Mi venganza contra el amor

Un fatidico final

 

Esa noche el corazón dejó de latirme por un momento, nunca había sentido tanto dolor, tanta pena, vi la sangre impregnarse en sus ropas llenas de tierra, lo iban pintando de un color espantoso, vi como la muerte lo rodeaba hasta que por fin se lo llevó, la luz de sus ojos se volvió opaca, sabía que Thomas había dejado este mundo, cuando creí que no podía hacerme más daño, se mató, se quitó la vida frente a mis ojos y murió llorando en mis brazos, perdóname…fue lo último que dijo….

Alice pego un grito desgarrador y lleno de dolor que estremeció a todos los presentes, Carter estaba atónito con lo que había pasado, se apresuró a apartar a Alice del cuerpo frio he inerte de Thomas, pero ella se resistió y lloro en su pecho como una viuda.

Los gritos de Borg también retumbaban en la tierra, se ahogaba entre la desesperanza y los insultos que sin piedad le lanzaba a Alice.

—¡Maldita seas! ¡es tu culpa que este muerto! ¡bruja miserable! ¡tú lo mataste infeliz! Te odio…te aborrezco…

Carter se hartó de escucharlo y lo tomó del cuello mirándolo con un profundo desprecio.

—¡Cierra la boca desgraciado! Estoy harto de escucharte basura…si vuelves a insultarla te arrancare la lengua. —lo amenazó Carter lleno de ira.

—Mátame si quieres, no importa, ya sea vivo a muerto, pero me vengaré de tu mujer…seré la pesadilla de toda su vida.

 Carter no pudo más y lo golpeo tan fuerte que lo tiró al piso y aplastó su cabeza contra el suelo con su pie, después le apunto con un arma, estaba a nada de matarlo cuando Alice se lo impidió.

—¡Detente! Quiero que sufra…pero matarlo sería un acto de compasión para él, quiero que se pudra en la cárcel, que sufra sabiendo que Thomas nos ha dejado y que viva con el remordimiento al igual que yo, te pudrirás en la cárcel bastardo, no volverás a ver la luz del sol…lo juro.

Alice lo miro con tanto desprecio que Borg se quedo callado, ver a Thomas tirado le carcomía el alma y se desplomo…lloro amargamente sabiendo que jamás volvería a verlo.

Borg fue entregado a la policía con los cargos de intento de asesinato en primer grado, acoso, violencia de género y crímenes de odio, en todo su recorrido no dejo de maldecir a Alice y juraría que se vengaría algún día, Thomas fue llevado a la morgue y después de comprobarse su suicidio fue cremado y sus restos fueron entregados a sus padres quienes lloraron desconsolados por la forma en la que había terminado su hijo.

Alice tubo prohibido asistir al velorio y no querían volver a verla nunca más, la noche en la que Thomas murió le dejó una gran herida a Alice, hizo duelo por él en su corazón, le rogaba al cielo que pudiera ser perdonado, para que pudiera descansar en paz.

—Ay Dios mío…me duele el alma…siento que me consume la pena…por favor perdónalo, se equivocó grandemente, pero al final estaba arrepentido, lo pude ver en sus ojos…sé que quería vengarme de él, que sufriera por todo el daño que me había hecho, pero cuando lo vi no pude odiarlo más, solo había compasión para él, ojalá las cosas entre nosotros hubieran sido diferentes y nada de esto hubiese pasado, ojalá no nos hubiéramos conocido…

Alice estaba muy deprimida, Carter no soportaba verla en ese estado, pero no podía hacer más que darle su espacio, no quería comer, no quería salir de su habitación y el día que lo hizo fue para llorar su muerte, fue al bosque para poder gritar su dolor.

—¿Dónde esta mi esposa? —le preguntó Carter a Greta al no verla en su alcoba.

—Salió al jardín, pero después caminó hacia el bosque, se veía muy deprimida, me dio mucha pena verla así, me deja toda la comida y con trabajos toma agua, pareciera que se esta castigando. —le dijo Greta preocupada.

—No puede seguir así, su salud esta en riesgo. —exclamó Carter con seriedad, no sabía que más hacer para animarla, todas las cosas superficiales que le ofrecía jamás llenarían el vacío que quedó en su corazón después de esa noche.

Debí ser más precavido, si me hubiese asegurado que ambos estuvieran bien atados nada de esto hubiera pasado, fue mi culpa por confiarme, jamás pensé que algo así pasaría…se decía Carter en sus adentros mientras permanecía en silencio, no sabía como consolarla, no era bueno en eso.

Después de unas horas, Alice llego a la mansión, estaba descalza y Carter la había estado buscando, pensaba lo peor, al verla tan deprimida le dio miedo de que pensamientos negativos invadieran su mente y se hiciera daño, al verla desde el jardín sintió un gran alivio y su alma descanso.

Alice levantó la vista y se sorprendió de verlo ahí parado, era la primera vez que lo veía angustiado.

—Carter… ¿Qué haces aquí? ¿esta todo bien? —le preguntó Alice con suavidad.

—Estaba preocupado de que no llegaras, Greta me dijo que habías ido al bosque y al ver que no llegabas estaba apunto de ir a buscarte.

—Lo siento, no quería preocuparte, necesitaba un tiempo a solas…—expresó con una débil sonrisa que frágil se rompió, las lagrimas nuevamente inundaron sus ojos y entonces Carter la abrazó, consolándola en sus brazos, los cuales eran cálidos, seguros y reconfortantes.

—Ya no llores. —le dijo en voz baja.

Después de desahogarse Alice se relajó tanto que se quedó dormida en su pecho, Alice durmió profundamente, como una niña pequeña en los brazos de su padre, así de segura se sintió, Carter tenía el don de transmitir paz y al notar su respiración profunda sintió pánico de tenerla en sus brazos, echó un pequeño vistazo y su camisa estaba húmeda por las lágrimas de Alice, sintió compasión de ella y la abrazó más fuerte.

—Duerme tranquila, pronto dejarás de sentir tanto dolor, lo prometo.

Greta los vio desde la ventana y le aviso a todo el personal que se asomaran para ver la tierna escena y se acercó cuidadosamente a Carter para ofrecerle una manta y la cubrió mientras veía el atardecer.




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