Mi version de ti

6

-¿Qué ser humano no baila? -le pregunto por quinta vez en la noche.

Estar todo el rato pegada a Enzo al contrario de lo que había imaginado estaba siendo bastante aburrido. Pretendía que yo estuviera como un florero mientras él saludaba y se hacia el guay con todos sus nuevos amiguitos. Era el único chico que llegaba a un colegio y al segundo día ya era popular. Yo hubiese tardado un año en hablar con alguien.

-No me gusta bailar, punto -se defiende.

Estamos en la barandilla, en la misma que me vio él bailar con Christian. La verdad es que desde ahí se veía todo muy bien y podías controlar a cada invitado. Mis amigas se lo pasaban de miedo, Sol sorprendentemente bailaba con mi Christian mientras Lila y Marina hacían una competición de chupitos que claramente estaban perdiendo Lila.

-Que raro eres.

-Tu ni bebes ni follas, no te puedo superar.

Le miro con la boca abierta por su grosería ¿Se pensaba que una monja o algo así?

-Si no cierras esa boca me tocara llenártela con algo.

La imagen aparece en mi cabeza y la borro de inmediato.

-¿Tu sabes las barbaridades que sueltas por la boca? Pareces Lila.

Enzo se gira apoyándose con un brazo mientras me mira intentado una vez mas leerme el pensamiento.

-¿Por qué eres virgen? Por mas que lo intento no consigo encontrar una respuesta. Después de verte bailando con ese chico y del beso que me diste deduzco que no es por timidez.

La verdad es que era la primera vez que hacia ambas cosas, y solo llevada por los celos y por un profundo sentimiento de humillación pero claro, eso era algo que no pensaba confesarle.

Puede que lo ocurrido con mi ex me liberarar de cierta forma. Desde aquel día en que los pille besandose en el patio de su colegio decidí dejar de ser la pobre y tonta Kate y mas o menos me estaba saliendo bien.

-No debería de importarte tanto, es una decisión mía y ya esta. Lo haré cuando sea el momento y con la persona adecuada.

-Eres un puto ángel, no deberían existir chicas como tú -confiesa mirando a la nada.

Intento procesar si lo que ha dicho es un cumplido o un insulto pero me quedo igual.

-¿Por qué?

-Porque suelen ser la perdición de chicos como yo -susurra acercándose un poco mas a mi.

Tengo ganas de echarme para atrás pero empezaba a cansarme de que me viera como una niña buena que nunca había roto un plato. Me acerco todavía mas y agarro el cuello de su camisa. Nuestras caras están peligrosamente cerca y puedo volver a ver ese precioso gris ceniza.

-Ya te gustaría a ti que yo fuera tu perdición Enzo Colloricchio -le susurro intentando parecer lo mas sexy posible.

Sorprendentemente surte efecto y Enzo traga saliva. Con un rápido movimiento se pega a mi apoyando cada una de las manos en un lado de mi cuerpo, manteniéndome aferrada a él y de espaldas a la barandilla.

Acerca su cara a mi cuello e inhala mi olor poniéndome el vello de punta. Luego hunde la cara en mi cabello hasta llegar a mi oreja. Su olor me nubla los sentidos y su respiración acelera la mía. No le aparto porque no quiero hacerlo.

-Mas te vale que alguien te folle cuanto antes Katherine Young, porque sino lo haré yo -me susurra tan bajito que casi no consigo oírle.

Mi cuerpo entero reacciona a sus palabras y un fuego que hasta ahora no conocía empieza a subir por mi estomago. Siento mi entrepierna mojada.

Acerca su cara a la mía y nuestras narices se rozan produciendo un shock eléctrico en alguna parte de mi cuerpo.

Enzo...- intento reaccionar pero si aliento contra mi boca bloquea mi sentido común.

-Creo que los novios se dan besos ¿No?

Y junta su boca con la mia sin darme más opción que rendirme y volver a saborearlo. Este beso es lento, pausado y me permite recorrer cada rincón de su boca mientras nuestras lenguas juegan al compás.

Definitivamente habían pocas cosas más deliciosas que Enzo.

-¡KATE! ¿Dónde te habías metido? -se acerca Lila borracha y feliz.

Tengo que apartar a Enzo a un lado y maldigo en mil idiomas los efectos del alcohol.

Siento mis mofletes ardiendo e intento recuperar como puedo mi respiración entrecortada. Había sido un beso espectacular.

Ni siquiera entendía como había conseguido subir las escaleras.

-¿Qué tal? ¿No estabas con Marina? -pregunto impaciente.

-Si pero he venido a buscarte ¿No te alegras? No pones muy buena cara -suelta arrastrando las palabras.

-Claro que si, pero dame un segundo ahora bajo.

Lila entorna los ojos y me mira inquisidora para luego mirar a Enzo que esta callado presenciando la escena.

-¿Te lo ibas a tirar es eso? -se acerca a Enzo y le apunta con el dedo -Escúchame Coliorgio o como se diga, como le hagas algo pienso coger tu pene mágico y dárselos de comer a mis perros ¿Comprendes?

Enzo me mira y se echa a reír, yo intento aguantarme pero es muy difícil. La única capaz de superar a Lila era Lila borracha, quien por cierto no tenía perros.

Se gira hacia mi en una maniobra que casi la lleva al suelo y abre su diminuto bolso. Pensar que esa era la persona responsable de llevar las cosas de todas nosotras no me tranquilizaba mucho, aunque ahora en lo ultimo en lo que pensaba era en mi móvil.

Me pone algo en la mano. Son un par de condones.

-Precaución ante todo, ya veras déjate llevar y que te la meta bien honda -sentencia y se dirige a la escalera de vuelta.

-Ahora entiendo lo de decir barbaridades -murmura Enzo.

Yo estaba hipnotizada por la escenita que acababa de montarme.

De repente como si se hubiera olvidado de algo vuelve corriendo a nosotros. Esta vez tenemos que sujetarla para que no se caiga de boca.

-Ya sé a que venía, casi se me olvidaba. El lerdo de Kelon esta aquí.

-¿Quien? -pregunto intentando descifrarla.

-Perdón, Kevon, digo Kevin. Tu ex joder. El de los cuernos -esclarece.

Mi cuerpo se tensa. No podía ser, tenía que ser una alucinación de la borrachera de Lila.




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