Capítulo 3

Verónica: el amor es el único sentimiento que debemos de sentir en nuestros corazones. Ahora no puedo creer que esté hablando igual que tú.

Blake: es que pensamos igual. Porque seguramente tenemos una conexión que no podemos negar y sabes perfectamente lo que significa esto.

Verónica: por supuesto que lo sé. Solamente que esto no significa que debemos de estar juntos como seguramente piensas y no hay ninguna necesidad que te lo vuelva a decir de nuevo.

Blake: todavía niegas la posibilidad de ser mi esposa. Además, tenemos demasiadas señales que nos dice que debemos de estar juntos.

Ellos siguen conversando y a Verónica se le había hecho demasiado largo el camino hacia su casa. Ella lo único que esperaba era no encontrar a nadie en su casa y viendo la hora sabía que eso era imposible

En la empresa McGregor

Daniel: siento que algo muy importante se me olvido y el único problema es que no se lo que es. Ahora necesito recordarlo y por más que hago memoria no lo acuerdo.

Fernando: no me digas que otra vez te olvidaste de pasar por tu hermana. Esta vez tus padres te llamaran la atención y sobre todo ya estabas advertido.

Daniel: espero que todavía me este esperando. Sera mejor que me vaya y eso significa que ya no regresare a la empresa, porque estaré con mi familia toda la tarde.

Fernando: sabes que tu hermana es demasiado sensible y mucho más cuando no le cumples una promesa. Pero estoy seguro que no te perdonara.

Él se despide de su amigo para poder salir de la empresa y a los pocos minutos ya estaba en su auto. Daniel de esta manera se dirige a la universidad de su hermana y cuando lo hace se baja para buscarla y no la encuentra. Nada más que él estaba a punto de subirse a su auto cuando de repente ve una hermosa joven que le llamo demasiado la atención y sabía que no debería de tener ningún tipo de distracción, pero era la primera vez que le pasaba y necesitaba verla de cerca, solo que Artemisa se da cuenta de que alguien la estaba mirando fijamente y no sabía cómo sentirse, ya que esto nunca le había pasado y se sentía extraña al llamar la atención de un hombre. Él sonríe cuando se da cuenta de que también lo estaba haciendo y él se acerca a ella, porque esta era una oportunidad única para Daniel hasta que ella empieza hablar

Artemisa: no entiendo porque te me quedas viendo, ya que no soy agraciada físicamente y si te vas a burlar de mí. Sera mejor que te vayas por donde viniste.

Daniel: no pienso irme a ninguna parte. Porque tengo la intención de conocerte y no me importa tu apariencia física si de todos modos serás mi mujer.

Artemisa: seguramente te golpeaste la cabeza al decirme esas palabras. Además, no tengo ninguna necesidad de seguir con esta conversación con alguien que no conozco.

Daniel: estas completamente equivocada si piensas que te voy a dejar ir. Solamente que eres tú la mujer que me hace ser de esta manera y la que voy a tener como mi mujer.

Artemisa: es una lástima que no esté ninguno de mis hermanos conmigo para que te den tu merecido por decirme esas palabras sin sentido.

Daniel: será un gusto para mi conocer a tu familia y si quieres le puedes hablar para que pueda conocerlos. Nada más que no creo que lo hagas, porque prefieres seguir hablando conmigo.

Artemisa: no es nada correcto que siga hablando con un desconocido y te pido que me dejes en paz y así te evitas de ocasionar problemas con mi familia.

Daniel: no le tengo miedo a nadie y mucho menos a ellos, así que no debes de preocuparte por mí, ya que eres para mí la mujer que estará a mi lado el resto de mi vida y debes de aceptarme.

Artemisa: no me gusta que me digas que soy tu mujer sin serlo y este no es un buen momento para hablar con un desconocido y mi madre debe de estar preocupada por mi tardanza.

Daniel: primero necesito que entiendas que yo no estoy haciendo esto para burlarme de ti. Además, eres la mujer más hermosa que he conocido en mi vida.

Artemisa: eso sí que es una mentira. Solamente quiero que no me engañes y mi reflejo me dice todos los días que soy fea y que nadie puede enamorarse de mí.

Daniel: puedo decirte que te amo sin necesidad de que pase el tiempo. Porque nada me va a ser olvidar este sentimiento que solo te pertenece a ti.

Artemisa: no quiero seguir escuchando más mentiras de tu parte. El amor no se hizo para mí, pero eso ya lo sé y no necesito seguir hablando contigo.

Daniel: seguirás haciéndolo hasta que entiendas que eres mía y me encargare personalmente de que lo hagas, así que no necesito decirte que es lo que pasara. Eso lo tengo demasiado claro y a partir de este momento serás mi prometida.

Artemisa: me acabas de hacer una propuesta de matrimonio precisamente a mí. Eso sí que no te lo puedo creer y por supuesto que no la acepto.