Mi version de ti

22

Hacia ya una semana del suceso en la tienda de mi padre y todo seguía mas o menos igual. La policía había intentando sacar huellas pero no había encontrado nada aún. Mi padre lo llevaba mejor de lo que debería, intentaba sacar hierro al asunto constantemente y no había perdido un ápice de alegría.

Enzo había mandado el comunicado el mismo sábado y el revuelo había sido mínimo. Al final era mucho menos importante de lo que parecía. No habíamos vuelto a hablar y era evidente que eso tampoco iba a cambiar.

—Es un puñetero baile —nos recrimina Sol al final de la clase del viernes —Nunca os pido nada, al menos esto me lo podéis conceder ¿no?

Se acercaba el grandioso y pomposo baile de fin de curso del Colloricchio. Este año mas grandioso y pomposo si cabía por el hecho de que era el último antes de graduarnos. Solo Sol, quien adoraba ese tipo de cosas tenía ganas de ir. El resto aborrecíamos tanto a esa gente que no teníamos ninguna gana de celebrar nada.

—No me digáis que el clan Kardashian no hará acto de presencia —se mete Chiara al pasar por nuestro lado.

—¿Habéis oído eso? Debe de haber alguna mosca por aquí cerca y parece de las grandes —le provoca Lila.

—Oye Kate, siento mucho lo tuyo con Enzo, al final todos los cuentos de hada tienen un final.

Por un segundo me pienso en darle un puñetazo en toda la cara. Gracias a dios logro aguantarme y se marcha sin más.

—Sol no estoy de humor sinceramente —confiesa Lila volviendo al tema.

La rubia mas sexy del mundo estaba especialmente molesta. Al parecer Aster no había dado mas señales de vida desde la cena de mi cumpleaños y eso era algo que no llevaba muy bien.

—Lila era un chico muy raro, no entiendo como te molaba —le intento animar.

—Mira quien habla —me ataca.

Lila enfadada era como una arpía en toda regla. Le levanto el dedo y opto por callar.

—Yo no voy a ir sola, si no vais pues nada —se lamenta Sol agachando la cabeza.

Lila y yo nos miramos y suspiramos frustradas.

—De acuerdo Sol, vamos al puñetero baile —confirma Lila.

—Le pediré a Javi que me acompañe —le digo a Lila.

La rubia me mira y levanta una ceja.

—¿Ya te ha perdonado entonces? —pregunta Sol.

—No —responde Lila

—Si —rebato y la miro —Esta un poco molesto pero hasta la fiesta se le ha olvidado seguro.

O ese esperaba. Convencer a Javi de que aquella había sido la ultima vez que lo dejaba plantado para irme con Enzo estaba siendo una tarea muy difícil. Mas todavía convencerlo de que ya no éramos mas amigos. No le culpaba, hasta a mi misma me costaba entenderlo del todo, eran tantas las veces que habíamos cortado la relación para luego seguir hablándonos que pensar en la idea de no hacerlo mas se me hacía imposible.

—Hablando de fiestas...—empieza Lila y me mira con cierto nerviosismo— Mañana es el cumpleaños de Enzo y me ha invitado a la fiesta que harán sus padres en su casa. Quería hablar contigo antes de decir que si o que no.

Un mini nudo se forma en mi estomago.
Saber que Lila y Enzo seguían siendo amigos no era algo que me hiciera especial ilusión, al final siendo su mejor amiga lo mas probable es que se cruzaran en el camino en algún momento. Con todo, no era quien para decirle a Lila con quien podía o no salir y Enzo no es que le hubiera puesto los cuernos o algo por el estilo, nunca habían llegado a ser nada.

—¿Y te avisa un día antes?

—Bueno me lo dijo el lunes pero no sabía muy bien que hacer.

La miro con cara de incredulidad , Lila sabia muy bien que iba a hacer en cada momento, si no había dicho nada aún era por mí.

—No te preocupes, puedes ir. De todas formas yo ya había quedado con tu hermano —respondo con una sonrisa que sé que no parece sincera.

—Kate ¿Estas segura?

—Lil, que si, sois amigos no pasa nada. Javi y él en teoría también, es lo que hay.

Mi amiga se da por convencida, quizás porque sabe que si sigue hurgando acabaré por pedirle que no vaya. De repente siento un vacío demasiado famoliar así que intento pensar en otra cosa.

—Hola —se acerca Marina —Lo siento tenía que hablar con la profesora. ¿De que hablais?

La última semana el humor de Marina había mejorado considerablemente. El hecho de que mi historia de amor fallido hubiera llegado al fin era algo que le producía inmensa felicidad. Algún día pensaba preguntarle de donde venía tanto odio hacia Enzo.

—Pues como resumen nos apuntamos al baile de fin de curso y Lila se va este sábado a cantarle cumpleaños feliz a Enzo —resumo demasiado sarcástica para mi gusto.

Lila frunce el ceño y Marina pone cara de no entender nada.

—Es broma —le digo sin mucha convicción —Nos vemos chicas.

Le doy un beso a cada una y me marcho. No tenía ganas de seguir mirando la cara de culpabilidad de Lila Montgomery.

De camino a casa no logro parar de pensar en lo muchísimo que me gustaría al menos felicitar a Enzo. Era consciente de la importancia que tenia ese cumpleaños para él, de todo lo que iba a conseguir una vez pasara y de en quien iba a convertirse.

No le faltarían pretendientas una vez heredara toda la fortuna de los Colloricchio.

Pienso en su cara de prepotencia sintiéndose el rey del mundo y sonrío involuntariamente. Por muchas ganas que tuviera no pensaba poner un pie en aquella casa.

Llego a casa y veo que tengo un wpp de Javi

"Al final lo de mañana sigue en pie o Enzo te ha pedido que vayas a revisarle la caldera"

Soplo agotada. La gente a mi alrededor se quejaba mucho de él pero solo hacían que mencionármelo. Decido ignorar su comentario, seguramente Enzo sería capaz de hacer todo tipo de bromas con esa revisión de caldera.

"Nos vemos mañana" respondo.

Al cabo de un rato recibo otro mensaje, al parecer la culpa había asomado.

"Lo siento, no debería haberlo dicho. Quiero que mañana sea un día especial. "




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