Otro día mas sin venir y por alguna extraña razón eso me cabreaba.
Ni siquiera estaba escuchando lo que me decía Luis, solo conseguía pensar en porque no estaba ahí, sentada con sus amigas comiéndose su puñetera fruta del día.
Luis no era mal tio, Manuel tampoco pero nada de lo que me dijeran podía tener mas intereses que el hecho de que llevaba dos días sin ver a Katherine Young.
—¿Oye que le pasa a tu chica? —pregunta Luis y capta mi atención.
—No lo sé —respondo arisco.
Los dos se miran y no son capaces de decir nada mas. Vuelven a hablar de futbol y yo vuelvo a desconectar.
Empezaba a perder los putos nervios.
*****
Por fin esta allí.
Con su coleta sorprendentemente perfecta y su tapper. Habla distraída con sus amigas y eso me hace feliz.
Saber que le había roto el corazón con lo que le había dicho el domingo me estaba quitando el sueño. No se merecía eso, pero tampoco iba a crearle falsas ilusiones.
Se había plantado en mi casa a pedirme explicaciones como si fuera mi padre. Como si yo no tuviera libertad para hacer lo que se me diera en gana. Esa era la razón por la que no tenía novia, no quería a alguien controlándome las 24 horas del día.
Lo que había pasado el sábado no salía de mi cabeza. No conseguía olvidar la imagen que Katherine Young había grabado a fuego en mi cabeza. Nunca ninguna mujer me habia parecido tan sexy como ella en ese momento. Ni siquiera las gemelas habían conseguido que borrara la imagen de Katherine gimiendo mientras se daba placer a sí misma. No había sido capaz de reaccionar y abalanzarme sobre ella como debería haber hecho y acabar lo que había empezado.
Mi polla empieza a reaccionar solo con ese recuerdo cuando se gira a lo lejos y me encara con esos ojos azules que tanto me habían torturado esos días.
Estoy a punto de acercarme cuando Luis me llama, y decido ignorar las enormes ganas que tengo de volver a oír su irritante voz.
Ella me había dejado claro que quería distancia de mi y no iba a ser yo quien cambiara eso. Esa chica estaba hecha para darme problemas, no era la primera ni seria la ultima. Podría aguantar y en un tiempo Katherine Young no sería mas que un bonito recuerdo de lo que pudo ser.
O eso deseaba con todas mis fuerzas.
*****
No estaba en el patio.
Ni en la cafetería.
Ni en el despacho de mi padre.
No estaba en ningún maldito sitio.
Estoy a punto de darme por vencido cuando veo el letrero de la biblioteca.
Entro, y la localizo en apenas unos segundos.
A medida que me acerco vuelvo a preguntarme que razón me había llevado a buscarla como un pervertido por todo el colegio.
Ah claro, el sueño.
Como si su presencia no me torturara de día esa noche la imagen de Kate desnuda en la ducha, conmigo pegada a ella había conseguido que me levantara con un erección que casi me impide venir al colegio.
Había llegado tarde pero me había valido la pena.
Cojo una silla y me siento a su lado.
Sus ojos de princesa asustada casi consiguen hacerme sonreír.
—¿Qué haces? —pregunta y una tonta de al lado la regaña.
Ojala lo supiera, pienso, pero decido responderle cualquier otra cosa.
—¿Por que no has venido estos días?
Me mira y empieza a recoger sus cosas.
Joder ¿Qué quería que hiciera?
Si fuera por mi solucionaría las cosas plantándole un beso a esa dulce boquita, pero solo conseguiría llevarme una buena bofetada una vez mas.
—Kate —le susurro pero no surte efecto.
Se marcha y la sigo, su olor hace que recuerde el momento del sofá y reprimo las ganas de agarrarla y llevármela a mi casa.
Sigue caminando y le agarro la muñeca para frenarla.
—¡No me toques! —grita mucho mas enfadada de lo que esperaba.
Levanto las manos a modo defensa y me alejo.
No sabía que hacer, nunca en mi vida había tenido que ir detrás de una chica que estuviera enfadada conmigo. Si alguna se molestaba por algo que le decía simplemente dejaba de hablarle y todo arreglado. Pero con ella era todo tan diferente que solo hacía que sentirme perdido.
Y eso me cabreaba sobremanera.
—Solo me preocupaba por ti —Le respondo sincero.
—Vete a la mierda —Y vuelve a irse.
Pienso en dejarla ir pero algo hace que vuelva a seguirla. Me pongo delante de su camino y la obligo a mirarme. Estaba empezando a cansarme de todo eso.
—Mírame a los ojos y dime que no estas siendo injusta conmigo.
Y tanto que lo estaba siendo. Solo por hacer lo que quería me trataba como la peor persona del mundo.
Ni siquiera a su ex le guardaba tanto rencor.
—Puede ser pero y qué. Tampoco es que te importe tanto como para que no puedas superarlo ¿verdad? —suelta y se va sin mas.
Sus palabras remueven algo en mi interior que hacía años no notaba.
*****
Ese día de mierda por fin llegaba a su fin. Solo quería salir de ese maldito colegio y meterme en mi apartamento. Se acabó lo de ir detras de Katherine. Se estaba comportando como una niña y yo no era el padre de nadie. Si quería algo ya vendría a buscarme, al final su beca no corría peligro y ese trato no dejaba de ser bastante estúpido.
Estoy saliendo por la puerta y una rubia de ojos verdes me asalta. Era la amiga de Kate. La guapa.
—¿Podemos hablar un momento?
— Mira Lola si vienes ha hablarme de ella yo me desentiendo.
— Me llamo Lila gilipollas —Brama irritada — Tienes que hacer una cosa, pero no puedo decirte la razón.
Pocas mujeres le obligaban a hacer algo y esa no era una de ellas. Por muy guapa que fuera. Intento seguir caminando pero se vuelve a interponer en mi camino.
—Montgomery, soy Lila Montgomery —suelta a regañadientes.
Freno y la miro sorprendido. No imaginaba a la hermana de Javi tan atractiva y menos aún que fuera amiga de su querida pesadilla. Que pequeño era a veces su mundo.
—Kate va a acostarse con Christian y necesito que lo impidas.
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Editado: 02.08.2024