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Miro a Lila todavía sin ser capaz de creerme todo lo que acababa de explicarme.

Hacia tan solo una hora cuando me había enviado un mensaje pidiéndome que fuera urgentemente a su casa y nada mas llegar me explicó todo lo que habían hecho durante el finde ella y Enzo para descubrir la enorme mentira que Mateo Colloricchio había elaborado.

Lo mas increíble era lo de Aster. Al parecer trabajaba para Mateo desde hacía años y solo se había acercado a ella para vigilar a Enzo. Les había costado encontrar todos los papeles y lograr que ese chico hablara, jurándole que no le pasaría nada y que le protegerían de Mateo.

—¿Cómo ha sido capaz de hacerle eso? Joder es su padre —es lo único que logro decir.

Lila agacha la cabeza disgustada y me doy cuenta de lo que acabo de decir. Saber que su madre había estado involucrada en todo eso era un golpe que ni siquiera ella con todo lo fuerte que era podía sobrellevar.

Lo que yo no entendía aún era que ganaba esa mujer con todo eso, dinero no le faltaba así que o Mateo tenía algo en su contra o algo raro había ahí.

La abrazo fuerte, intentando quitarle pequeño porcentaje de dolor con mis brazos.

—Kate, la admiraba, quería ser como ella —gimotea secándose las lagrimas de la cara.

—Pues serás mejor, punto —le animo.

En ese momento Javier Montgomery aparece en medio del salón. Lila corre a los brazos de su hermano y yo solo puedo que lanzarle una mirada fría.

Lo que le dijo a Enzo en su cumpleaños sería algo que me costaría mucho olvidar. Es mas, todavía no había sido capaz de explicarme que narices fuimos a hacer en aquella casa

Lila empieza a contarle lo mismo que diez minutos antes me contaba a mi, solo que esta vez no había expresión de sorpresa en el rostro de Javi, a mi parecer lo que se veía en esos ojos verdes era miedo.

Me mira por un instante y me siento tentada a darle un abrazo, su familia pasaba por un momento difícil y no se merecían eso. Ellos al menos no.

—¿Qué va a hacer Enzo? —pregunta el rubio y las dos le miramos —¿Va a denunciar a mama?

Lila se aparta de su hermano y pasa de la tristeza al enfado.

—Debería —intenta hacerse la dura —Pero no lo hará, dice que por nosotros no lo hará.

Javier traga saliva y empieza a dar vueltas por la sala. Su comportamiento seguía sin parecerme normal. No hacía preguntas, no buscaba saber mas y ni por un momento había manifestado ningún tipo de pena o preocupación por lo que acababan de intentar hacerle a su amigo.

—¿Cómo habéis encontrado a Aster? —sigue indagando.

—El gilipollas me llevo a su casa la primera noche, solo tuve que hacer algo de memoria y quedarnos cinco horas esperando en el coche a que volviera —le explica su hermana orgullosa.

Miro a Lila y saber lo cercana que había estado de Enzo esos días era algo que seguía costándome horrores de aceptar. Aún así, en ese momento no iba a permitir que los celos interfirieran en mi trabajo de animar a mi amiga.

Lila esta a punto de seguir su relato cuando la puerta de la casa se abre y Enzo Colloricchio entra en el salón a toda prisa. No le da tiempo a Javi a reaccionar cuando le propina un puñetazo en la cara que hace que el mayor de los Montgomery caiga al suelo.

—¡Eres un traidor de mierda! —le grita Enzo enfurecido.

Javi logra ponerse de pie con cierta velocidad y le devuelve la misma mirada furiosa a su amigo, esta vez es él quien le devuelve el golpe a Enzo que logra mantener el equilibrio y no caer. Coge a Javi por la camisa y lo estampa contra la pares para acto seguido golpearle la nariz sacando un grito de dolor de Javier que se lleva las manos a la cara.

—¡Enzo qué haces! —grita Lila que corriendo hasta los dos y sujetando el brazo de Enzo histérica —¡Para! ¡Por favor!

—¡Lo sabía! —grita Enzo sin reducir ni un punto la fuerza con la que sujeta a su hermano — Él formaba parte de toda esta mierda — le confirma.

Y Lila suelta el brazo de su amigo para clavar sus ojos verdes en su hermano. Su querido hermano. La persona en quien mas podía confiar en todo el mundo.

—¿Por qué? —le grita Enzo con la respiración acelerada.

—Le debía mucho dinero, no podía negarme —se apresura a justificarse su amigo.

—¿Y que cojones te pidió que hicieras?

—Tenia que hacer que saltaras. Hacerte daño para que quisieras liarla e irte de aquí.

Enzo analiza sus palabras con detenimiento a pesar de la situación.

—Javier... —murmura Lila llevándose las manos a la cabeza.

Enzo no tarda mas que tres segundos en entenderlo todo y le propina otro puñetazo a Javier volviendo a dejarlo en el suelo, la sangre empieza a chorrear por su nariz.

—¿Cómo ibas a hacer que saltara? —es lo único que sale de mi boca.

Enzo me mira por primera vez como si ni siquiera se hubiese dado cuenta aun de que yo estaba allí.

—¡Que casualidad! —suena irónico y dolido — Si lo has oído todo creo que tú solita podrás juntar las piezas.

Miro a Javier y cierra los ojos, incapaz de encararme. Noto una bola bajando por mi garganta. Ahora era yo quien necesitaba llorar.

—Kate empezó así pero lo que he llegado a sentir por ti es sincero —es la única explicación que da.

Enzo se ríe a carcajadas. Una risa desagradable y amarga.

—¿Lo has oído Katherine? Con lo que te acaba de decir esta claro que es el amor de tu vida ¿No? —sigue burlándose Enzo.

Todo me da vueltas y la cabeza me va a explotar.

¿Era mentira? ¿Todo lo que había vivido con Javier no era mas que una farsa? ¿Me había utilizado?

—Te has empeñado en alejarme de tu vida porque no te fiabas de mi y te vas con otro al que nunca le has importado una mierda.

—¡Déjame en paz! —le grito a Enzo al fin —.Que él sea una rata no te hace a ti un santo. El mayor error de mi vida fue involucrarme en algún momento en toda tu mierda.

Mi comentario le duele, sus ojos grises pasan de la ira a la culpa y junto con la raja que le ha hecho en el pómulo Javier y un ojo todavía morado veo un Enzo bastante derrotado.