Mi version de ti

La vista

Mateo Colloricchio daba vueltas nervioso alrededor de la pequeña sale del Juzgado nº 1 de la Audiencia Provincial.

Conseguir que su amigo, el juez Costa, le prestara aquella sala le había costado una gran suma de dinero y un favor que no dudaría el juez en cobrarse mas pronto que tarde.

En el palco donde debería estar el magistrado están dos amigos suyos abogados, poco conocidos que siempre le ayudaban en alguna que otra tarea y como no, Valeria Montgomery mas nerviosa de lo habitual.

La letrada sabía que aquello estaba mal pero amaba demasiado a ese hombre como para poder negarselo.

Enzo llegaba tarde, cosa que no era especialmente novedosa pero que en un día así solo hacía que aumentar la tensión de su padre. ¿Tanto le costaba a ese chaval cumplir con una simple orden una vez en su vida?

Por si fuera poco Víctor había decido por primera vez en su vida ignorar sus llamadas y no presentarse en su casa esa mañana para ultimar los detalles. La reprimenda que le caería al pelirrojo por aquello sería monumental.

El joven Colloricchio cruza las puertas mas serio de lo esperado, al final renunciar a una herencia millonaria no era fácil para nadie.

Su gesto decaído y triste confirmaban las sospechas de Mateo de que no tenía ni idea de lo que realmente estaba ocurriendo allí.

La madre de Lila se levanta y lo dos hombres de su lado reaccionan igual. Enzo ofrece la mano a cada uno de ellos y regala una sonrisa a la Valeria.

Para Mateo había sido una curiosa sorpresa descubrir que su hijo se follaba a la hija de Valeria, una hija que había heredado su belleza pero no su elegancia y formalidad.

Al final si había algo en lo que coincidían, aunque el encoñamiento con la señorita Young si que era algo que nunca lograría entender. Guapa sí, pero de familia modesta y simple, el tipo que menos le gustaba.

Pagar los gastos de la maldita tienda de cerámica del padre era algo que le había irritado sobremanera pero necesitaba tener contento a su hijo de momento.

De entre todas las chapuzas de Javier esa era la peor, le pidió que provocara a su hijo para que montara algún escándalo y no se le ocurre otra cosa que destrozar esa estúpida tienda con el fin de separarlos y quedarse con la chica.

Otro que tampoco había heredado la inteligencia de la Valeria Montgomery.

Todo esa larga lista de líos en los que se había tenido que ver envuelto iban a acabar. Por fin podría hacer lo que quisiera con todo el dinero que siempre le había pertenecido, cerrar ese maldito colegio y centrarse en ser el empresario mas poderoso del país.

—Buenos días padre —saluda Enzo y se dan la mano con mas respeto que aprecio.

—Has llegado tarde —puntualiza.

—Perdona, un calentón espontaneo ya sabes —le vacila.

Ni siquiera en ese momento era capaz de mostrar un 1% de seriedad

¿Alguien así podría dirigir un imperio? ¿En que estaba pensando Alessandro cuando lo nombré su heredero?

Enzo observa los tres encargados de decidir su futuro y luego clava su mirada en Valeria.

—Vamos a acabar con esto cuanto antes —pide

—Estamos aquí hoy para determinar si Enzo Colloricchio Pérez esta lo suficientemente capacitado física y psicológicamente para, como indica el testamento y ultimas voluntades de Alessandro Colloricchio Bianco , ser el heredo universal y por tanto, dueño del colegio Colloricchio, la compañía Colloricchio SL , el listado de inmuebles y acciones que se detallan en el anexo XVI de la herencia y demás bienes de capital mobiliario que correspondan según el anexo XI de dicho documento —lee con seriedad uno de ellos.

—Señorito Colloricchio —empieza el otro mirando a Enzo — Dado su comportamiento en el exterior de los últimos años y lo sucesos ocurridos en España ¿Esta dispuesto a ponerse bajo la lupa de este tribunal?

Enzo parecía hermético, como si lo que le decían y lo que ocurría alrededor no fuera con él.

Mateo sospechaba que era porque a su hijo le costaba demasiado deshacerse de tal cantidad de dinero. Con un gesto disimulado hace indicaciones a Valeria para acelerar las cosas. No quería arrebatos de última hora.

—Enzo tu padre ya nos ha adelantado que estas dispuesto a renunciar a tu herencia a favor de terceras personas sea en este caso Mateo Colloricchio De Veni.

Enzo vuelve a mirar a la abogada que intenta ocultar su nerviosismo con un carraspeo. Ya conocía al hijo de Mateo, de las tantas veces que había ido a su casa cuando él y Javi recuperaron su amistad, aún así esa mirada inquisidora era algo que no le agradaba en absoluto.

—Si, correcto. ¿Dónde tengo que firmar? —confirma haciendo que Valeria y Mateo se miren con disimulo.

—Aquí y en el borde de cada una de las paginas —le indica — Si quieres leerlo con detenimiento adelante.

Enzo no le responde, coge el bolígrafo de mala gana y se agacha para firmar.

—¿Mama y Aurora se quedan conmigo verdad? —le pregunta a su padre con preocupación

—Si, ya he hablado con ella y esta todo claro —se apresura a decir Mateo.

Valeria no puede evitar moverse inquieta en la silla.

—Otra cosa —mira a su padre quien fija la vista en el documento todavía sin firmar — ¿En que momento te he parecido tan gilipollas como para creerme toda esta pantomima?

Mateo Colloricchio no era un hombre que dejara entrever sus emociones. Había aprendido con los años que todo debía quedar para dentro y que mostrar debilidad nunca era una opción. Aún asi, no puede evitar abrir los ojos asustado ante el comentario de su hijo.

Enzo deja el boli con total tranquilidad y lo mira, esperando una explicación que no iba a llegar. No parecía enfadado, ni molesto, mucho menos dolido.

Viniendo de su padre nada podía sorprenderle.

—No se de que me hablas —intenta retomar la compostura Mateo.

Enzo era consciente de que desde ese día le debería a Lila Montgomery media vida. Explicarle todo el lio de la herencia había sido la única manera de que hubieran juntando piezas de un puzzle que él, con toda la mierda que tenía en su cabeza, no había sido capaz de ver.




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