Mi verdadero primer amor

¿Estoy cerca de donde debería?

A los 13 años mi vida seguía en descontrol: seguía saliendo con mis "amigos" en los mismos planes. Aunque había dejado mi vida sexual de lado debido a mi primera experiencia. 

Mi madre trabajaba vendiendo tinto toda la noche en una avenida. Y para incrementar sus ventas, empezó a vender licor también. No pensamos que eso generara algún problema, hasta que ella empezó a llegar a casa ebria 2 o 3 veces a la semana. Eso no nos molestaba a mis hermanos y a mí, porque eso quería decir más libertad para nosotros con el valor agregado del dinero que ella, entre su ebriedad nos regalaba. Aquellos días se basaban en recibir a mi madre ebria en la mañana y estar con ella un rato hasta que tomaba el canguro en el que almacenaba sus ganancias de la noche y nos decía 《tomen, esto me lo gano para ustedes》con lo que mis hermanos y yo perfectamente podíamos dividirnos 100.000 pesos para cada uno. ¿Qué podía hacer una niña de 13 años con 100.000 pesos? La verdad no recuerdo haber hecho más que comer. 
Era una vida divertida, pero para nada sana. No era adecuado para nosotros tan pequeños, ver a nuestra madre ebria de forma tan frecuente. Así fue que, por nuestro bien y buscando una nueva vida, la mejor decisión fue ir a vivir a Manizales: donde mi madre buscaría un trabajo más adecuado y nosotros, se supone que moriríamos de tristeza al dejar a nuestros "amigos". Una vez maletas hechas, mudanza lista y pastillas para el mareo tomadas, nos dirigimos a una nueva vida en la ciudad de las puertas abiertas.




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