estuvo aquí. Me he metido de lleno en el trabajo para no pensar en él. Casi no duermo, ya que si cierro por dos segundos los ojos su imagen aparece en mi mente, sus últimos besos y caricias las comienzo a sentir por todo mi cuerpo. Diego es el amor de mi vida, y por mi culpa todo está arruinado entre nosotros. Si tan solo no hubiese venido a Corea en un primer lugar. Si tan solo hubiese puesto a Diego antes que todo lo demás. Ahora enfrento las consecuencias de mis acciones. Recuerdo sus últimas palabras en el aeropuerto la noche en que se fue y le pregunté si de verdad no había un alguna oportunidad para reparar lo que se dañó, tal y como si hubiera sido ayer.

Lily, qué más quisiera yo -dijo con tristeza en su voz-, pero eso solo nos haría más daño, a ambos.

Tan claro como el agua.

Mi madre llamó dos días después. Diego le había contado lo que pasó. Obviamente no me libré de la regañada por no haberla llamado de inmediato, pero después del regaño vinieron las lágrimas. Quería que mi mamá estuviera conmigo en ese momento, me abrazara y me dijera que todo estaría bien. ¿Cómo pude si quiera pensar que esta relación a distancia sería diferente y la separación haría más fuerte la relación? Fui una ingenua, no me di cuenta que nuestra relación empezó a deteriorarse lentamente mientras más tiempo pasaba aquí. Construí una vida que no estoy segura si quiero.

¡Quisiera despertar de esta pesadilla!

Como tenía planeado, compré un boleto de avión para visitar a mi madre. Dejé todo lo relacionado al trabajo listo. Me quedaré solo unos tres días no más, ya que debo regresar al trabajo lo más pronto posible, estamos envueltos en medio de un negocio terriblemente importante no puede ser descuidado. Nada más iré a pasar el cumpleaños de mi madre y luego me regreso. Además, mientras menos tiempo esté allá mejor. Los recuerdos con Diego están en cada esquina. Duelen.

Namjoon no está en su departamento así le dejo un mensaje de despedida. Me responde casi de inmediato.

"Ten un buen vuelo" -dice en coreano, el cual leo despacito y con buena letra, tardé un minuto en entender lo que significaba, pero lo logré. Las clases han dado buenos frutos, es un alivio. Le respondo de vuelta.

"Gracias, volveré pronto"

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Apenas bajé del avión y salí de migración en el aeropuerto, tomé un taxi, compré un chip desechable en la tienda más cercana y me dirigí a casa. Quería ver a mi mamá, abrazarla, besarla y decirle lo mucho que la extrañé. En el camino le envié un mensaje a Namjoon para hacerle saber que estoy bien:

"Ya llegué, sana y salva"

Después de un par de minutos me responde:

"Es un alivio. Espero que disfrutes mucho tu viaje"

"Gracias, lo haré" -les respondí.

¡Vaya! Namjoon no descansa, deben ser las 2am en Corea. Le envío de nuevo un mensaje:

"No te desveles mucho. Cuídate"

"Copiado" -respondió de inmediato.

Sonrío levemente antes de guardar mi celular en mi bolso.

Mi mamá estaba en su negocio atendiendo a unos clientes, le pagué al taxista el monto indicado en el taxímetro y me ayudó a bajar mi pequeña maleta al bajar del auto. Me vio a lo lejos y dejó todo botado para acercarse a mí.

- Lily, mi niña -dijo tras abrazarme fuertemente.

Le devolví el abrazo y ambas lloramos de la alegría. Prácticamente un año sin vernos, sin sentirnos. Se me hizo una eternidad.

- Ya estoy de regreso, mami.

Aunque entre lágrima y lágrima llegaron los reclamos.

- Pero, ¿qué haces aquí? ¿Por qué no llamaste antes? ¿No deberías de estar trabajando? Mira que después los chinos ya no quieren trabajar con los latinos por culpa de las malas experiencias. Y ud dejando en mal nuestro nombre, qué bruta.

- Ah, mamá. Si vine fue porque quería verte, te extrañaba. Además, es tu cumpleaños y pedí un permiso de unos días no hay problema. Y, no son chinos mamá, son coreanos ya se lo he dicho mil veces.

- Es lo mismo, es allá en Asia.

Volteé los ojos.

Mi prima llegó a saludar y hasta la vecina. Claro, pero ella fue más directa u preguntó por Diego. Bien chismosa la señora. Mi mamá la puso en su lugar obviamente, pero ya sabía que ella iba air corriendo a contarle a todo el mundo para que llegué a sus oídos que estoy aquí. Le ayudé a mi mamá con el negocio durante la tarde, y en la noche nos fuimos a casa. La puse al día con todo. Claro ella ya sabía muchas cosas, pero no era lo mismo hablar por videollamada a hablar en persona cara a cara.

Saqué de la maleta unos cuántos regalos para mi mamá y mi prima, y al bebé que estaba esperando. Hablábamos con más tranquilidad sobre Diego y la situación en la que estábamos y mi mamá me dijo:

- Yo ya lo veía venir, hija -tomó un sorbo de café negro como le gusta después de la cena-. En el momento en que te subiste al avión algo me decía que su relación se iba a afectar.

- Ma'...

- No, en serio, hasta recé día y noche porque no pasara nada malo entre ustedes.

- Es mi culpa, ¿verdad?

- No dije eso.

- Pero crees que cometí un error al irme a Corea, ¿cierto?

- Para serte sincera, no.

- ¿Cómo? -dije sorprendida.

- ¿Y eso tía?

- Tú no hables, que lo que hiciste si fue un error y grave -le dijo con enfado a mi prima. Ella hizo un puchero con sus labios. ¡Ah, extrañaba esto!-. Hija, estoy orgullosa de ti y de todo lo que has logrado a pulso, con esfuerzo y dedicación. No pudieron haber encontrado a mejor profesional para ese trabajo que tú. Aprender un nuevo idioma, irse a vivir a otro país, era tu sueño y por mucho que yo quiero a Diego, creo que los novios vienen y van, pero oportunidades como esta solo una en la vida. Si Diego no pudo esto, la prueba de fuego, imagínate en un futuro, casados, en un matrimonio sólido como el que pensé que tendrían.



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En el texto hay: drama, bts, bts kim namjoon

Editado: 09.02.2021

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