—Sé que te gustará —Asher toma mi mano mientras caminamos en el yate.
Le sonrío. —Es genial, aquí, nunca había estado en un yate antes.
— ¿No? —Asher pregunta—. Bueno, pues ahora…
— ¡Asher! —un chico sin camisa se acerca—. ¿Vamos a competir hoy, no?
Asher le da una palmada en el hombro. —Por supuesto, hoy no terminamos hasta que salga el sol.
Eso me alarma, yo no puedo estar afuera tanto tiempo y bueno, ni siquiera se ha terminado de ocultar el sol completamente. ¿Cuánto tiempo estaremos aquí?
—Escucha, esto será grande —dice el chico.
Ahora dos chicas con vestidos veraniegos se acercan, una de ellas se coloca tan cerca de Asher que sus hombros y brazos se tocan. —Chicos, no empiecen nada todavía, recuerden que nos vamos a la casa de Esteban después.
Miro a Asher y a estas personas, seguro viven por aquí… o no. No lo sé. No me son familiares, tal vez solo van a lugares distintos que yo.
Su amiga le susurra algo a la otra chica y ríe, luego mira a Asher y se estira para susurrarle algo.
A pesar que Asher está tomando mi mano, me siento completamente invisible.
— ¡Ey, Smith! —alguien grita y lanza un balón a Asher, quien lo toma y sonríe—. Buena atrapada.
—Ah, te veo después Ash, ahí está Iris —dice el chico antes de irse al otro lado del yate.
Una de las chicas me mira y sonríe. — ¿Cómo te llamas?
—Clarissa —respondo.
La música suena más alto ahora. — ¿Qué? —se inclina.
Asher se acerca a su rostro. — ¡Clarissa!
—Ah, hola —contesta, moviendo un mechón marrón detrás de su oreja—. ¿Cómo conoces a Ash?
Esa es una pregunta que me gustaría hacerles a todas estas personas. —Pues…
— ¡Ash, mira! —la otra chica toma su brazo y lo mueve a un lado para enseñarle algo en su teléfono.
La chica de cabello marrón se acerca. —Entonces, ¿Cómo se conocen?
—Nos conocimos en donde trabajo, la librería —digo.
Ella asiente, viendo hacia las demás personas frente a nosotros.
— ¿Y tú? ¿Cómo lo conoces? —intento hablar más fuerte por la música.
Ella toca sus labios. —Su papá es mi profesor en la escuela, estamos en la siguiente ciudad.
Asiento. — ¿Van a la misma escuela?
Niega, sonriendo. —Estoy en la universidad, primer año —se mueve un poco más cerca—. Aunque lo conozco de mucho tiempo, Ash es muy conocido.
Giro hacia donde estaba Asher pero ya no lo veo, ni a la chica.
—Solemos venir a estas playas en vacaciones, allá no hay, ¿has ido a Tournount? —la siguiente ciudad.
—No.
—Bueno, es genial —se encoje de hombros—. Hay más lugares que aquí, es más grande pero no playas —afirma.
Esta chica, quien no sé su nombre, me ha resuelto una pregunta que he tenido sobre Asher. Supongo que él ha estado aquí en vacaciones antes y es así como ha hecho amigos, también ha venido con sus conocidos, por eso es popular.
Quería seguir hablando con la chica pero llega un chico alto y bronceado, la toma de la muñeca y se alejan riendo.
Yo permanezco a un lado sin saber qué hacer. Mientras que Asher conoce a todos y todos lo conocen a él, yo no veo ni un solo rostro conocido. Nadie. Nadie de mi escuela, ningún vecino, amigos de Kyle o compañeros.
Puedo sentir mi corazón acelerarse aunque no por algo bueno, es como las veces cuando entro en pánico así que intento recordarme que no estoy en peligro. Asher debe estar aquí, en algún lado y nadie de estas personas luce como si tuviera malas intenciones.
Aun así, recuerdo lo que dijeron sobre ir a una casa después y quedarse hasta el amanecer.
Podría llamar a Asher pero dudo que con esta música vaya a contestarme, ¿Dónde se ha metido?
Tomo mi teléfono de todas formas y le llamo, espero varios segundos hasta que me manda al buzón de voz. Suspiro, ahora le envío un par de mensajes pero no hay respuesta.
Decido comenzar a caminar, el yate es grande pero tiene límites así que debe estar en alguna parte.
—Ey, hola —ahora un chico con cabello muy corto y un lunar entre la nariz y la boca, me sonríe—. No te he visto antes, ¿verdad?
Junto mis manos. —Eh, no lo creo.
Asiente. —Soy Christopher, ¿Cómo te llamas?
Él se inclina hacia mí y doy un paso hacia atrás. —Clarissa, eh, soy amiga de Asher…
Él hace un gesto, demostrado que también lo conoce. — ¿Solo su amiga? —Eleva una ceja—. Espero que la respuesta sea “sí”
Honestamente no lo sé, no siento que Asher me mire cómo, pues, ¿su novia? Incluso pensar en ello es ridículo pero tampoco es como si solo somos amigos, digo, me besó. Es un punto medio entre amistad y romance, uno que es totalmente desconocido para mí.
—Eh, yo…
Christopher sigue acercándose. — ¿Tienes sed? Hay cerveza, tequia, creo que vodka también —ofrece.
Trago saliva de una manera lenta. Sé que es bastante normal que las personas de mi edad prueben alcohol y todo eso pero, nunca lo he considerado ni por un segundo. En parte porque no quiero causar problemas con mis abuelos y en parte porque he visto suficientes documentales sobre el alcoholismo.
Aunque un vaso no tiene nada de malo, ¿no?
Christopher me toma del brazo y me mueve de regreso a la parte donde estaba originalmente con Asher. —Déjame traerte algo.
Bien, ahora sí enciendo las alarmas. No creo que Christopher sea malo (quiero creer eso) pero es una regla básica nunca aceptar bebidas de extraños.
Antes que él regrese, camino hacia el lado contrario y me muevo más rápido para buscar a Asher. Ahora sí, tengo que encontrarlo. Paso entre las personas que lucen mucho más relajadas que yo hasta que veo a Asher, con una chica distinta con quien lo vi la última vez.
Solo están hablando, aunque bastante cerca uno del otro.
—Aquí estás —Christopher se acerca, puedo sentir su pecho contra mi espalda.
Me muevo a un lado. —Ah, en realidad solo…
—Ten —me acerca un vaso azul—. Te gustará, luego hay más, esta noche será genial.