Miré de rojo a Grace, ella estaba muy concentrada en mandar un mensaje. Solté un suspiro, me tenía algo molesta que estuviera siempre pendiente de su novio. Yo soy su mejor amiga, y soy más importante que él.
— ¿por qué Kendra no vendrá? – pregunté, ya que me estaba agobiando el silencio que había en el coche de su hermano mayor, persona con la que había mantenido un tipo de "relación" basada en caricias atrevidas y otro tipo de cosas que no pienso mencionar.
— Dijo que tenía dolor de estómago y se sentía enferma. – mi mejor amiga se encogió de hombros. – qué raro que has venido, Des.
— Oh, tenía ganas de ir a una fiesta. – respondí, encogiéndome levemente de hombros.
En realidad, era porque el anfitrión de la fiesta era Will y la causa de ésta era que "The Silence Rampage" había encontrado un nuevo guitarrista, el cuál era Travis. Con mucha suerte, tendríamos un encuentro.
Reí ante mis propios pensamientos, provocando que Grace y Fred, su hermano mayor, me observaran cómo si estuviera mal de la cabeza. Llegamos finalmente al destino de la fiesta, la casa de Will.
— Gracias por traernos, Fred. – habló Grace, yo ni siquiera le dirigí la mirada, antes de que nos encamináramos dentro de la propiedad. Apenas abrimos la puerta, la música comenzó a taladrar mis oídos de una manera a la que estaba acostumbrada y el olor a tabaco y sudor inundó mis fosas nasales. Hace tanto tiempo no venía a una fiesta.
— ¡Des! – escuché el chillido de Will, antes de que se acercara y me abrazara por los hombros, dejando un sonoro beso en la mejilla. Grace sonrió, antes de dirigirse a la mesa y servir dos tragos, me entregó uno de ellos. – estoy feliz de que vinieras, haremos una presentación especial en honor a ti y que nos ayudaste a encontrar al guitarrista.
— ¡claro que lo es! – antes de que continuara diciendo tonterías, el baterista lo tomó de los hombros y lo alejó, dedicándome una sonrisa antes de llevárselo, aún con Will hablando cómo cotorra.
Suspiré, antes de acercarme a la mesa y servirme un trago, bebiendo éste. me sobresalté al sentir unas manos grandes en mi cintura.
— Qué genial es que hagan una fiesta en tu honor, ¿verdad? – pude reconocer de inmediato la ronca voz de Travis, volteando y alzando las cejas.
— Sí, muy genial. – respondí, llevando el vaso rojo a mi boca y bebiendo. Él sonrió.
— Y más si hay chicas tan lindas cómo tú, que además son mis vecinas y tienen unos labios así de rojizos y apetitosos asisten, ¿verdad?
— Ajá. – respondí, mientras dejaba el vaso sobre la mesa detrás de mí, subiendo mi mano desde su abdomen hasta su nuca, comenzando a acariciar los cabellos que allí estaban. Travis sonrió.
— Me encantaría repetir el beso que hemos compartido, digo... ¿te acuerdas, verdad? – solté una risa sarcástica, antes de tirar de él un poco hacia abajo, ya que no alcanzaba a hablarle de otra manera.
— Cosas cómo esa nunca se olvidan, cariño. – susurré, antes de rozar mi labio por toda su mejilla y parte de sus labios, dedicándole una juguetona sonrisa antes de apartarle y pasar por su lado, dirigiéndome a la pista de baile.
Más tarde.
— Yo nunca nunca he pensado que un profesor era lindo. – habló una chica de nombre Heather, la mayoría de las personas alrededor de la mesa con chupitos bebieron uno. Jennah se encargó de rellenar los pequeños vasos.
— Mi turno. – Grace alzó la mano. – yo nunca nunca he hecho un trío. – y ahí estaban las cosas picantes que yo estaba esperando desde el momento en el que accedí jugar a este estúpido juego.
Nadie en la mesa se acercó a la mesa por un chupito, sonreí de manera orgullosa al notar que Grace me estaba observando mientras guiñaba un ojo, me acerqué y tomé el pequeño vaso, tomando un shot. Todas las miradas estaban sobre mí, incluso la de Travis, quién estaba en la otra punta de la mesa, pero frente a mí y habíamos cruzado miradas varias veces desde que el juego había comenzado.
— Sigo yo, sigo yo. – dijo emocionado Will, alzando su mano. – yo nunca nunca se la he chupa...
— ¡mejor voy yo! – exclamé alterada, provocando risas de otras personas, dirigí mi vista hacia Travis, él alzó una de sus tupidas cejas. – yo nunca nunca... — comencé a acercarme hacia dónde se encontraban los chupitos, mientras sonreía de manera amplia y juguetona.
— ¿yo nunca nunca...? – Grace me animó a que terminara la frase.
— Yo nunca nunca he besado o he tenido un encuentro fogoso con un desconocido. – una ladeada sonrisa se hizo presente en los labios de Travis, a quién espere que se acercara antes de tomar mi chupito, llevándomelo a los labios y sintiendo cómo el alcohol quemaba mi garganta. Sonreí al notar la cara de confusión de todas las personas que estaban alrededor de nosotros, volviendo a mi lugar y continuando con el juego. Aunque Travis y yo continuamos enviándonos miradas traviesas. Y él me sonreía de la manera en la que sólo él puede sonreír.
Me levanté del suelo, para dirigirme hacia la cocina, dónde Will (quién se había levantado antes) estaba preparando café, para él y para mí. le sonreí, rodeando su cuello con mi brazo ya que éramos casi de la misma estatura.
— Así que... ¿tú y tu vecino? – negué rápidamente con la cabeza ante su pregunta. Él solamente pudo rodar los ojos. Miré que Travis estaba sentado y acababa de tomarse un shot en el momento en el que Grace dijo "yo nunca nunca he pensado que alguien de la escuela era atractivo o atractiva", antes de dirigir su mirada hacia mí, a través del umbral de la puerta de la cocina. Rodé los ojos.