Mi venganza contra el amor

En mis manos

 

 

Alice se sintió algo temerosa con la inusual propuesta de Carter, la seriedad con la que dijo que la apoyaría con la decisión que tomara respecto al castigo que impartiría a Thomas y a Borg la dejo helada, Carter parecía ser integro en muchas cosas, pero le parecía sombrío la forma tan natural con la que hablaba de la muerte o matar a otras personas, se sentía preocupada con las personas con las que se estaba relacionando, creía que el dolor y la desilusión de haber perdido a Luisa lo habían llevado a pedir la ayuda de malas personas y no quería que se convirtiera en uno de ellos.

—¿Por qué te ves tan angustiada? Creí que te daría más tranquilidad saber que tus agresores pronto estarían en tus manos. —le dijo Carter mirándola detenidamente.

—No es que no me de paz saber que pronto estarán encerrados, no te miento cuando te digo que aveces siento que aparecerán en la mansión y trataran de lastimarme, mi sueño se volvió ligero y escaso desde el incendio…estoy muy agradecida contigo por todo lo que haz hecho por mí, pero me preocupa que te relaciones con hombre malvados… ¿los hombres que contrataste para capturar a Thomas y a Borg son mafiosos? —le preguntó Alice temerosa de recibir una respuesta.

—Si, son una organización que pertenece a la mafia italiana, su líder se llama Carlo Rizzo Di Marco, su grupo di lectivo es bien conocido por ejecutar sus trabajos a la perfección, los contacté cuando asesinaron a Luisa, al no recibir la ayuda que necesitaba de parte de la policía decidí contratarlos para que investigarán al asesino, las respuestas están llegando más lento de lo que esperaba, pero en cuanto a tu problema, se pudo resolver y eso me alegra. —exclamó Carter con tranquilidad.

Alice lo miraba incrédula ante lo que estaba diciendo, se sentía molesta y preocupada de que no valorara su vida ni la seguridad de su familia.

—Carter…no quiero que me mal interpretes por favor, pero esto es muy peligroso, esos delincuentes no son de fiar, se venden al mejor postor, si se llegan a sentir traicionados pueden cobrarse la ofensa con tu vida y la de toda tu familia, se que estabas desesperado por todo lo que viviste, por todas las injusticias, créeme que te entiendo más que nadie en el mundo, pero buscarlos fue un error, no debiste…—Carter la interrumpió tajantemente.

 —No compares nuestras situaciones por que son completamente diferentes, asesinaron a mi prometida a sangre fría, le arrebataron la vida al amor de mi vida y fue alguien de mi propia familia, no tienes idea de lo que siento…el asesino puede comer en mi mesa, mi madre, mi hermano, Héctor, alguien de la servidumbre, cualquiera pudo ser el desgraciado que me la arrebato de los brazos, jamás entenderás la desesperación que sentí en ese momento, al encontrarme completamente solo con su cadáver pidiéndome justica, así que no te atrevas a decirme que si y que no fue correcto, que con tal de vengar la muerte de Luisa sería capaz de todo, hasta de matar.—Carter la miro fría mente, su mirada estaba llena de odio, dolor y resentimiento, le había apretado tan fuerte los brazos cuando le estaba hablando que le dejo sus manos marcadas, Alice lo miraba sorprendida al ver todos esos sentimientos de frustración y odio dentro de él.

—Te equivocas…si te entiendo, estoy consiente de que pasamos por cosas diferentes y que el dolor que sientes por la perdida de Luisa es insoportable, lo se por que lo veo en tu mirada, pero no te atrevas a decir que no te comprendo, yo vivo el duelo de desconocer a mi esposo, me case con un hombre al que aún le lloro por todo lo que me hizo, uno que nunca me amó, intentó asesinarme junto con su amante y me orilló a una depresión insoportable, también me he sentido completamente sola…—Alice comenzó a llorar, las lagrimas le brotaban de manera incontrolable y Carter se sintió mal de haberla entristecido, pues no quería verla llorar nunca más.

—Se que no nos conocemos del todo y que nuestro matrimonio es un contrato nada más, pero no me gustaría que te pasara algo por confiar en esas malas personas, si hubiera sabido que por sus manos recibiría a mis enemigos, habría preferido no tenerlos, si eso me daba la seguridad de que tu y tu familia estarán bien entonces podría haber esperado, te debo mucho…si algo te pasara me pondría muy triste.

Carter se sorprendió por las palabras de Alice y al ver las marcas de sus manos en sus brazos se avergonzó de haberla tratado así y deslizó su mano sobre la piel enrojecida haciendo que a Alice le dieran cosquillas.

—Perdóname por hablarte de esa forma, no quiero ser duro contigo, yo también estoy agradecido de que seas mi esposa y me ayudes con mi venganza, ya sufriste demasiado como para que yo sea un clavario más para ti. —expresó Carter mientras abrazaba a rabito.

—No te preocupes, no te juzgo, solo promete que no volverás a contactarlos, te lo pido como una amiga, es un favor personal, yo estoy dispuesta a ser tu detective o lo que sea que necesites con tal de que encuentres respuestas y tengas paz en tu corazón, me siento mal por que no creo que te este ayudando tanto, cause muchos problemas el otro día…no hemos hablado del tema. —exclamó Alice avergonzada.

—No sabía que mi hermano había sido la persona que te había brindado ayuda en Madrid, no te pregunté detalles sobre el hombre del que estabas enamorada y ese fue mi error no fue tu culpa, no te castigues por eso.

—Lo siento tanto…te juro que he tratado de olvidarme de él, he obligado mi mente y mi cuerpo para no pensar ni sentir todo lo que siento, no he querido faltar a nuestras clausulas, es solo que no puedo…

Carter se daba cuenta de la tortura por la que Hans y Alice estaban pasando, se estaban resistiendo a su amor, al gran amor que sentían el uno por el otro, eran como dos adictos en plena abstinencia, deseándose, resistiéndose y necesitándose, podía pensar en lo dificil y traumático que era todo esto para ellos.




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