—Me alegra que te sientas mejor —Carter me da una sonrisa.
Hoy si vine a trabajar y si, me siento mejor. Mi abuela cree que solo fue un resfriado de temporada.
—Sí, gracias por llegar ayer, bueno, no llegaste por mí realmente pero, sabes lo que quiero decir —a pesar de estar mejor en términos de salud, estoy empeorando en términos de lo que sea que está pasando entre Carter y yo.
Bueno, nada está pasando.
Kyle entra casi corriendo por la puerta de la librería, pasa esquivando un par de estanterías y llega hasta el mostrador. —Carter, te necesito a la hora de almuerzo.
Carter junta sus cejas. — ¿Qué? ¿Para qué?
Kyle estira sus manos y toma un brazo de Carter por encima del mostrador. —Cita doble, Karina García aceptó pero llevará a su amiga, tienes que ir conmigo.
Finjo que tengo interés en la madera limpia del mostrador y dibujo líneas imaginarias sobre ella.
— ¿Yo? ¿Por qué no llevas a alguien más? —Carter pregunta.
Kyle resopla. —Porque eres mi mejor amigo y sé que me ayudarás en lugar de arruinarme, la última vez llevé a Sam y él obtuvo el número de mi cita, por favor Carter.
Carter suspira. —Kyle, no creo que yo sea una buena cita.
— ¡Por favor! —Ruega Kyle—. Sabes que me gusta Karina desde el año pasado, al fin aceptó pero no irá sin su amiga y no quiero una tercera persona ahí, además se sentirá como dos contra uno.
Toco mi cabello, incomoda sin saber qué hacer, solo estoy a un lado luciendo como una intrusa escuchando esta conversación a pesar que estoy en mi puesto de trabajo.
—De todas formas no puedo —Carter aclara su garganta—, le había prometido a Clarissa ir por algo de comer más tarde, lo siento.
Kyle me mira y yo me encojo de hombros, sin saber que responder.
—Clarissa, ¿Puede ir conmigo, no? Di que sí, mañana salen o les compro algo, por favor —pide mi primo.
Entorno los ojos por un segundo, luego bajo la mirada.
—Eh, Kyle —Carter habla—. Iré con Clarissa, se lo prometí y…
— ¡Vamos, Car! —Kyle insiste—. Olvidé decirte con quien irá, ¡Elena! ¿No es una oportunidad única para ti? ¿No preferirías ir con ella que…?
Kyle se detiene.
Subo la mirada hacia él. — ¿Conmigo?
Sé que no era su intención hacerlo sonar ofensivo pero, me siento mal ahora. Conmigo.
Me obligo a sonreír. —Ven con ellos Carter, está bien, saldremos otro día.
—No yo… —intenta hablar.
Subo la mano a su brazo. —Está bien, diviértete, de todas formas será mejor que salir conmigo.
Kyle rasca su mentón. —Clarissa, no quería decir eso, me refería a otra cosa.
Respiro profundo. —Está bien —miro hacia el frente de la librería—. Tengo que ir a ordenar esos libros, nos vemos después.
Carter y Kyle intentan pedirme que me quede pero los ignoro y voy a la esquina de la librería.
Ojala fuera de esas personas que romantizan los libros y afirmar que solo tocarlos y pasar las páginas les hacen sentir paz y calma, yo no obtengo eso. En realidad, no lo obtengo con nada.
Me siento en el suelo mientras comienzo a mover los libros de la parte de debajo de un lado al otro, como si esto tuviera relevancia. No importa si los muevo o no, las personas igualmente los cambian de lugar o ya saben qué libro quieren.
Hay un libro al final de la fila, es una novela de romance de un auto italiano que nadie ha comprado desde que llegó el año pasado. Recuerdo que lo leí hace un tiempo y me gustó, pero nadie lo quiere comprar a pesar que no es malo.
A veces me siento como ese libro. A veces siento que si yo fuera un libro, sería uno que todos dejan a un lado y olvidan. Que casi les ruegas a las personas que se lo lleven.
Luego de mover libros una y otra vez, atender a un par de personas y evitar a Carter a toda cosa, me muevo al mostrador sabiendo que en cualquier momento él se irá con Kyle, quien debe estar esperándolo afuera.
No importa si Carter se va, yo podría ir sola por algo de comer y eso está bien. No tengo que entristecerme porque él esté en una cita con una chica que seguramente es hermosa.
A veces siento como si todas las chicas del mundo son hermosas menos yo.
Es un pensamiento tonto, lo sé, pero así me siento.
Carter toma su teléfono y lo guarda en su bolsillo. —Clarissa…
Le sonrío. —Que tengas una buena cita, cuéntame los detalles después.
Carter me mira a los ojos por varios segundos, luego mira hacia la puerta. —Lo haré, nos vemos.
Asiento lentamente. —Adiós.
Carter pasa a mi lado para salir del área del mostrador. Mi corazón se siente oprimido y de pronto mis ojos están más secos que antes, mi respiración es mucho más lenta.
No debería sentirme así porque antes de este verano, Carter y yo no hacíamos planes solo él y yo, antes de este verano era tan común que él saliera con Kyle quien es su mejor amigo.
Me cruzo de brazos al escuchar la campana de la puerta, anunciando que Carter ha salido de aquí.
Ahora, todas esas emociones han sido cambiadas por algo diferente, algo como enojo. ¿Estoy molesta con Kyle, con Carter o conmigo?
No sé, lo único que sé es que tomo mi teléfono y sin pensarlo demasiado, busco el nombre de Asher.
Esta vez no le envío mensaje, lo llamo.
Pensé que no iba a contestar pues pasaron cuatro tonos, pero luego escucho su voz. — ¿Clari?
Sigo sintiendo el torbellino en mi interior. — ¿Qué haces ahora?
—Eh nada —contesta—. Estoy afuera, comprando un helado.
Trago saliva, de pronto lo que sea que me dio el valor para llamarlo desaparece. —Eh, ¿quieres que nos veamos? Digo, ahora, digo, ¿puedes?
Asher suelta una risita. —Claro, estoy cerca de ahí, espérame unos minutos —pide—. ¿Estás en la librería, no?
—Sí —muerdo mi labio inferior—. Sí, aquí estoy.
—Bien, bien —dice—. Ahora mismo estoy yendo, no te vayas con nadie más, ¿bien?
Sonrío, de una forma tonta. —No lo haré.
—Así me gusta —susurra—. Te veo en unos minutos, adiós.