Mi venganza contra el amor

Inesperado

 

Alice no podía apartar su mirada de aquel joven intimidante, nunca había conocido un hombre tan atractivo, su cuerpo la traicionaba, y no podia quitarle la mirada de encima, era realmente atrapante.

—¿Entonces la fuente cumplió tu deseo? —le pregunta el hombre mientras la mira fijamente.

—Claro que no, yo no creo en esas cosas. —le responde Alice molesta.

Alice estaba muy incómoda, al parecer no le cayo bien a ese joven por el comentario que hizo y decide irse de ahí, además su energía masculina era muy fuerte y cuando paso a su lado, la humedad que se junta en el suelo la hizo resbalar.

—¡Ay! —Alice se llenó de vergüenza al ver que aquel tipo rudo la tenia sostenida de la mano.

—Ten cuidado. —le dice el joven fastidiado el cual desvía su vista al anillo que Alice tiene en el dedo.

—Señora… —murmura el apuesto muchacho.

—No me digas así…—Alice se quita rápidamente el anillo y lo mete en su bolsillo.

—¿Eres de las mujeres que acostumbran engañar a sus maridos? —le pregunta el chico con seriedad.

—¡Claro que no! El me engaño primero…—enseguida Alice se dio cuenta de que se le habían salido las lágrimas y más apenada se sintió y se dio la vuelta dispuesta a irse de ahí.

—¡Espera! —la voz masculina la hace frenar el paso.

—¿Y por que no le haces lo mismo? Yo estoy aburrido y no tengo nada que hacer.

—¿Que?

Aquel joven pensó por un momento que su propuesta había sido muy atrevida y al verla regresar se esperaba una fuerte cachetada, pero la respuesta de aquella mujer lo dejo perplejo.

—¿Cuántos años tienes? —le pregunto Alice con seriedad.

—acabo de cumplir veinticinco… le respondió el chico perplejo.

—Yo tengo treinta años, no soy virgen obviamente, soy mucho mayor que tú y claro que quiero vengarme de él…si no te importa que sea mayor que tu por cinco años…entonces acepto. le dijo Alice mirandolo fijamente.

 Los ojos del chico se abrieron de par en par y sonrió incredulo.

—¿Te dan miedo las motocicletas? —le pregunta el chico con una sonrisa pícara.

—Nunca me he subido a una…—responde Alice avergonzada al ver su linda sonrisa.

—¡¿Qué está sucediendo conmigo?! ¡no puedo creer que estoy haciendo esto! ¡ay huele tan bien!... —Alice tenia un conflicto interno, estaba agarrada de la cintura de un hombre guapo, cinco años más joven que ella, esto era algo que en otras circunstancias definitivamente jamás haría.

Sentir el cuerpo tibio de aquel muchacho la llenaba de vergüenza, cada que le dirigía la palabra tartamudeaba y a él le parecía gracioso pues no podía evitar soltar pequeñas risitas al verla tan nerviosa.

—Ya llegamos. —le dice el tipo sexy mientras que Alice se queda petrificada al ver que es un hotel lujoso.

—Ay…eh,yo…este…—Alice estaba temblando, este chico realmente estaba dispuesto a formar parte de su venganza, pero ella jamás incluyó esto en su plan, estaba tan enojada que hablo sin pensar y ahora no encontraba la forma de explicarle bien al chico sexy lo que quería en realidad.

Esto definitivamente se salio de control, ¿ahora como salgo de aquí? este mocoso debe ser algun aprovechado y yo me le puse en bandeja de plata, que tonta soy, debe creer que se gano la loteria con una señora deseperada y cuernuda... (se decia Alice en sus adentros) 

—¿Qué estas mirando? Es por aquí. —Alice nunca había conocido a un hombre que tuviera una energía masculina tan fuerte, tanto que la hipnotizaba.

Alice camina siguiendo al chico de negro y se sorprende al ver que entran a un hermoso restaurante, eran las ocho en punto y ella no había comido en todo el día, estaba hambrienta.

—¿Buenas noches caballero, ya tiene una mesa reservada? —le pregunta el mesero con amabilidad.

—No, una mesa para dos por favor. dijo el tipo sexy con su voz grabe y varonil.

—¿Viene con su novia? —vuelve a preguntar el mesero dirigiendo su mirada a Alice quien lo voltea a ver esperando su respuesta.

—Si, es mi novia. —responde el tipo sexy haciendo que el color de la cara de Alice sea de un rojo profundo, jamás se esperó esta respuesta y ya no sabía a donde mirar.

Una vez que les asignaron la mesa y les ofrecieron el menú, Alice respiró profundo, trató de sostenerle la mirada y se armó de valor para hablarle.

—¿Cómo te llamas? —Alice grita en sus adentros, otra vez su cuerpo la traicionó, eso no era lo que quería decirle.

—Jajaja ¿Te interesa conocer mi nombre? —El chico guapo soltó una ligera carcajada y le alegró que Alice le preguntara su nombre y añadió. —Me llamo Hans.

—Hans…te queda ese nombre. —expresa Alice nerviosa.

—¿Y cual es el tuyo? —le pregunta su acompañante mirándola fijamente.

—Alice…me llamo Alice Campbell.

—Eres muy tímida para ser una señora.

—Deja de llamarme así… pronto dejare de serlo. —expresa Alice entre un puchero involuntario.

—¿Te puedo preguntar algo personal?

—Si… le respondio Alice con nerviosismo.

—¿Con cuántos hombres estuviste antes de tu esposo?

—¿Por qué me preguntas algo así? —expresa Alice incomoda y un poco indignada.

—Porque quiero entenderte mejor, tu puedes preguntarme lo que quieras, no importa que tan inapropiado sea. —le dice el chico sexy con una sonrisa burlona.

—Mi esposo…bueno, Thomas, ha sido el único hombre en mi vida. —responde Alice apenada.

—¿Thomas es el nombre del tipo del que vamos a vengarnos?

—Si.

—Jajaja, es el nombre de un estúpido, enséñame una foto suya.

—Ah, ok… —Alice le da su celular y Hans desliza la pantalla haciendo expresiones de asombro.

No se esperaba que Thomas fuera tan bien parecido, tenia un cabello castaño y un cuerpo disciplinado, era evidente que era popular con las mujeres se decía así mismo.

—El idiota de tu futuro ex esposo no esta tan mal, pero ¿Qué piensas de mí? ¿Quién de los dos te gusta más? —le pregunta Hans con total seriedad.




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