Mi venganza contra el amor

Contra reloj

 

 

La cabecilla de un fosforo encendido había tocado el suelo, provocando que un gran fuego se propagara con facilidad, Thomas miró fijamente la puerta donde Alice se encontraba encerrada, no sintió pena por ella, no le importaron los años que su ex esposa le dedicó, no le importo que había sido él quien le había fallado, ni una pisca de remordimiento, su corazón y su mente estaban eclipsados por el rencor y el desprecio, estaba claro que nunca la amó, que tenía más fuerza su orgullo herido que el cariño que juraba tenerle.

—Ya es demasiado tarde para arrepentirse. —le dijo Borg tocándole el hombro.

—No estoy arrepentido, si por mí fuera la vería arder hasta las cenizas. —manifestó Thomas con desprecio.

—¡Por favor sáquenme de aquí! ¡que alguien me ayude! ¡socorro! —gritaba Alice a voz en cuello.

Sus suplicas y gritos de auxilio eran inútiles, el fuego ya se había apoderado del lugar por completo.

—Arderas como las brujas jaja. —gritó Borg mientras salía tomado de la mano de Thomas.

—¡Ayúdenme!

—Estoy orgulloso de ti cariño, no sabes la satisfacción que me da saber que esa perra no volverá a entrometerse entre nosotros.

—¿Y si la policía se entera de que fuimos nosotros? —le preguntó Thomas preocupado.

—No lo harán ¿Quién va a testificar en nuestra contra? Esa maldita ya va a estar calcinada para entonces, no te preocupes por nada, ganamos, eso le pasa por haberse metido con nosotros, regresemos al hotel y festejemos haciendo el amor hasta que amanezca, te aseguro que hoy tendremos el mejor sexo de nuestras vidas.

Thomas y Borg subieron a su auto y se marcharon de ahí sin mirar atrás, estaban orgullosos, satisfechos de la monstruosidad que habían hecho, el calor era cada vez más intenso, Alice estaba en medio de una crisis nerviosa, había llamado a la policía y los bomberos estaban en camino, pero el fuego les estaba ganando, el humo entraba por la puerta y ya le era dificil respirar.

En un arranque de desesperación Alice le llamó a Carter dejándole un mensaje de voz, el cual decía.

—Por favor ayúdame…me encerraron en el baño y le han prendido fuego a mi negocio…no puedo respirar, me estoy ahogando…por favor ayúdame…

Alice se había quedado inconsciente y Carter se dirigía a toda prisa hacia la cafetería, en el camino llamó a las autoridades y una vez que llegó al lugar se quedo impactado al ver la manera en la que el fuego se había dispersado.

—Maldición ¿Cómo es posible que aun no llegue nadie? —se dijo asi mismo Carter mientras se quitaba el saco y una vez que se vació una botella de agua encima se dispuso a entrar al local.

Carter pateó la puerta principal y la rompió, buscó a Alice por todos lados y al no verla golpeó la puerta del baño con su hombro varias veces hasta que por fin de varios intentos la abrió, para su sorpresa, Alice se encontraba en el suelo inconsciente.  

—Carajo, espero no sea demasiado tarde para ti. —Carter la cargo en sus brazos y se vio rodeado de llamas, el calor era insoportable y ya se había quemado los brazos.

Los bomberos estaban afuera intentando apagar el fuego.

—¿Hay alguien ahí? ¿pueden oírnos? —gritaban los bomberos llenos de adrenalina.

—¡Estamos aquí! —gritó Carter con fuerza.

—¡jefe! ¡me pareció escuchar a alguien gritar! —manifestó uno de los bomberos.

—Es imposible que queden personas vivas, esto no tarda en derrumbarse.

—Le juro que escuche la voz de un hombre.

—¡Ay alguien ahí adentro! ¡trataremos de sacarlos de ahí! ¡Necesito que respondan!

Carter no podía respirar, debía encontrar la forma de salir de ese infierno, así que, en un intento desesperado por escapar, rompió una de las ventanas con su puño, se envolvió su camisa y una vez que se aseguró de que no hubiera vidrios se arrojó con Alice en sus brazos.

—¡Ahí están! ¡Lograron salir! ¡es un milagro!

Carter estaba muy herido, había quedado inconsciente, con su cuerpo había protegido a Alice y los paramédicos se los llevaron al hospital.

Mientras Alice y Carter habían logrado salir con vida de ese incendio, Thomas y Borg festejaban a lo grande, los dos estaban muy ebrios, especialmente Thomas, no podía ni sostenerse en pie.

—Te he preparado una sorpresa. —le dijo Borg con una mirada lasciva.

—¿Cuál sorpresa? Ahora mismo todo me da vueltas. —exclamó Thomas mareado.

—He invitado a un amigo para hacer de esta noche inolvidable.

Borg había contratado un prostituto para que se acostara con ellos, le dieron rienda suelta a su pasión y terminaron drogándose y entregándose al placer sin freno, lo que no sabían es que su alegría estaba por terminarse.

Ese par de animales terminaron cavando su propia tumba, Alice había recuperado el conocimiento, se encontraba estable y no tenía idea de como es que se encontraba con vida, las enfermeras le dijeron que un hombre la había salvado, pero que este había sufrido más heridas, se dio cuenta de que se trataba de Carter y que gracias a él ella se encontraba a salvo.

—¿Este hombre se encuentra estable? —le preguntó Alice preocupada.

—Si, pero tardo más tiempo en despertar, se le hicieron unos análisis para descartar cualquier problema, solo tendrá que esperar a que las quemaduras cicatricen.

—¿Quemaduras? —Alice se sentía muy culpable, pues ahora Carter se encontraba herido.

—Sufrió quemaduras en los brazos, nada grabe por suerte, pero el ardor puede ser muy doloroso, le han recetado analgésicos y ungüentos, gracias a Dios su rostro no sufrió daños, es muy apuesto, aunque su carácter da un poco de miedo. —dijeron las enfermeras apenadas.

—¿Creen que sea posible que pueda verlo? Me ha salvado la vida, es lo mínimo que podría hacer.

—Creo que podemos hacer algo.

—Gracias.

Hola hermosas, espero se encuentren muy bien, gracias por leer "MI VENGANZA CONTRA EL AMOR" si les gustó no olviden comentar y si aun no me sigues entra a mí perfil y unete a esta linda comunidad de lectoras, puedes leer mis otras novelas que son gratuitas, nos vemos en el proximo capítulo.




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