Mi version de ti

5

Me levanto de sopetón y miro el reloj. Las seis de la mañana.

El sudor bajaba por mi frente y mi respiración estaba acelerada.

Había tenido una pesadilla. Porque eso era lo que debía ser.

Entraba de nuevo en la habitación de Enzo pero en lugar de las mellizas era yo la que estaba agachada con él. Enzo me sonreía con malicia y de pronto nada.

Me acuesto de nuevo e intento recuperar el sueño, era normal que después de todo lo que había pasado tuviera ese tipo de sueños ¿no?

Había sido una tarde difícil. En cuanto mi madre llego a casa empezó a torpedearme con miles de preguntas sobre que había pasado, que al parecer las vecinas le habían mandado miles de mensajes sobre que hacia su hija.

En cuanto le conté la historia, la de mentira claro esta, se puso la mas contenta del mundo.

Gracias a dios mi madre ni sabía lo que era Twitter y no solía seguir las revistas del corazón con lo cual los escándalos de Enzo no significaban nada para ella. Era un partidazo y lo sabia todo el mundo. Sus amigas estaban muertas de envidia y eso le bastaba para saber que era lo correcto.

No podía culparla, mi madre no era como las demás señoras del barrio. Lo mas importante era colocar en una buena familia a su pequeña y que no acabara con un cualquiera. Enzo Colloricchio no sería un cualquiera ni aunque se operara la cara.

Mi padre era mas pasota, le daba igual lo que hiciera mientras no llegara con un bombo a casa, cosa por la cual no tendría que preocuparse en muchísimo tiempo.

Por si fuera poco y después de conseguir que mi madre me dejara en paz, había entrado en Wpp y un numero desconocido me había enviado cincuenta mensajes insultándome. Llamándome de puta para arriba y diciendo que no tenía vergüenza.

No necesitaba una bola de cristal para saber que era Kevin. Mi nueva relación ya habría llegado a sus oídos y estaría subiéndose por las paredes. Bien merecido que lo tenía. Es mas, seguro que ese numero sería de la zorra que se liaba con él.

Bloquear y eliminar.

Consigo dormirme unas cuantas horas hasta que mi despertador me avisa de que es hora de irme.

Intento ponerme lo mas guapa posible, al fin y al cabo era mi primer día como novia de Enzo y tenía que dar la talla. Cojo mis cosas a toda prisa y me voy.

Llego al colegio y me sorprendo al ver que no hay ni un periodista. Al parecer algunos padres habían denunciado que se hicieran fotos de sus hijos menores de edad y junto con la presión del señor Colloricchio se habían esfumado como por arte de magia. Menos mal, algo de normalidad entre toda la locura.

Llego a la altura de las chicas y mientras camino me doy cuenta de que absolutamente todo el mundo me mira. Me incomoda muchísimo ser el centro de atención y mas por esa estúpida razón.

-¿Qué les pasa? -pregunta en voz baja, como si pudieran oírme.

-Eres la nueva sensación guapita -me da con el codo Lila.

Le encantaban esas cosas. Me abraza con tanta alegría que casi me ahoga.

-Me encanta que vayas a quedarte, lo confieso y mas con el año tan movidito que vamos a tener -se ríe con malicia.

Yo también estaba muy feliz de poder estar con ellas y seguir ahí, aunque para ello tuviera que pagar un precio tan alto.

Vale, tampoco era tan alto.

-Y mañana ya es fin de semana ¡por fin! -grito aliviada.

-Vale, en cuanto Chiara se acerque le damos con la mochila en toda la cara -amenaza Sol intentado poner cara de mala

-No por dios, si gracias a ella Kate esta con Enzo quien sabe, si vuelve a decirle algo quizás se casa con Cristiano Ronaldo -se burla Lila y ahora soy yo quien le da un codazo.

-No olvidemos que Enzo es un capullo y le odio con todas mis fuerzas ¿okey? -murmuro demasiado alto.

-Oh princesita, me rompes el corazón -oigo la inconfundible voz de Enzo.

Se acerca por detrás de mi y me planta un beso en la mejilla seguido de un cachete en todo el culo que me deja sin reacción. Agarro fuerte mi mochila que cuelga de mi hombro para no caer redonda.

Mis amigas abren los ojos como platos. Posiblemente porque era la primera vez que lo veían o puede que por lo mismo que yo. ¿Cuándo había pasado de ser el Enzo que me odiaba al que me besaba?

-¿Qué haces? -le pregunto roja como un tomate.

Las pocas personas que no me miraban se habían girado a ver el espectáculo.

-¿Lo que hacen los novios no? -me pregunta totalmente convencido -. Un placer chicas.

Todas le responden con un igualmente que parecía ensayado. Las entendía, esos ojos grises te anulaban como persona.

-Enzo no tienes que darme cachetes, eso no lo hace nadie normal -le regaño aún con shock -. Ni besarme la mejilla, directamente no me toques.

-Ah vale que no somos novios, somos amish -suelta con burla-. ¿Tú puedes entrar en casa cuando estoy desnudo y yo no puedo darte un beso en la mejilla? No es muy justo ¿no crees Katherine?

Le fulmino con la mirada. Ya estaba riéndose de mi.

-¿Cómo has dicho? -pregunta Lila y me mira con los ojos abiertos.

-Nada, no es nada -le corto aunque sé que luego tendré que dar muchas explicaciones a mi rubia favorita-. ¿Qué tal las gemelas?

Intento fingir que me da igual aunque sé que no lo consigo. No llevábamos ni 24 horas en la relación falsa y ya parecía una novia celosa de verdad.

-Mellizas -. Vuelve a corregirme -. ¿Te lo cuento de verdad? Pues mira una de ellas cogió, levanto una pierna al mismo tiempo que le cogía la otra y...

-¡Basta! Da igual, no sigas, estamos en un colegio ¿no? -grito asustada.

-Lo que venía ahora era muy educativo créeme -sonríe y pone esa mirada de capullo.

-¿Ya no me odias? Ayer aceptar el trato era imposible y hoy pareces hasta un chico enamorado.

-Una noche de buen sexo suaviza las cosas, deberías probarlo -susurra en mi oído y me aparto.

-¿Qué quieres Enzo? No hace falta que estemos pegados el uno al otro todo el día.




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