Al siguiente día, luego del trabajo, Kyle y Carter están en la sala con sus guitarras.
No sé cómo describir lo que pasa entre Carter y yo, no nos hemos vuelto a besar pero nos damos muchas miradas y sonrisas.
— ¿Listo para tu concierto? —le pregunto.
Carter sonríe, viéndome. —No es mí concierto.
Me encojo de hombros. —Pero estarás ahí, ¿no? Seguro lo harás bien.
—Gracias —ambos nos observamos por unos segundos.
Kyle pasa todos los dedos por las cuerdas. —Basta de esto, ¿Qué tienen ustedes?
Abro los ojos y niego rápidamente. —Nada, ¿de qué hablas?
Kyle suspira, entorna la mirada observando a Carter. —Vamos, habla, ¿Qué te pasa? ¿Por qué se miran así? —luego mueve los labios, como si estuviera diciéndole algo en silencio.
Carter encoje los hombros. —No sé qué hablas.
Kyle chasquea la lengua, deja la guitarra a un lado. —Claro, como digan —suspira—. En ese caso, no los dejaré a solas, porque no quieren estar a solas, ¿no?
— ¡Kyle! —digo.
Él se ríe, como si molestarnos fuera lo más divertido del mundo.
Carter también deja la guitarra a un lado. —Kyle, solo deja de molestar y sigamos.
—Como quieras —se sienta a su lado—. Pero, ¿ya invitaste a Clarissa a tu concierto, no? Tienes que hacerle saber que realmente la quieres ahí.
Carter rueda los ojos y yo sonrío.
—No seas tímido, Car, todo está bien —lo empuja con el hombro—. Solo invítala, como querías invitarla al baile de bienvenida.
Frunzo el ceño, ¿Carter quería invitarme?
Carter se levanta y niega. —Basta Kyle, enserio —suspira—. Llámame cuando quieras practicar y dejar de molestarme.
Carter se inclina para tomar la guitarra, Kyle levanta las manos. —No te enojes.
—No —Carter suspira—. Deja de hacer eso, por favor.
Carter ni siquiera me mira cuando pasa a mi lado. Kyle lo observa salir de la habitación y hace una mueca, luego baja la mirada.
—Se le pasará —murmura, aunque no parece muy tranquilo.
Me encojo de hombros. —Ve con él, habla con Carter.
Kyle se hunde más en el sofá. —Está avergonzado por lo que dije pero, bueno… tal vez no debí…
Carter quería invitarme al baile, es decir que le he gustado por un tiempo… ya lo sabía, bueno, no realmente. Kyle me dijo eso, Carter también pero creo que en el fondo no podía creerlo completamente.
—Kyle —insisto después de ver que no se mueve.
Kyle me hace una mueca y toma la guitarra de nuevo.
Yo no quiero que Carter se sienta avergonzado así que me doy la vuelta y bajo las escaleras rápidamente, bajo a la primera planta y luego de un vistazo rápido verificando que ya no está en mi casa, salgo.
Solo tengo que avanzar rápido menos de un minuto hasta que lo veo caminando con la guitarra en la mano y la mirada al cielo.
—Carter —llamo.
Él se detiene, gira y me sonríe con los labios apretados.
Me coloco frente a él. —Carter, yo… — ¿Por qué siempre es difícil decirle lo que pienso? —. Escucha, yo…
—Clarissa, no me tengas lastima —pide—. Lo siento, lamento que parezco dramático pero, está bien si no te gusto de esa forma. En serio.
Niego varias veces. —Escúchame Carter, no es eso —aclaro mi garganta—. Yo no sé qué decir y esa es la verdad. No sé qué siento pero sí siento algo por ti, en realidad, sé que no debería compararte pero si lo hago yo… cuando estoy contigo es mucho mejor que con otros chicos, no es como si ha habido muchos, digo, solo he pasado el rato con Asher y no es necesariamente una buena historia…
—Clarissa —me toma de un hombro con la mano libre—. Tranquila.
Respiro profundo. —Escucha —lamo mis labios, aún tienen un poco del bálsamo con sabor a fresa—. No sabía que realmente te gustaba, que te he gustado por un tiempo y ahora, yo quisiera saber qué se supone que tengo que hacer. Lo siento Carter, no quiero sonar como la victima pero no sé cómo dejar que las personas me quieran o no sé cómo creerlo, ¿sabes?
Asiente.
—Soy la chica con la historia trágica, ¿no? Pero tú me dijiste que estoy rodeada de amor y es verdad y quiero que sea suficiente pero todo el tiempo me recuerdo que me faltan mis padres, de dos maneras distintas —suspiro—. Entonces, llegas tú.
Carter me observa en silencio dejándome hablar.
—Llegas tú y no estás obligado a quererme, tú no tienes por qué pensar nada positivo de mí y yo no… no soy tan especial pero tú me haces sentir especial Carter y lo siento por no poder expresar lo que siento y por no poder decir lo que pienso pero por favor, no te avergüences de lo que tú sientes por mí porque para mí es algo valioso y sé que no digo nada con coherencia y seguramente no entiendes lo que quiero decir pero, pues, te quiero Carter. Lo hago, realmente.
Carter me mira en silencio por favor segundos antes de acercarse y besarme.
Con la mano que no sostiene la guitarra toma mi mentón para subirlo y besarme lento y suave. Mis manos suben a sus hombros y dejo que su corazón y el mío se expresen por medio de este momento.
No sé por cuanto tiempo nos hemos estado besando en medio de la acerca pero no me importa, Carter podría besarme todo el día y yo estaría disfrutando cada segundo.
No puedo creer que siempre estuvo ahí, este chico maravilloso que me besa de una manera tan suave y especial siempre estuvo cerca.
— ¿Necesitas que sostenga tu guitarra?
Rápidamente nos separamos cuando escuchamos la voz del intruso número uno en nuestras vidas: Kyle.
Carter lo ve con los ojos abiertos, las mejillas rojas y los labios también. Verlo así, me ha hecho sonrojar también.
—Um, entonces —entorna los ojos, viéndome—, ¿es esto lo que hacen en la librería?
El calor sube por todo mi rostro. — ¡Cállate Kyle!
Kyle sonríe de lado. —Vine a disculparme con mi mejor amigo pero creo que alguien más me está superando, ¿debería besarte también?
Carter se cubre el rostro con la mano y yo niego, volteándome a un lado. —Cállate por favor.