Mi venganza contra el amor

Deterioro

Siempre soñé que el día de mi boda seria uno de los más felices de mi vida, imaginaba mi vestido blanco, la ceremonia, el baile, mis damas de honor y toda esa magia que se siente cuando pronunciamos la palabra “acepto” la verdad es que mi boda fue muy bella, sencilla pero hermosa, llegue a creer que estaba en un sueño…todos nos cuentan esa parte, lo maravillosa que es la ceremonia y lo inolvidable que es la luna de miel, pero nadie te dice lo difícil que es el matrimonio, los primeros años y los próximos aún más…mi sueño por formar una familia comenzó a los trece años, al encontrarme sumergida en una familia disfuncional, rota, deteriorada, lo único que quería era formar la mía y me abstuve de las relaciones románticas hasta que cumplí los veinte años, tenia muy claro el tipo de hombre que quería a mi lado “el chico perfecto “el amoroso, el responsable, el tipo bueno y así fue, conocía a Thomas Allen, mi esposo, un hombre culto, honorable, educado, caballeroso y fiel, nos casamos cuando yo cumplí veintidós años estaba completamente enamorada, pero mi corazón se agrieto cuando comencé a desconocerlo…

—¡Ya deja de acosarme! ¡me tienes arto! ¡por que demonios eres tan insoportable Alice! —Thomas le grita acorralándola contra la pared.

—¡No me grites! ¡solo te estoy pidiendo una explicación! ¡eso es todo! —Alice no puede contener las lágrimas y se quiebra.

—¡Ya te dije que todo está en tu mente! ¡tu mente loca y enferma!

—¿Por qué Borg te escribe estas cosas?... ¿Por qué te habla de esa manera? —pregunta Alice entre lágrimas.

—¡¿Por qué demonios revisas mi celular?! ¡¿Por qué no respetas mi privacidad?! —Thomas le arrebata el teléfono con brusquedad.

—¡Por qué ningún amigo debe de decirte esas porquerías! ¡Todos sus mensajes son sexuales y repugnantes! ¡ya habíamos hablado de esto! Me prometiste que ya no pasaría…no tienes vergüenza….

—¡Son simples juegos de amigos! ¡son solo bromas Alice! Sabes que Borg se lleva muy pesado con nosotros ya deberías estar acostumbrada. —Thomas le da la espalda y se agarra la cabeza, tratando de contener su ira.

—Lo ves todo el tiempo, todo el día te llama por teléfono, te trae regalos costosos, tienen un día asignado para ir a comer juntos, comparten miradas, sonrisas, llevo dos años soportando esto…Pareces…

—¿Qué parezco Alice? —le pregunta Thomas apunto de explotar.

—¡Pareces su pareja! ¡respétame carajo! —Thomas le da una cachetada a Alice tirándola al suelo por la fuerza.

—¡Ay! ...—Alice se cubre la cara y llora a voz en cuello, no aguanta más y sube las esclareas, pero Tomas la agarra con fuerza de la cintura y llora arrepentido.

—Lo siento… lo siento…! perdóname mi amor! No quise golpearte, es solo que me exasperas con esas acusaciones terribles…

—Nunca me habías pegado…esto ya se salió de control, ya no quiero esto…—expresa Alice mientras llora amargamente.

—¿Qué estas diciendo? ¿Qué quieres decir con eso? ¿acaso quieres divorciarte de mí? —le pregunta Thomas haciéndola a un lado.

—No es lo que estoy diciendo… ¿Por qué siempre me sacas eso al tema? Pareciera que el que quiere el divorcio eres tú…

—No digas tonterías, yo te amo, pero estas peleas me están desgastando mucho, tus celos están destruyendo este matrimonio… —expresa Thomas arto de la situación.

—¿Mis celos? Nada de esto pasaría si le pusieras un limite a Borg, entiendo que es tu mejor amigo, que es como tu hermano, pero no me gusta como esta metido en nuestra relación, pasas mas tiempo con el que conmigo…

—Está bien, volveré a hablar con él, solo entiéndelo un poco, su forma de ser es así con todos, no soy la excepción, además, se casará este fin de semana, si fuera lo que dices, no estaría tan comprometido con Jena, seguramente ella no tiene tu actitud, tienes que comprender que estos últimos días he estado mas tiempo con él por que soy su caballero principal ¿puedes comprender eso? Necesito que me apoyes.

Alice voltea la cara, no entiende como su esposo minimiza sus sentimientos al punto de hacerla sentir exagerada y loca.

—Ya no quiero hablar más del tema, me duele mucho la cabeza. —expresa Alice deprimida.

—Perdóname por haberte pegado, me siento una basura, no se como puedo recompensarte ¿quieres que comamos juntos? ¿Que veamos una película? ¿Qué puedo hacer para que me perdones? —Thomas la abraza y la besa haciendo que Alice se sienta incomoda.

—Dile a Borg que se comporte, eso es lo único que te pido…

—Lo hare, lo prometo, pero ya no estes triste por favor, tengo que ir a comprar algunas cosas para el viaje a Madrid, Borg me pidió algunos favores y bueno, cuando llegue te cuento… te amo, no olvides eso, tú eres la única para mí.

—Yo también te amo…

Thomas se despidió con un beso y él se fue a reunir con Borg y sus amigos, no había querido decirle que ella tendría que viajar sola a Madrid por que él y los otros caballeros se quedarían en Phoenix para celebrar la despedida de soltero de su amigo, no quería disgustarla aun más, pero Alice tenia razón, la amistad que tenia con Borg no era saludable, había entrado en su matrimonio destruyéndolo desde la raíz, pudriendo y anidando en las gritas de inseguridad y miedo de ambos.

—¡Maldición por que tenemos que pelear por lo mismo!... —Alice avienta uno de los cojines de su cama a la pared, cuando fue a levantarlo se miro al espejo, tenia los ojos hinchados, la cara roja y el golpe en la mejilla se le notaba todavía, ya no se reconocía, no era ni la sombra de lo que solía ser.

Alice y Thomas llevaban cinco años de matrimonio, hacia dos que se habían mudado de nueva york a Phoenix, Arizona, por una supuesta oportunidad de trabajo, pero la realidad es que Borg convenció a Thomas de irse a vivir a la misma ciudad que él, pues la idea de estar separados no le hacia feliz y le consiguió una planta en una empresa de construcción donde económicamente su vida mejoraría, Thomas era un hombre bien preparado, le caía bien a la mayoría de las personas, hablaba tres idiomas y constantemente se estaba preparando, era muy apasionado con el deporte y físicamente era atractivo, parecía que mudarse a Phoenix le había transformado la vida, era joven, tenia un buen empleo, estaba en Arizona con su bella esposa y con su querido Borg, era simplemente feliz, pero Alice no se sentía igual, dejo a sus seres queridos en nueva york, su casa y sus sueños, con tal de ver feliz a su esposo, era cierto, no le faltaba el dinero, pero si lo más importante, la atención de su esposo.




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