Es sábado.
— ¿Nervioso? —le pregunto a Carter mientras tomamos unos licuados de frutas en el pasillo marítimo.
—No, estoy bien —se refiere a su presentación—. Lo he hecho antes, estoy bien y además, no se trata de mí.
Sonrío. — ¿Sabes? Me gusta que seas así, me gusta que no tienes miedo de decir quién eres y lo que te gusta hacer.
Sonríe también, estirando su mano para tomar la mía. —Me gusta que te guste.
—Ah, por cierto, tengo algo para ti —dice, suelta mi mano y sube a la mesa esa bolsa de papel que ha sostenido desde que nos juntamos para nuestra cuarta cita en la semana.
Hemos estado saliendo cada vez que podemos y es algo emocionante, me siento muy feliz por estar con Carter. No es como si el borrara todos mis problemas pero cuando estamos juntos, me hace sentir mejor. Incluso si me siento mal por lo que sea, él me hace feliz.
—Mira —estira la bolsa hacia mí.
Junto las cejas y la tomo, abro la bolsa y noto inmediatamente que es un libro, lo saco para verlo mejor.
“Solo eres mi amigo” de T. K. James
La portada es de dos personas, un chico y una chica sentados de espalda en una banca y al fondo, hay un paisaje colorido.
Miro a Carter. — ¿Quieres que me obsesione con otro libro?
Él señala la portada. —En realidad, este es de la autora que te gusta, del libro que amas.
Parpadeo un par de veces. El libro que es mi favorito, es de una mujer llamada Tina Kaitlyn. — ¿En serio? ¿Cómo lo sabes?
—Internet —responde—. Estaba buscando más sobre ese libro y encontré un viejo blog, ella usaba dos nombres porque auto publicó algunos y otros fue con una editorial, el que tú amas es auto publicado.
No puedo evitar sonreír. —Espera, ¿es enserio?
Asiente. —Asumo que te gustará, digo, espero que sí.
Tomo su mano de nuevo. —Me encanta desde ya, gracias.
Carter sonríe de lado. —Aun no lo has leído.
Me siento tonta por la manera en que mi estómago se llena de mariposas pero no puedo evitarlo. —Ese título… ¿es una indirecta?
—Pues tal vez —dice, acaricia los nudillos con su pulgar—. Luego me lo pasas para que lo lea.
—Claro.
— ¡Ey! —una voz bastante familiar nos habla a un lado, giramos para encontrarnos con ese chico que ha interrumpido varios momentos.
Asher.
Es extraño ver a Asher ahora porque ya no me siento ciegamente atraída por él, ya no lo considero el personaje de un libro y tampoco me siento rechazada por sus actitudes confusas.
—Hola —Carter saluda, con un tono plano.
Yo miro nuestras manos y las estrecho un poco más para evitar que se aleje. Tal vez Carter puede creer que quiero ocultar esto de Asher pero eso no es verdad.
Asher se acerca a la mesa, sonriendo despreocupado. —Ustedes siempre están juntos, ¿no? Que bien, yo… —mira al libro con el ceño fruncido—. ¿Qué? ¿De dónde sacaron esto?
Miro a Carter y él me ve igual de confundido.
—Es mío —digo—, Carter me lo regaló.
Abre los ojos. — ¿Enserio? Este lo escribió mi mamá.
Un momento, ¿Qué?
¡¿Su mamá?!
Asher levanta un dedo. —Esperen aquí, ahora vuelvo —Asher apresura el paso hasta un pequeño grupo de personas, una familia. Su familia.
— ¿Es verdad? —Carter susurra.
Niego, sin saber qué decir.
Asher regresa mientras tira del brazo a una mujer rubia quien lo ve con las cejas juntas, le dice algo pero no puedo escuchar.
—Mi mamá —la presenta, luego señala el libro—. Mira esto, tu libro.
Ella nos da una sonrisa cordial como saludo, baja la vista y asiente. —Oh, es cierto.
Asher ríe. —Qué raro, ¿no? Aun te leen.
Ella le da una mirada molesta, luego voltea hacia mí y Carter. — ¿De quién es?
Carter encoje los hombros. —Yo lo compré, es de segunda mano pero es para ella…
Abro los ojos. — ¿Es enserio que escribió este libro?
—Sí.
— ¿Usted escribió “Mi chico ideal”? —insisto, aun sin poder creerlo.
Ella sonríe, un tanto apenada. —Eh, sí, hace mucho tiempo. No puedo creer que una jovencita como tú lo conozca.
Parpadeo rápidamente. —Espere, pero… yo… amo ese libro, de verdad. Lo amo. Es mi favorito y…
Un momento.
Asher… Ashton…
Señalo a Asher. —Sé que sonará raro pero, Asher Smith es su hijo y en el libro hay un Ashton Smith, ¿no?
Asher resopla. — ¿Ves, mamá? Sigue siendo vergonzoso.
Miro a Asher con la ceja elevada. — ¿Qué?
Asher pasa los dedos a través de su cabello. —Mamá ama el nombre Ashton pero cuando nací pensó que sería mejor llamarme como su personaje, ¿no?
Sigo sin entender. —Pero… el apellido.
Ella ríe y se cubre la boca un momento. —Ah, bueno, es por su padre. Mi amor de secundaria, me inspiré en él para ese libro.
Oh.
Ahora mucho tiene sentido.
Carter se mueve sobre el asiento y también pregunta: — ¿Tu papá vivió lo de unos canguros, no?
Ella abre los ojos. —No puedo creer que realmente hayan leído el libro —le da un suave manotazo a Asher en el brazo—. ¿Ves? Te dije que los libros de romance también son atemporales.
—En el libro —empiezo—, hay una parte donde Ashton Smith usa la camiseta de una banda y tú… la tenías.
Asher suelta un silbido. —Sí que te gusta ese libro. Es la banda de mi papá, bueno, la que antes tenían.
—Quizás me excedí con las referencias a mi esposo —ríe—. En ese momento aún no era mi esposo pero fue mi inspiración. Asher y él son muy parecidos, en realidad.
No me diga.
—Entonces… —me siento tonta al pronunciar esto—, ¿Ashton Smith está inspirado en su esposo?
—Sí —sonríe—. Él es mmi chico ideal.
Oh, qué vergüenza siento ahora.
—Pero díganme, ¿Cómo es que saben de mis libros? No he publicado en muchos años —dice.
Suspiro cuando recuerdo la razón de porqué leí ese libro y porqué me gusta tanto. —Mi mamá… ella lo leyó y le gustaba mucho.
Sonríe emocionada. — ¿De verdad? Me encantaría agradecerle, ¿está por aquí?
Siento como mi corazón se encoge. —No… ella falleció hace muchos años.