Carter tenía razón en algo, creo que realmente no tenía idea de lo que significaba nuestro arreglo matrimonial, si bien, legalmente no éramos un matrimonio, tenía un compromiso con él, firme un acuerdo, un contrato, donde accedía a convertirme en su esposa por un tiempo determinado, me deje llevar por mi necesidad y acepté sin darle importancia a las cláusulas o las letras pequeñas y firme ignorando que Carter podía ejercer su derecho de procrear un hijo cuando él lo considerara necesario.
No tiene sentido tratar de defenderme, él tiene poder sobre mí, jamás nadie me ha tomado por la fuerza, sería la primera vez que alguien intenta poseer mi cuerpo sin mi consentimiento, el corazón me duele, me duele que Carter me este tratando de esta forma tan salvaje, la rudeza con la que me atrae hacia él, la firmeza con la que aprieta mis muslos, mi cintura y mis brazos.
Me arranca parte de la ropa con la fuerza de un animal ¿de que le sirve ser tan hermoso? ¿para que me mostró un lado amable y compasivo cuando me iba a revelar esta faceta suya tan violenta? No le importa que ame a su hermano, no le interesa que me marque para siempre con su acto bestial.
Quizá cometí el error de no respetar nuestro acuerdo, de verme con Hans sabiendo que ahora mismo ninguno de los dos somos libres, pero la vida nos sorprendió con este horrible enredo, si hubiera sabido que volvería a ver a Hans no me habría comprometido, si hubiera sabido que todo terminaría así no hubiese aceptado este trato.
Mira que cara tienes, tus ojos son aterradores, estas tan lleno de ira que me tienes temblando, ojalá escucharas mis suplicas y te detuvieras, ojalá volvieras a confiar en mí como yo lo hago en ti, estoy segura de que no eres este hombre aterrador, lamento haberte lastimado…lamento no saber controlar mi amor por tu hermano….
—Deja de resistirte, nada va a impedir que te haga mía —exclamó Carter sosteniendo las manos de Alice contra la cama, trataba de hacerse espacio entre sus piernas, pero ella se esforzaba en mantenerlas cerradas, pero la fuerza de Carter simplemente la vencía.
—No lo hagas por favor…te juro que no tuve nada que ver con lo que te pasó…lamento mucho lo que les hicieron, pero tienes que creerme, yo jamás haría algo así.
—Todo te incrimina ¿Cómo quieres que crea en ti ciegamente? Estoy arto de que me veas la cara y te sigas viendo con mi hermano a escondidas.
—¡No me he acostado con él como piensas! Tienes que entenderme…lo que siento por Hans es más fuerte que yo, aun así… no me he metido en su cama.
—¿Y como puedo tener certeza de eso? Acabas de decir que tus sentimientos por él son muy fuertes, ni siquiera en ti pude confiar…
—No te entiendo ¿por qué te comportas así? Pareciera que estas…
—¿Celoso? ¿y que si lo estoy?
La expresión facial de Carter estaba cambiando, Alice pudo ver como sus ojos cambiaban de la ira a la incertidumbre, se dio cuenta de que, para Carter, ella era lo único que le quedaba y por eso actuaba tan posesivo y extremista, al pensar que Alice lo había traicionado se llenó de desilusión, Carter se sentía solo, abandonado y muchos sentimientos se mesclaron dentro de él, hasta aceptar que se sentía herido, celoso de no ser él la plenitud y el lugar seguro de Alice.
Para Carter, Alice si era su compañera de vida y no lo sabía hasta que la escuchó decirle a su hermano que en cuanto fuera libre se iría con él.
En ese momento, Alice dejó de forcejear y se rindió completamente ante él, mirándolo como un cordero, con ojos suplicantes que brillaban palpitantes y sumisos, al ver que ella se vencía, Carter redujo la fuerza con la que la sujetaba y se le quitó de encima.
Alice se sentó sobre la cama y un silencio absoluto se apodero de ellos, Alice se sintió muy aliviada de que Carter la hubiese dejado, pero también no pudo evitar sentir pena por él.
Así que aun temerosa, se fue acercando poco a poco hasta rosar su mano y le dijo con voz suabe mientras lo tomaba de la mano.
—Yo no vertí la droga en el vino…¿Cómo podría hacerle eso al hombre que me salvo de las llamas? Si tan solo me dieras el beneficio de la duda…—Alice comenzó a llorar y se aferró a su brazo, apelando a su nobleza, jamás me atrevería a lastimarte.
—¿Entonces por qué quieres abandonarme?
—Carter… —Alice se sorprendió al ver a Carter melancólico, le dedicó una mirada dolida y desesperada.
No sabía como interpretar su comportamiento, tampoco sabía como responder a su pregunta, me di cuenta de que para Carter yo era todo lo que le quedaba y se aferraba a mí como si fuera la única balsa en un océano embarbecido, me vi movida por la compasión y la ternura que me dio verlo tan perdido en sus pensamientos, sabía que necesitaba sentirse a salvo, así que lo abrace, lo hice aferrándome a su torso, su corazón latía muy rápido, gritaba cosas que su boca no podía decir.
—Perdóname por haberte lastimado…no fue mi intención. —le dijo Alice de corazón.
Carter se volteó hacia ella y agarro su rostro y le plantó un beso que la dejo sin palabras.
—Carter…que…
Él la beso tantas beses como pudo y la estrujó en sus brazos con desesperación sin darle oportunidad de reaccionar.
—Para mí tu eres mi esposa…deja de verte con mi hermano…me parte el alma que desees verlo con tanta desesperación.
Carter volvió a besarla, pero esta vez más apasionadamente, mientras su lengua recorría su boca, las pisadas agresivas resonaban en el piso avisando la llegada de Hans, quien traía una pistola en mano.
(momentos antes de lo ocurrido)
Ani se encontraba sin aire, el pecho le ardía de tanto correr, una vez que recuperó el aliento, gritó con todas sus fuerzas afuera del balcón de Hans rogándole que saliera a ayudar a Alice quien se encontraba en un gran aprieto.
—¡Joven Walker! ¡por favor salga! ¡la señora Alicia está en peligro! —se desgarraba la garganta Ani desesperada.